La repetición de curso cuesta a las arcas públicas más de 1.400 millones de euros

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Save the children asegura que repetir es ineficiente y perjudica al alumnado, especialmente a los de bajo nivel socioeconómico

06 sep 2022 . Actualizado a las 18:06 h.

Repetir no sale gratis. Ni para el alumno, ni para las arcas públicas. Según datos aportados por Save the Children, los 234.500 estudiantes que repitieron en el curso 2019-2020 supusieron un coste directo de 1.441 millones de euros, equivalente al 6,2 % de todo el gasto público en Educación Primaria y Secundaria, y una cantidad similar a todo el presupuesto educativo de las Islas Canarias.

Según la oenegé, ese gasto podría dedicarse a otras cuestiones, como establecer refuerzos escolares en grupos pequeños para más de 2,2 millones de estudiantes (casi la mitad del alumnado de primaria y secundaria de los centros públicos y concertados). O también a contratar 44.700 docentes extra o 42.200 orientadores y trabajadores sociales que puedan identificar y seguir al alumnado en riesgo.

Es una de las cuestiones que Save the Children aborda en su informe Repetir no es aprender. Mitos desmentidos y alternativas posibles a una práctica ineficiente e inequitativa, que ha sido presentado este martes. Para esta entidad, el abuso de la repetición de curso en los colegios e institutos españoles está perjudicando al alumnado, sobre todo al de bajo nivel socioeconómico. Destaca que España es el país con mayor tasa de repetición de la Unión Europea y la OCDE, habiendo repetido curso alguna vez el 29 % del alumnado de 15 años.

«Ineficaz, discriminatorio y caro»

El trabajo presentado por la oenegé trata de derribar seis mitos que, consideran, están detrás de la cultura de la repetición que impera en España, perpetuando una práctica que, indican, es «ineficaz, discriminatoria y cara». El primero: que la repetición es normal y frecuente en los sistemas educativos para gestionar la diversidad de niveles y ritmos del alumnado. El informe remarca que la mayoría de los países de la OCDE tienen tasas de repetición inferiores al 10 %, y gestionan las diferencias de nivel con estrategias más eficaces.

El segundo mito sería que se repite mucho porque el nivel educativo español es bajo. Sin embargo, el trabajo de Save the Children apunta que uno de cada tres repetidores ha alcanzado el nivel de competencia básico de PISA en todas las materias y ha logrado las metas establecidas al final de la escolarización obligatoria. Pero los criterios que se usan en España para juzgar satisfactorio el progreso escolar serían más duros que los de los países de su entorno.

Además, la cultura de la repetición escondería un trasfondo discriminatorio, porque se ceba y es especialmente perjudicial para el alumnado más vulnerable. En ese sentido, frente al mito de que la repetición responde a limitaciones educativas individuales, el informe revela que frente a dos estudiantes con conocimientos, dificultades de aprendizaje y niveles de motivación similares, el de nivel socioeconómico y cultural más bajo tiene casi tres veces más probabilidades de repetir que otro de clase acomodada.

Ante el cuarto mito de que repetir mejora el rendimiento y el progreso académico, el estudio se remite a investigaciones que muestran que la repetición tiene un efecto nulo sobre el aprendizaje, y a largo plazo contribuye al abandono escolar, especialmente por que se repiten los mismos contenidos, de la misma forma y sin medidas de acompañamiento.

Quinto mito: «La repetición favorece el esfuerzo y la motivación». Falso según Save the Children, pues un estudio muestra que repetir curso reduce significativamente la autoestima y el esfuerzo del alumnado, especialmente cuanto más tarde se produce la repetición durante la escolarización.

El sexto y último mito vincularía la repetición de curso con las altas ratios profesor/alumno de las aulas españolas, un factor que según el informe tiene escasa influencia en otros países y que, si funcionara en España, debería suponer un porcentaje de repetición menor.

Así las cosas, repetir curso sería una medida muy ineficiente, por su «elevado coste» y su «nulo efecto positivo». Por ello, Save the Children reclama un cambio de cultura global y que reducir la repetición sea un objetivo estratégico, buscando otros modos de actuar que pasen por formar al profesorado para gestionar clases multinivel sin tener que homogeneizar, extender el apoyo educativo en grupos pequeños y escuelas de verano, o hacer una identificación temprana del alumnado vulnerable.