La matrícula en las escuelas infantiles baja un 15% sobre los cursos precovid

S. C. REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

En las escuelas infantiles autonómicas se matricularon 7.829 niños para el próximo curso
En las escuelas infantiles autonómicas se matricularon 7.829 niños para el próximo curso MIGUEL SOUTO

La pandemia y la crisis demográfica impactan en las redes pública y privada

02 ago 2021 . Actualizado a las 13:53 h.

Miles de familias gallegas todavía se piensan si enviar a sus hijos menores de tres años a la escuela infantil el próximo septiembre. Se calcula que hay un 15% menos de anotados este año, y aunque afecta tanto a la red pública como a la privada, solo comparten como razones principales el miedo al covid (o la falta de empleo) y la caída demográfica; a partir de ahí, cada grupo tiene sus singularidades.

Sobre los datos en sí, la Consellería de Política Social tiene unas cifras incontestables: en el 2019/20 se matricularon en las escuelas infantiles autonómicas 9.177 estudiantes; en el curso 20/21 esta cifra cayó un 15%, hasta los 7.796 alumnos, y este curso ya hay 7.829 inscritos, que son prácticamente los mismos (un 0,4% más) que en el pasado. De las escuelas privadas no hay balances oficiales, pero algunos cálculos apuntan a que hay un 15% menos de alumnos de cualquier año precovid. Lo dice Esmeralda de Saá, directora de las escuelas O Xardín, en la zona de Vigo, y conocedora del sector.

La Consellería de Política Social detectó que la caída de matriculaciones se centra sobre todo en los alumnos nuevos. Así, en cuanto a solicitudes —que son más que las matriculaciones— la caída de los nuevos ingresos es del 40% y la de las renovaciones, del 10%, «que pode traducirse nunha mostra de confianza das familias que xa tiñan nenos nas escolas infantís», dicen en San Caetano. El dato de las solicitudes para analizar qué ocurre puede ser engañoso, porque como hay menos niños las familias saben que no tienen que pedir plaza en tantos centros para asegurarse un sitio.

Un factor común para todos los centros es la pandemia. Notaron cierto miedo ante los contagios —que la experiencia desmintió— o incluso se preveían cuarentenas frecuentes —eso sí ocurrió— que hiciesen poco útil el servicio si se buscaba conciliación. Para otros, la pandemia supuso un ERTE o el paro, con lo que la escuela ya no era una opción.

Pero hubo motivos propios también. Política Social achaca gran parte de su descenso a la gratuidad del segundo hijo en cualquier escuela, que entró en vigor el curso pasado; las familias se fueron a la escuela privada. ¿Por qué? No explican los motivos desde la consellería, pero todo apunta a dos razones fundamentales: la falta de flexibilidad horaria de la oferta pública, especialmente para quien debe mantener a los niños en el centro durante parte de la tarde; y la comodidad de optar por un centro lo más cercano posible a casa.

Por su parte, Esmeralda de Saá cree que este año han caído las matriculaciones con respecto a la época precovid —además de por la pandemia y la demografía— porque si bien el segundo hijo y siguientes no pagan, para los primeros quien quiera optar al Bono Concilia tiene que apuntarse en una escuela de la Consellería de Política Social, y solo si está en lista de espera puede pasar a la privada; el Bono Concilia supone una aportación de entre 50 y 275 euros al mes para la guardería en función de la renta.

La caída de la natalidad de un 30% afecta ya a la educación primaria

Con o sin pandemia, Galicia tiene un problema de números que afecta por igual a las escuelas infantiles públicas y privadas: la falta de nacimientos. En el 2011 nacieron en la comunidad 21.600 niños; casi diez años después, en el 2020, no llegaron a 15.300. Esto supone casi un 30% de caída que sin duda se refleja en las matrículas, y no solo de las escuelas infantiles.

Según los datos de que dispone la Consellería de Educación, el curso que empieza en un mes tendrá 4.000 alumnos menos en infantil (de 3 a 6 años) y primaria que el pasado. Los cálculos autonómicos indican que se pasará de 187.000 alumnos inscritos a 183.000.

Para 4.º de infantil —el curso al que acceden los niños de tres años cuando se incorporan a los colegios ordinarios—, se recibieron 15.414 solicitudes cuando hay 26.800 plazas ofertadas. Estas peticiones son 1.576 menos que en el año anterior.

El descenso de estudiantes es constante desde el 2015/16, cuando la caída fue de 1.100 niños. Las cuentas van todas en el mismo sentido: mientras este año terminaron la educación primara 23.000 alumnos (que pasan a ESO), solo empezarán el curso 20.000. En este caso, no se puede hablar de miedo a la pandemia, porque es obligatorio que todas las familias escolaricen a los menores a partir de 6 años.