Las gafas, claves para el rendimiento académico

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

La tomografía de coherencia óptica se utiliza de forma rutinaria para detectar problemas en la retina.
La tomografía de coherencia óptica se utiliza de forma rutinaria para detectar problemas en la retina. a. h.

Un estudio realizado en Estados Unidos vincula el control oftalmológico con los buenos resultados académicos

14 sep 2021 . Actualizado a las 09:29 h.

Los problemas de visión no detectados acarrean dificultades de aprendizaje académico. En Baltimore (Estados Unidos), una investigación del Instituto Oftalmológico Wilmer y la Facultad de Educación de la Universidad Johns Hopkins demostró la gran vinculación entre ambos aspectos. El programa Vision for Baltimore supuso identificar las carencias que en este sentido tenían unos 60.000 estudiantes de primaria en la ciudad, que necesitaban gafas aunque muchos no lo sabían o no tenían los medios para obtenerlas.

Dirigido por la investigadora Megan Collins -oftalmóloga pediátrica del Instituto Oftalmológico Wilmer y codirectora del Consorcio Johns Hopkins para Soluciones Sanitarias en la Escuela- ha sido el mayor estudio clínico sobre el impacto de las gafas en la educación jamás realizado en el país, y que se ha publicado en la revista JAMA Ophthalmology. Después de tres años de trabajo y seguimiento, los estudiantes con más dificultades académicas fueron los que más mejoraron.

«Demostramos rigurosamente que dar a los niños las gafas que necesitan les ayuda a tener éxito en la escuela -explica Megan Collins según informa Europa Press-. Este proyecto tiene importantes implicaciones para avanzar en la equidad sanitaria y educativa en todo el país».

En cinco años, Vision for Baltimore ha examinado la visión de más de 64.000 estudiantes y ha distribuido más de 8.000 pares de gafas

El ensayo clínico aleatorio de tres años de duración, realizado entre 2016 y 2019, analizó el rendimiento de 2.304 estudiantes de 3.º a 7.º curso que recibieron revisiones, exámenes oculares y gafas de Vision for Baltimore. El equipo observó sus puntuaciones en pruebas estandarizadas de lectura y matemáticas, midiendo el impacto de 1 y 2 años. Las puntuaciones en lectura aumentaron significativamente después de un año para los estudiantes que recibieron gafas, en comparación con los estudiantes que recibieron gafas más tarde. También hubo una mejora significativa en matemáticas para los alumnos de primaria.

Los investigadores descubrieron mejoras especialmente llamativas en el caso de las niñas, los alumnos de educación especial y los estudiantes que habían obtenido los peores resultados. «Las gafas ofrecieron el mayor beneficio a los niños que más lo necesitaban, los que realmente tenían problemas en la escuela», apunta Collins.

Los beneficios generales de los estudiantes con gafas fueron esencialmente equivalentes a entre dos y cuatro meses de educación adicional en comparación con los estudiantes sin gafas.

Las mejoras académicas observadas al cabo de un año no se mantuvieron durante dos años. Los investigadores sospechan que esto podría ser el resultado de que los estudiantes usaran menos las gafas con el tiempo, posiblemente por perderlas o romperlas o porque necesitan renovarlas. Para evitar esto, los investigadores recomiendan asegurarse de que los niños están usando las gafas y estas son reemplazadas si es necesario.