Aroa Gutiérrez, propietaria de un taller de coches con 25 años: «Fue llegar y besar el santo. Tuve lleno toda la semana»
EDUCACIÓN
Tras estudiar mecánica en el Centro Integrado de Formación Profesional de Avilés, el antiguo Instituto Suanzes, acaba de hacer realidad su sueño de abrir su propio negocio de reparación de vehículos en Piedras Blancas
30 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Aroa Gutiérrez siempre ha tenido una pasión desde bien pequeña: los coches. Este verano ha podido hacer suya esa máxima que reza «elije una profesión que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida». Esta castrillonense, con sus «25 años cumplidos el pasado mes de junio», ha podido montar casi desde cero y abrir su taller de coches en Piedras Blancas.
Aroa estudió mecánica en el Centro Integrado de Formación Profesional de Avilés, el antiguo Instituto Suanzes, «hace tres años». «Acabé, hice prácticas en un concesionario oficial y me cogieron, lo que pasa es que se me acabó el contrato, por lo que después estuve trabajando en otros sectores», comenta.
Sin embargo, en el último trabajo en el que se estuvo desempeñando «no estaba muy contenta». «Me entró el gusanillo y me dije, ¿por qué no abro un taller?», recuerda.
El 8 de mayo dejó «el trabajo en el que estaba», avisó con las tres semanas de rigor y, en ese mismo momento, adquirió la nave que tiene ahora, «que estaba en obras».
«Tuve que acondicionarla, porque estaba pelada, poner instalación eléctrica, comprar toda la maquinaria y pedir todos los permisos», resalta.
Aroa Gutiérrez abrió su negocio el pasado lunes, 23 de septiembre, después de haber realizado una inversión de «40.000 euros, más o menos». Lo suyo ha sido una especie de «llegar y besar el santo», ya que su taller tiene colgado el cartel de «lleno toda la semana».
Su negocio está ubicado en la calle Camino de Valboniel, «junto a la gasolinera de Piedras Blancas». Esta joven reconoce que es «la primera» de su familia que se dedica a la reparación de vehículos de motor. «Lo que pasa que a mí, desde pequeñina, siempre me gustaron los coches y mis padres me llevaban a rallyes, concentraciones... de más mayor empecé la universidad, pero no estaba contenta, por lo que lo dejé y me metí en el Suanzes a hacer mecánica», asevera.
Pese a que el de la mecánica y la reparación de automóviles siempre se ha visto, al menos desde fuera, como un sector muy masculinizado, esta emprendedora admite que las cosas están cambiando. «Cuando yo estudiaba, de los alumnos que sacamos el título, que creo que fuimos diez, tres éramos chicas, mientras que ahora vas al Suanzes y, tanto en mecánica como en carrocería y automoción, hay muchas chicas», resalta.
«Conozco a muchas chicas que trabajan en talleres, tanto en automoción como en soldadura o mecatrónica; obviamente hay más chicos, pero ya es poca la diferencia», matiza.
Aroa Gutiérrez mira el futuro con optimismo. Apunta que aún tiene que «hacer cursillos de varias cosas» y recibir más formación, al estar en un segmento que requiere de una actualización de conocimientos casi constante, si bien no puede evitar mostrar su felicidad al ver que los primeros días de vida de su taller se han saldado con un rotundo éxito.