Solo 200 alumnos gallegos se apuntan a la nueva modalidad de bachillerato, la general

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

Imagen de archivo de alumnos de bachillerato del IES Espiñeira, de Boiro, preparando la selectividad
Imagen de archivo de alumnos de bachillerato del IES Espiñeira, de Boiro, preparando la selectividad CARMELA QUEIJEIRO

Son 36 los institutos que cuentan con esa opción, y la Xunta garantiza las clases en los 18 que tienen más de 5 alumnos

18 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El bachillerato general, nacido con la nueva ley educativa, la Lomloe, tiene pocos adeptos en Galicia: solo 200 personas se han matriculado en los centros públicos que lo ofrecen (faltan los datos de un IES, el Vilar Ponte, de Viveiro).

Esta modalidad de bachillerato está pensada para alumnos de dos tipos: aquellos que quieren tener la etapa pero no necesariamente ir a la universidad y los que no saben muy bien qué tipo de carrera emprender.

QUÉ ES

El bachillerato general tiene materias obligatorias propias (como las Matemáticas o el Latín de las otras modalidades), que son: Matemáticas Xeráis en primero y Ciencias Xeráis en segundo. Además, en las optativas de primero el alumno puede elegir dos de cualquier modalidad, aunque el centro debe ofrecerles obligatoriamente la de Economía, Emprendemento e Actividade Empresarial; en segundo ocurre lo mismo y la asignatura que el centro tiene que dejarles escoger (aunque es voluntaria para ellos) es Movementos Culturáis e Artísticos.

Ambos grupos son numerosos, pero el general es un bachillerato que ha surgido en un contexto nada favorable para su éxito. Por una parte, con los últimos coletazos de una pandemia que en los centros educativos protagonizó el día a día hasta el mes de mayo; pero sobre todo porque se ha tenido que preparar contra reloj: los currículos estatales todavía siguen en proceso, aunque ya está publicado el anteproyecto, y la Xunta también presentó su borrador, para que los profesores y sobre todo las editoriales puedan trabajar en preparar el próximo curso, pero legalmente aún no están aprobados.

Razones políticas

A las razones puramente organizativas hay que sumar las políticas. La Lomloe ha salido adelante con el total enfrentamiento del PP, que no veía la urgencia de cambiar de norma educativa una vez más, sobre todo cuando las partes más lesivas de la Lomce —ley del ministro popular José Ignacio Wert— habían sido limadas incluso desde el ministerio del PP. La Consellería de Educación no es ajena a esta polémica: «Esta modalidade de bacharelato —explica— foi implantada de forma apurada e sen consenso coas comunidades autónomas». Y añade: «Desde a consellería, aínda que discrepamos en forma e fondo, somos respectuosos e cumprimos coa nova lei educativa». Ofertando este bachillerato en 36 centros: 2 en cada una de las principales ciudades y el resto, más de 20, en localidades repartidas por las cuatro provincias.

En la Consellería de Educación no están cómodos con esta modalidad porque creen que hay mucha incertidumbre: «A día de hoxe non se sabe a ponderación que vai ter este bacharelato na ABAU nin están claras as saídas posteriores». Esto genera, dicen en la Xunta, «incertezas e descontento entre a comunidade educativa en xeral e, especialmente, entre o estudantado».

Poco conocido

Lo cierto es que este bachillerato apenas ha tenido publicidad, y solo sabían qué centros iban a impartirlo aquellos a los que les tocaba hacerlo, y poco más. Por tanto, hay cientos, sino miles, de gallegos que desconocen que en el 17% de los institutos con bachillerato se podrá cursar desde septiembre esta opción.

Como la normativa gallega establece un mínimo de cinco alumnos para la impartición de una materia, la Xunta garantiza que en todos aquellos centros con una matrícula superior tienen asegurada la enseñanza. En el resto, San Caetano «vai analizar caso a caso e tomar a decisión máis axeitada desde o punto de vista técnico e tendo en conta a xestión eficiente dos recursos».

Según los datos que tiene la Xunta, a los que habrá que sumar los del IES Vilar Ponte, el 28 % de los institutos convocados tienen de 6 a 10 alumnos apuntados, y es el mismo porcentaje de centros con cero matrículas; otro 25,7 % tiene de 1 a 5 estudiantes (y por tanto muchos no lo impartirán); y solo un 17 % supera las diez personas interesadas.