La Consellería de Educación cifra en 13.000 las bajas por covid de trabajadores y alumnos en la vuelta al colegio

S. C. REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

Clase en el CEIP López Ferreiro de Santiago, en cuyas aulas hay sitios vacíos
Clase en el CEIP López Ferreiro de Santiago, en cuyas aulas hay sitios vacíos Xoán A. Soler

Hay 800 docentes positivos en coronavirus, y 700 ya tienen sustitutos

10 ene 2022 . Actualizado a las 19:13 h.

Los primeros datos oficiales de Galicia superan las previsiones del Sergas: el covid ha impedido a unas 13.000 personas acudir a clase, ya sea como alumnos, profesores o trabajadores de los centros educativos. Son 4.000 más de los datos que disponían en la Xunta el pasado día 4. Aunque la cifra es espectacular, no llega al 3% de la población que entra cada día en los centros gallegos. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, explico que «todos somos conscientes que estamos nun reinicio de curso tremendamente complexo, nunha sexta ola cunha variante nova da covid que está xenerando un importante número de contaxios»

Las cifras son tan espectaculares como que multiplican por cuatro las del 22 de diciembre, cuando se acabó el curso y la variante ómicron empezaba a mostrar su capacidad de contagio. Entonces había 2.600 personas con test positivos, frente a los 13.000 de este inicio de actividad. Rodríguez explica que precisamente estos datos indican que «os contaxios non se produciron na escola» a la vez que apunta que «é previsible que se sigan incrementando nos proximos días».

El colectivo que más preocupaba por las implicaciones organizativas que supone sus bajas era el profesores. Según los datos que maneja la Consellería de Educación son 800 los docentes que no se incorporaron hoy a su puesto (no solo por covid, aunque masivamente por el virus). De estos, 700 ya tienen sustituto y para el resto se están haciendo las gestiones necesarias. «Estamos facendo un gran esforzo para cubrir de xeito inmediato as baixas —apuntó el conselleiro de Educación— pero é posible que nos seguintes días se incrementen, xa que o sistema para anotar as baixas depende do director do centro educativo que carga as baixas cando elixe, o pode facer pola tarde ou pola noite». En cualquier caso, su objetivo es «ir practicamente á par: identiticar as baixas e darlle unha cobertura inmediata ás mesmas».

Lo cierto es que la vuelta a clase está siendo muy diferente según en qué lugares, incluso a pocos kilómetros de distancia. Por ejemplo, en el CEIP Ponte dos Brozos (Arteixo), uno de los más grandes de Galicia con 1.100 escolares, ayer faltaron a las aulas 133 alumnos (aunque solo dos profesores) y en el concertado Liceo La Paz, en la vecina A Coruña, con 2.100 matriculados, nadie dejó de ir al colegio.

En O Salnés los casos parecen estar estabilizados, con un incremento muy ligero de casos, y en Santiago faltaron bastantes más alumnos que profesores, sobre todo en las etapas iniciales, ya que los menores de 12 años no tienen todavía la pauta completa. Entre los docentes, muchos cuentan ya con las tres vacunas.

Sin test de saliva en A Mariña

La falta de test de saliva para niños complicó la vuelta a las aulas en A Mariña lucense. «A xente tolea porque na televisión din que vai haber test e non os hai porque nin sequera os están servindo», explicaba la farmacéutica de Viveiro Sara Varela. La falta de pruebas también se vivió en la farmacia Covadonga, en Burela: «Los test gratuitos del programa de la Xunta están agotados y no sabemos cuándo los van a volver a servir».

El sindicato mayoritario en la escuela pública, CIG-Ensino, denunciaba por su parte que «o retorno aos centros educativos se produza sen que a consellaría mude nada na súa estratexia», que consiste en «reducir profesorado e orzamentos para facer fronte á pandemia». Para la CIG el debate sobre las clases presenciales o no es «unha impostura» frente «o aspecto verdadeiramente relevante deste momento: as condicións na que se desenvolve o ensino presencial».

Un 8% de bajas en España

En declaraciones a la agencia Efe, el presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos (Fedadi), Toni González, explicaba que los equipos directivos adelantaron su entrada para conocer las bajas confirmadas y la media a nivel estatal ronda el 8% de profesores y entre un 10 y un 15% en caso de los alumnos. Según González, algún «caso muy excepcional» se ha llegado al 25 %, pero en general «no hemos llegado al 10 % ni tampoco al 20 % de la plantilla con positivos, que es lo que esperábamos».

La ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, defendió una vez más que «los coles son espacios seguros».

El nuevo protocolo ya es oficial: solo se cerrarán las clases si hay cinco contagios activos

Cinco casos positivos en el plazo de una semana. Esa es la premisa fundamental para cerrar un aula de infantil y primaria en esta sexta ola del covid. Lo dice la actualización de la guía ante un caso de coronavirus en la escuela y es de obligado cumplimiento en todo el Estado. Eso sí, son las autoridades sanitarias las que tienen la última palabra, igual que a la hora de cerrar un colegio, algo que ni siquiera se ha regulado con datos objetivos.

La actualización del protocolo se conocía desde el pasado martes, tras la reunión de consejeros y ministros de Educación, Sanidad y Universidades para preparar la vuelta a clase. Sin embargo, el texto no llegó a las consejerías hasta media mañana de ayer. Lo destacó Román Rodríguez: «Hoxe mesmo, ás 11.22 horas, recibimos o documento do Ministerio no que se actualiza a guía para intervir ante un caso positivo», protestaba el mandatario gallego, quien considera que la gestión de la crisis —y por extensión de la nueva ley educativa, la Lomloe— es errática y llena de incertidumbre desde el Gobierno central, aunque Galicia siempre responde con «lealdade institucional».

El protocolo recuerda que a partir de los seis años hay que usar mascarilla obligatoriamente en todo momento, que los contactos estrechos de un caso positivo no tienen que hacer cuarentena si están vacunados con la doble pauta —a no ser que tengan síntomas compatibles con el covid— pero sin vacuna deben quedarse en casa 7 días.