Siro López apuntaba que lo que conocemos hoy sobre el aprendizaje nos permite corregir esa trayectoria heredada de «escuelas fábrica», y ejemplificó el cambio en las grandes corporaciones tecnológicas, que lo primero que hacen al aterrizar en una nueva ubicación es transformar el espacio.
La cuestión es cómo empezar. En el CEIP Santa Ana se empezó modificando la biblioteca y pasaron a las aulas, el vestíbulo de infantil o el de primaria, pero también se creó el aula del futuro, un proyecto que se estuvo planificando durante meses. Con la pandemia se adaptaron aulas exteriores, y se diseñaron maletas manipulativas para los más pequeños. La sala covid se planteó como una aventura espacial, ya que había que ir con elementos de protección para aislar a los estudiantes. Leo Donoso comentó al respecto que «todo lo que está cuidado produce un impacto en la gente».