Pilar Alegría, ministra de Educación y FP: «Los currículos de ESO y bachillerato estarán en el primer trimestre del 2022»

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira SANTIAGO / LA VOZ

EDUCACIÓN

Pilar Alegría, ministra de Educación y FP, durante la entrevista en Santiago
Pilar Alegría, ministra de Educación y FP, durante la entrevista en Santiago PACO RODRÍGUEZ

«No es cierto que la Xunta se entere de los documentos por la prensa», dice la responsable de la cartera

21 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Pilar Alegría (Zaragoza, 1977) estuvo de visita relámpago en Galicia esta semana, donde inauguró el Talentia Summit. Horas antes, en el Hostal dos Reis Católicos se encontraba casualmente con el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, y en su breve conversación demostraron que la cordialidad es la tónica dominante en la relación. Desinflamar la educación y ensanchar los apoyos a la nueva ley son los objetivos de esta maestra reconvertida en política que califica a la Xunta de aliada en este reto para «asemejarnos a los países europeos que miramos con buenos ojos».

—Usted tiene que defender la Lomloe, que no es una ley «suya», sino de su predecesora, Isabel Celaá. ¿Le hubiese gustado que la ley tuviese algo distinto?

—Yo defiendo una ley que fue propuesta por un Gobierno del que formo parte y sobre todo una ley que fue aprobada por mayoría absoluta en el Parlamento. Es verdad que históricamente en nuestro país a las leyes educativas siempre se les ha puesto el apellido del ministro, pero para mí la Lomloe es la ley de este Gobierno y refrendada y apoyada por fuerzas progresistas. El siguiente paso, y es el que estoy intentando desarrollar en estos cuatro o cinco meses al frente del ministerio, ensanchar los consensos que concitó esa ley educativa, a través del desarrollo de los reales decretos.

—No parece que lo esté consiguiendo...

—Pues fíjese, yo tengo una percepción más positiva. Me parece bien y hasta lógico los debates que genera el desarrollo de una ley educativa, incluso la propia ley, pero le puedo asegurar que fuera de las cámaras, fuera de la presión de los focos, las conversaciones y los grados de acuerdo que estamos teniendo con las comunidades autónomas son bastante importantes. Le diré que en materia educativa son más los puntos que tenemos de acuerdo que más de los que nos diferencian.

—Los currículos están generando problemas con el contenido y con los plazos. En la Xunta dicen que si no están listos antes de fin de año, no da tiempo a ofrecer en marzo las nuevas asignaturas y modalidades de bachillerato... ¿Cuándo estarán?

—Desde el primer momento que empezamos a trabajar con los currículos, la comunicación y colaboración con las comunidades ha sido absoluta, y no solamente en las distintas comisiones de educación, sino que hemos tenido reuniones bilaterales con cada comunidad autónoma. En este caso, los plazos en los que estamos trabajando indican que los currículos de educación infantil y primaria estarán aprobados antes de que acabe este año, y los de ESO y bachillerato serán ya más para el primer trimestre del año 2022. Son los plazos con los que estamos trabajando porque una vez que el Gobierno hace la redacción final de los currículos tienen que pasar por el Consejo Escolar del Estado y el Consejo de Estado, y ya no depende del ministerio.

—En la Xunta se quejan de que se enteran de los currículos por la prensa.

—Esto no es cierto. Lo llevamos trabajando con las comunidades desde hace muchos meses y tampoco voy a entrar en este debate, pero los primeros que conocen los currículos, por una forma de trabajar que yo entiendo que tiene que ser, con una absoluta deferencia a las instituciones que tienen la competencia de educación, son las consejerías.

—La Lomloe apuesta por la evaluación continua y global, ¿pero eso se puede hacer si no se cambia la manera de enseñar? ¿Y cómo se cambia la manera de enseñar desde el ministerio?

—Esta nueva evaluación por la que apostamos emana de la nueva apuesta que hacemos con la Lomloe, que desarrolla un currículo competencial, que no es otra cosa que asemejarnos a esos países europeos que miramos con buenos ojos. Este currículo nos exige enseñar de otra manera a nuestros jóvenes, no es suficiente un modelo que se base exclusivamente en la acumulación de información y datos, sino que hay que aprender a interconectar las competencias y conocimientos que adquirimos. Y aquí juega un papel muy importante esa nueva forma de evaluar: más integral y global. Eso significa que lo más importante de esta nueva forma es, desde el inicio del curso hasta el final, en cuanto se detecta cualquier tipo de dificultad (también de los alumnos de altas capacidades), hay que actuar, poner mecanismos para que todos los estudiantes puedan tener el máximo éxito educativo.

—Pero con clases de hasta 35 alumnos, es casi imposible detectar las dificultades.

—En estos dos años de pandemia, el Gobierno de España ha hecho una atención muy clara a las necesidades con las que nos hemos encontrado y con una transferencia extraordinaria de fondos: en el 2020 fueron 16.000 millones de euros (2.000 solo para actividades educativas) y este año, 13.500 millones de euros. En el caso de Galicia son 828 millones de euros para trabajar esos grupos de desdoble, profesores de apoyo y personal de apoyo que se ha visto necesario. Cuando hablamos de ratios, estipuladas por ley, es profesor/aula; la media de ratio española es muy similar a la media europea, pero a la hora de hablar de la educación personalizada deberíamos empezar a hablar de la ratio profesor/alumnos que es lo que hemos visto que ha funcionado, especialmente en la pandemia.

—¿Cuántas comunidades han mantenido el refuerzo de profesores de la pandemia?

—La gran mayoría, muchas de ellas. Comunidad Valenciana, Baleares, La Rioja... Un importante número de comunidades sí apostaron por mantener casi la totalidad de los recursos que pusieron en marcha en el año 2020. En la última conferencia sectorial que tuve con los consejeros les pedí que en ese reparto tan importante de fondos [13.500 millones], priorizasen la educación. La pandemia nos ha llevado a apostar por los profesores de apoyo y los desdobles, reduciendo así la ratio profesor/alumnos, que es el debate a desarrollar con las comunidades autónomas.

 

«El decreto de esta ministra incluía una disposición transitoria para mantener los exámenes extraordinarios este año»

El esfuerzo de la ministra Pilar Alegría de rebajar las tensiones en educación vivió un tropezón importante hace unos días, cuando tuvo que retirar la moratoria que permitía mantener este curso los exámenes extraordinarios (los de septiembre, ahora casi siempre en junio) en la ESO.

—En el decreto de evaluación aparecía que las pruebas extraordinarias ya no se mantendrían, pero en ese marco de diálogo con las comunidades autónomas, incluido con el consejero de Galicia, me plantearon que la eliminación de las pruebas extraordinarias habría supuesto alguna dificultad para la propia Administración, y por eso el Real Decreto que esta ministra envió al Consejo de Estado incluía esa disposición transitoria para que las comunidades autónomas que quisieran pudieran mantener un año esa prueba extraordinaria. En ese Real Decreto estaba plasmada nuestra voluntad, pero es verdad que el Consejo de Estado nos envió un informe con una «consideración esencial» para que no hubiese diferencias entre comunidades, y yo, como Administración y Gobierno central, acepté la propuesta del Consejo de Estado.

—El ministerio propuso una solución a través de unas instrucciones, pero era mucha la inseguridad jurídica para las consejerías...

—No lo propusimos, lo estudiamos en una de las reuniones multilaterales, pero no era viable. No hay nada que hacer sobre eso.

«En dos cursos en Galicia, el Gobierno de España financió 8.600 nuevas plazas de FP»

Pilar Alegría es ministra de Educación y FP, y el hecho de que la formación profesional esté en su propio título indica el valor que se le da a esta etapa.

—La FP gana terreno, pero ¿cree que falta todavía por convencer a la clase media, a las familias, sobre las ventajas de estos estudios?

—Creo que la lluvia fina ya empezó hace unos años. En el año 2018 el presidente Sánchez hizo una apuesta de primer nivel y con este plan de modernización poco a poco estamos consiguiendo cambiar el aprecio social que se tenía a la FP. Es verdad que seguramente venimos de una historia en nuestro país que consideraba la FP como una educación de diferente nivel, de plan b, y creo que afortunadamente esa impresión, esa sensación ha empezado a cambiar. Pero también tiene un porqué, nuestro país tiene la historia que tiene y para las generaciones anteriores su principal objetivo era que sus hijos fueran a la universidad... Hoy por hoy la situación ha cambiado, y por primera vez en la historia tenemos más de un millón de jóvenes matriculados en FP. No había pasado nunca.

—Y en algunos ciclos es imposible encontrar plaza.

—La propia planificación de las etapas es competencia exclusiva de las comunidades autónomas, hay que ir ajustando los ciclos dependiendo de la demanda de la sociedad... pero desde el Gobierno de España en los dos últimos años hemos financiado para todas las comunidades más de 120.000 nuevas plazas, y el objetivo es financiar 200.000 hasta el año 2023. En Galicia, entre el curso pasado y este el Gobierno de España ha financiado a la Xunta 8.600 nuevas plazas de FP. La apuesta está clara: la FP es una apuesta de país y está dirigida especial y fundamentalmente a nuestros jóvenes, porque les va a garantizar un empleo de calidad y bien remunerado.

 

Sobre las mascarillas: «Se flexibilizará cuando la situación esté estabilizada»

No se puede hablar de educación este año sin mencionar la pandemia. España ha sido un ejemplo para muchos países por haber mantenido abiertos sus centros desde septiembre del 2020 y con índices de contagio mínimos. Falta saber qué pasará en el futuro, ¿dejarán los niños españoles de usar mascarilla en clase este curso?

—El buen trabajo de la comunidad educativa y la prudencia ha permitido que nuestras aulas estén abiertas presencialmente en todas las etapas. El camino que hemos andado ha sido positivo y hemos sido capaces de tomar decisiones de una manera coordinada y consensuada para estar donde estamos, que es una buena situación, además sumando ese 90?% de pauta de vacunación. A la hora de ir flexibilizando las medidas, se tendrá que ir haciendo, en primer lugar, de una manera coordinada, como hemos hecho hasta ahora, y en segundo, en el momento en que la pandemia esté estabilizada porque tampoco podemos olvidar de ninguna manera que los menores de 12 años todavía no se han vacunado. Hoy por hoy, sigamos siendo prudentes.

—No quiere encontrarse con la situación de Francia, que donde se quitaron la mascarilla en clase la están teniendo que poner de nuevo...

—Exacto, para relajar las medidas tenemos que esperar a que la situación esté estabilizada.

—Habla de la educación en la pandemia. ¿Cuántos equipos recibió Galicia para evitar la brecha digital?

—La pandemia nos ha enseñado muchas cosas, como que la tecnología digital no sustituye el aprendizaje en el aula, nada lo sustituye, pero es una gran herramienta complementaria. Nos ofrece oportunidades de un servicio público de educación expandido, de más calidad y accesible para todos independientemente de su ubicación, y eso en zonas como Galicia o como mi tierra, Aragón, es también un elemento importante. Para aprovechar estas potencialidades hemos puesto en marcha un ambicioso plan, Educa en Digital. Galicia fue una de las primeras comunidades en sumarse a ese convenio que había que realizar y en recibir los soportes informáticos. Han sido más de 14.500 equipos en 969 centros educativos de la comunidad. El Gobierno, a través también de fondos Feder, ha financiado 6,8 millones de euros y la propia comunidad ha destinado más de 1,7 millones.

—Cambiando de asunto, y ya mirando al futuro, los nuevos currículos y la forma de enseñanza que supone la Lomloe tiene que implicar un cambio sustancial en la selectividad.

—Según el calendario de aplicación, la EBAU se empezará a aplicar dentro de dos cursos académicos, y en estos momentos tenemos un documento de trabajo que estamos viendo y debatiendo con el Ministerio de Universidades y la CRUE Universidades Españolas.

—Se ha dicho que habrá una parte común para todo el país en esa prueba.

?No puedo avanzar mucho más, lo estamos valorando, en unos meses lo podremos detallar. Pero sí queremos que esa EBAU atienda a conocimientos y criterios comunes de todo el Estado, pero recogiendo y respetando las competencias de las comunidades autónomas.

—Y otra línea de trabajo es cambiar la carrera docente.

—Estamos trabajando ya en el Estatuto Docente, porque además la Lomloe marca que a primeros de año se haga una primera propuesta para empezar a debatirlo con los sindicatos. Pero le voy a decir una cosa, nos creemos el papel que tienen los docentes en nuestro sistema educativo y en nuestro país. Soy ministra de Educación y estoy inmensamente orgullosa del profesorado. Creo que tenemos que devolverles el prestigio que merecen, tanto ellos y ellas como la escuela. Su labor es fundamental para nuestro país y así lo hemos visto recientemente con la pandemia. Tenemos que valorar y respetar su labor, pero también necesitan que los dotemos de recursos y que mejoremos también su formación inicial y permanente, el acceso y el desarrollo profesional de los docentes.