El nuevo currículo educativo apostará por las competencias para resolver problemas frente a la memorización

EDUCACIÓN

La ministra de Educación ayer en un acto de presentación de las líneas maestras del nuevo currículo
La ministra de Educación ayer en un acto de presentación de las líneas maestras del nuevo currículo Alejandro Martínez Vélez || EP

Celaá y sus colaboradores avanzaron las líneas maestras del modelo que se implantará en el curso 2022-2023

26 mar 2021 . Actualizado a las 19:51 h.

El modelo del futuro currículo escolar se basará más en el aprendizaje de competencias para resolver problemas reales, y menos en el saber enciclopédico y la memorización de conceptos. Así lo explicó ayer la ministra de Educación Isabel Celaá en un acto en el que presentó las líneas maestras del nuevo currículo, que empezará a implantarse en el curso 2022-2023.

La ministra destacó que el futuro modelo curricular español «es abierto y flexible: refuerza la integración de las competencias y las áreas o materias, corrige debilidades y reduce la complejidad de los diseños anteriores».

Su eje central es el Perfil de Salida de la Educación Básica, que identifica las competencias clave que todos los alumnos deben haber adquirido y desarrollado al término de la educación obligatoria y que son ocho: comunicación lingüística; plurilingüe; matemática y en ciencia y tecnología (STEM); digital; personal, social y de aprender a aprender; ciudadana; emprendedora; y en conciencia y expresión culturales. Dentro de cada una de esas competencias, se proponen un conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes.

La modernización del currículo, «imperativa» según la ministra, seguirá incluyendo «los saberes relevantes no desde un enfoque descriptivo, memorístico, sino haciendo entender al alumnado su funcionalidad y su sentido», explicó Celaá. El objetivo: reducir «la fisura existente» entre lo que el sistema educativo ofrece «y lo que verdaderamente necesitan aprender los alumnos de cara a su integración en un mundo globalizado». En definitiva, lograr que tras su paso por la educación obligatoria, el alumnado pueda enfrentarse a los retos del siglo XXI y tenga capacidad para seguir aprendiendo y formándose por sí mismos.

Saberes básicos y más autonomía a los centros

La ministra estuvo acompañada por César Coll, profesor de Psicología de la Educación y miembro del grupo de expertos que colabora en el diseño del nuevo currículo, que destacó que se apuesta por «diferenciar entre los saberes básicos, cuyo aprendizaje, si no se realizar durante la educación básica, luego es muy difícil adquirir, de aquellos otros que son interesantes pero que se pueden hacer sin mayor coste posteriormente».

Con esa idea en mente, el Gobierno central fijará el 50% del horario escolar en las comunidades con lenguas cooficiales y el 60% en el caso del resto. El resto, estará en manos de las autonomías, pero Coll abogó por ser generosos y dar mayor autonomía a los centros para que puedan adaptar el modelo curricular a su contexto, necesidades y situación concreta y, sobre todo, al perfil de cada alumno, de manera que se aproveche al máximo su potencial.

En el acto participó también la profesora de secundaria Guadalupe Jover, que destacó la necesidad de acabar con los «currículos inabarcables» actuales, pero también advirtió de que para lograr un cambio real se necesitan más docentes y bajar las ratios de alumnos por aula.