Drones, fuego y adolescentes

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira A CORUÑA / LA VOZ

EDUCACIÓN

La Fundación Barrié y el ITG celebraron la primera liga autonómica escolar, que reunió en la final a 1.200 estudiantes

04 nov 2022 . Actualizado a las 15:44 h.

Dos años sin eventos multitudinarios convierten en un momento único el encuentro de 1.200 estudiantes de ESO para ver una competición de drones. El Coliseo de A Coruña acogió este viernes el singular acto que, a pesar de las apariencias y el ambiente, tenía mucho de científico: la final de la Liga Maker Drone, la primera de sus características —escolar y autonómica— que hay en España, y que ha puesto en marcha este curso la Fundación Barrié junto al Instituto Tecnológico de Galicia (ITG).

La competición la ganó el colegio coruñés Santa María del Mar (Xesuítas), que se impuso a los otros 17 equipos de toda Galicia, tras disputar la final contra el colegio Nuestra Señora del Carmen (Grande Obra de Atocha), de Betanzos, y apagar el fuego de siete pisos frente a los seis que consiguió el grupo betanceiro.

Porque la liga iba de eso, de hacer algo útil. El reto era el mismo para los 180 participantes: la organización les facilitaba un dron y ellos tenían que añadirle un sistema para apagar fuegos. El trabajo comenzó con el curso, y tras siete meses llegó el encuentro final: un panel representaba un edificio con nueve pisos. Los estudiantes tenían que hacer subir su dron y disparar el agua a cada una de las viviendas; el que más incendios controlase en el menor tiempo, ganaba. Conseguirlo exigía habilidad, paciencia, temple y algo de suerte. La que no tuvieron los estudiantes del IES Ánxel Fole, de Lugo, ya que su dron no arrancó, como explicaba la profesora de Tecnología que dirigió el equipo, Nieves Martínez. Pero lo cierto es que ni a ellos ni a los que llegaron a la final pareció importarles mucho.

«Valoro el proceso, la implicación de los chavales y su contacto con los problemas reales» decía el profesor del equipo ganador, que recibió los aplausos de los docentes del IES Rosalía de Castro, de Santiago, al que ganaron en una de las semifinales. Y es que los alumnos —de ESO— aprendieron a «trabajar en equipo, repensar las soluciones, volver a probar», en palabras de Antón Alonso, docente del equipo que quedó de segundo.

Competición muy reñida

Eso no quita para que la competición fuese reñida, especialmente la segunda semifinal, con un apretado resultado entre tres equipos de A Coruña, Santiago y Vigo. De hecho, el IES de Teis se quedó a menos de dos segundos (del tiempo total de tres minutos) de pasar a la final, ya que empató en número de fuegos apagados con el Santa María del Mar. Los estudiantes vigueses reconocían después que «manejar un dron, mantenerlo estable, es muy difícil», pero a la vez admitían que no sentían una gran pena. Como tampoco los ganadores se lo esperaban: «Ni en sueños», aseguraba uno de los alumnos de tercero del centro coruñés. Para ellos el secreto fue «resistir», no dejarse vencer. Porque el Santa María del Mar empezó la semifinal arrancando de último, igual que en la final, pero en esta el dron de la Grande Obra se quedó sin combustible a falta de un minuto. En las gradas, el grueso del público iba con el equipo ganador, que jugaba en casa, y eso se notaba, aunque hubo aplausos para todos.

Más premios

Además del premio al ganador del torneo, la liga tuvo reconocimiento para varios equipos. Por ejemplo, el CPR Plurilingüe Salesiano San Juan Bosco, de A Coruña, recibió el premio al mejor diseño; el CPR Plurilingüe Montecastelo, de Vigo, obtuvo un reconocimiento por presentar la solución más disruptiva; el CPR Nuestra Señora del Carmen, de Betanzos, además de la segunda posición, consiguió el premio a la destreza en vuelo, realmente impresionante; y IES da Illa de Arousa se hizo con el premio especial del público a la mejor presentación, que movilizó 2.000 votos.

En palabras de Carmen Arias, directora de la Fundación Barrié, esto no ha hecho más que empezar: «Estamos especialmente orgullosos de esta iniciativa que vincula educación y tecnología —dijo— que constituye un proyecto de calado social en Galicia. Esta aventura, en la que nos hemos volcado, crea futuro en la comunidad mediante el fomento de habilidades como el trabajo en equipo y la gestión de tareas complejas».

Solución ganadora

La solución ganadora consistió en la incorporación de un tanque de agua al dron al que estaba conectado un tubo. Mediante un mando, podían activar y desactivar el flujo de agua. Para ayudar a que el piloto fuese más preciso, pusieron en marcha dos sistemas: con láser calibrado podían marcar el punto de impacto; y con una cámara regulaban la distancia al objetivo. Además, conectaron el dron a una manguera que permitía poder llenar el depósito en caso de necesidad. Asimismo, el dron podía tener más capacidad sujetando menos peso.

PALMARÉS

Ganador absoluto: CPR Santa María del Mar, A Coruña 

Mejor Diseño: CPR Plurilingüe Salesiano San Juan Bosco, de A Coruña

Solución más disruptiva: CPR Plurilingüe Montecastelo, de Vigo

Destreza de vuelo: CPR Nuestra Señora del Carmen, de Betanzos

Premio especial del público a la mejor presentación: IES Illa de Arousa