Educación propone a los sindicatos reducir de forma muy escalonada a 20 la ratio en infantil y primaria
EDUCACIÓN
La mesa sectorial aborda por primera vez en más de diez años la rebaja de alumnado por aula
29 sep 2023 . Actualizado a las 18:21 h.Hace doce años al menos que la Consellería de Educación y los sindicatos no se sientan para reducir el tamaño de las clases o las horas lectivas del profesorado. Los recortes del ministro José Ignacio Wert en el 2012 echaron por tierra los avances que la escuela gallega había emprendido y paralizaron toda mejora. Por eso la mesa sectorial (sindicatos y Administración) del lunes se puede calificar de histórica. La consellería envió ayer a los sindicatos con representación en la misma (CIG, CC.OO., ANPE y UGT) un borrador de acuerdo en el que destaca una propuesta para reducir las ratios en educación infantil y primaria. El texto va en la línea de lo que ya han hecho las otras comunidades, y pone como objetivo un máximo de 20 alumnos por profesor. Hay que tener en cuenta que la ratio es por docente, aunque habitualmente se habla de «alumnos por aula» porque se equipara profesor y aula, aunque no necesariamente tiene que ser así.
La propuesta queda así:
3 Años: el próximo curso, 23 alumnos por aula. En el 25/26 ya sería 20 por aula.
4 años: empiezan un año después: en el 25/26 son 23 por aula (se trata de los mismos alumnos que comenzaron infantil siendo 23) y al siguiente (26/27) ya sería 20 por aula.
5 años: siguiendo la misma lógica anterior, en el curso 26/27 sería 23 alumnos de ratio y en el 27/28 ya estarían los 20.
1.º de primaria: la primera reducción a 23 sería en el curso 27/28 y al siguiente se llegaría al tope de 20.
2.º de primaria: la primera reducción a 23 sería en el curso 28/29 y al siguiente se llegaría al tope de 20.
3.º de primaria: la primera reducción a 23 sería en el curso 29/30 y al siguiente se llegaría al tope de 20.
4.º de primaria: la primera reducción a 23 sería en el curso 30/31 y al siguiente se llegaría al tope de 20.
5.º de primaria: la primera reducción a 23 sería en el curso 31/32 y al siguiente se llegaría al tope de 20.
6.º de primaria: la primera reducción a 23 sería en el curso 32/33 y al siguiente se llegaría al tope de 20.
Como se ve, cada curso tiene un período de transición de 23 alumnos antes de llegar al objetivo de 20, lo que alarga el proceso a nueve años lectivos.
Este documento es una primera propuesta, una toma de contacto. Conocida la propuesta, los sindicatos se niegan a firmar algo así. Según CIG-Ensino, «só acomete unha baixada de ratios en infantil e primaria a 10 anos vista, que xa se vai producir de forma natural pola nefasta política demográfica do goberno da Xunta». Porque cada vez hay menos niños en Galicia. Y desde ANPE se recalca que «a proposta está a anos luz do que debe ser algo que nós firmemos». En la misma línea se manifestaron desde Comisións Obreiras, y en UGT tienen claro que el calendario de aplicación debe ser más corto.
En la mesa sectorial los sindicatos no solo llevarán un acortamiento de plazos, sino también la necesidad de extender la reducción de ratios a secundaria. Ahora, en ESO hay un máximo de 30 estudiantes por aula, una cifra que hace difícil la atención personalizada, lo que penaliza a los alumnos vulnerables; con todo, es mejor que hace unos años, cuando a esos 30 estudiantes se podían sumar dos, tres o cuatro repetidores.
El acuerdo puede ser rápido
Los sindicatos no se olvidan del otro punto fundamental de sus reivindicaciones, el horario lectivo (las horas que pasan los profesores dando clase): «Somos os últimos de España —apuntaba Julio Díaz, de ANPE— en mellorar a ratio e os penúltimos, xunto con Madrid, no horario lectivo». Por eso, dice el veterano sindicalista, la propuesta de Educación tiene que mejorar mucho, ya que al atrasarse la negociación las circunstancias son diferentes: «Non imos firmar nada que non sexa mellor do que teñen xa o resto de comunidades», apunta Díaz.
Xunta y sindicatos saben que las negociaciones siempre comienzan en los extremos, y cada parte juega sus bazas: los sindicatos, una posible movilización que ya comenzaba a fraguarse; y la Xunta, la presencia de José Luis Canosa en la mesa, un subdirector xeral que se jubila este octubre y con quien los sindicatos mantienen excelente relación. Todo apunta a que el acuerdo no debería tardar y si va lo suficientemente rápido el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, podría llegar con paz educativa al debate de la autonomía el 9 de octubre.
Aumento retributivo por los sexenios y por cargos
La pandemia y las exigencias europeas de reducción de la interinidad han atrasado unas mejoras profesionales que los profesores esperaban una vez superados los recortes del 2012: que los sustitutos que trabajen más de cinco meses y medio cobren el sueldo en verano; que los tutores tengan una consideración especial en puntos o sueldo (sobre todo ante los problemas que se detectan hoy en el alumnado); o que se paguen todas las coordinaciones, ya que solo se cobra la de dinamización lingüística.
La propuesta que la Xunta ha hecho llegar a los sindicatos no incluye inicialmente nada de eso, pero sí aborda una mejora retributiva: una subida del 15 % a tres años del complemento por formación permanente (los conocidos sexenios), de tal modo que el 1 de enero del 2024 este plus tendría una subida del 5 %, el 1 de enero del 2025 sería de otro 5 % y un año después, en enero del 2026, otro 5 %. La cantidad mensual por sexenios es de 69 euros el primero; 88 el segundo (más los 69 anteriores); 118 el tercero (que se suma a los 157 anteriores); y poco menos de 50 el cuarto. Eso supone que un docente con 24 años de carrera cobra 325 euros brutos mensuales por formación (si no hace los cursos suficientes no cobra el plus); en tres años serán unos 375.
Aborda de refilón la consellería en este acuerdo una cuestión básica: para seguir mejorando en este complemento, los docentes tienen que acreditar un el certificado un nivel B1 en competencia digital, para lo que la consellería le ofrecerá cursos permanentemente; no se exigirá inmediatamente, sino a partir del 2029.
Apoyo a los directores
Además, en el acuerdo se incluye una mejora de 45 euros lineales (para todos igual) en tres años para los directivos de centros, así como para los responsables de colegios con muy pocos alumnos (menos de tres aulas en infantil y primaria), que afecta especialmente a las zonas rurales. Así, el 1 de enero del 2024 cobrarían 15 euros más al mes en ese complemento (que ahora es de unos 75 euros), y en enero del 25 se sumarían otros 15 más, así como en enero del 26. Este aumento de 45 euros en tres años lo tendrán también quienes se encarguen de jefaturas de residencias, personal de los equipos de orientación específica, además de quienes ocupan las direcciones y asesorías del CAFI y CFR (centros para la formación del profesorado).
Finalmente, la consellería se compromete a elaborar un plan que simplifique las tareas burocráticas, una de las peticiones más repetidas por los sindicatos. Poder realizar reuniones de coordinación de departamento vía telemática es otra de las medidas que se proponen, así como incrementar el dinero de las ayudas por formación (reintegro por formación).