La cantera de las empresas de Vigo cumple un siglo de historia

María Jesús Fuente Decimavilla
maria j. fuente VIGO / LA VOZ

EDUCACIÓN

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20.000 alumnos han pasado por la Escuela de Torrecedeira

17 ene 2021 . Actualizado a las 02:06 h.

Más de veinte mil alumnos se formaron en las aulas de Mercantil y Empresariales a lo largo de los cien años de vida que ahora se cumplen. La Escuela Universitaria de Estudios Empresariales celebró ayer la efemérides rememorando el primer claustro que tuvo lugar el 15 de enero de 1921. En ese curso estaban matriculados 70 alumnos, no existía el Celta y la calle del Príncipe acababa de ser remodelada.

La que empezó llamándose Escuela Pericial de Comercio pasará a llamarse en breve Facultad de Comercio y seguirá siendo como hasta ahora un referente de la Universidad de Vigo junto a su vecina, la Escuela de Ingeniería Industrial.

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En el acto de reconocimiento celebrado ayer, el rector Manuel Reigosa destacó el papel que ha jugado como hilo conductor de la ciudad. Al catedrático emérito y profesor durante 45 años de la Escuela, Antonio Vaamonde, le correspondió el repaso histórico y destacar el papel que ha jugado en la formación de los que serían gestores y administrativos de las empresas viguesas. «A Facultade de Comercio ten a obriga de adiviñar os camiños dun cambio acelerado e de formar axeitadamente aos profesionais que se van precisar», destacó echando una ojeada al futuro. Si algo ha demostrado el centro es su dinamismo y capacidad de adaptación a las diferentes situaciones que le han tocado vivir, tal como destacó Vaamonde y la actual directora, Consuelo Currás. Esa evolución de la Escuela es la que a juicio de Arame Taboada, representante de los estudiantes, le ha permitido ganar fama a nivel nacional.

El alcalde, Abel Caballero, hizo una paralelismo entre la situación actual y la de 1920, recién terminada otra pandemia, cuando la ciudad necesitaba profesionales para adaptarse a las nuevas necesidades.

Como constancia del inicio de las actividades conmemorativas que se celebrarán durante todo el año se colocó una placa de bronce en el acceso al edificio histórico, emblema de la arquitectura racionalista de la ciudad.