Celaá señala que con la Lomce aumentó un 24% el número de alumnos que tituló en ESO con materias suspensas

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

La ministra de Educación, Isabel Celaá, a la izquierda, con la portavoz María Jesus Montero, hoy tras la reunión del Consejo de Ministros
La ministra de Educación, Isabel Celaá, a la izquierda, con la portavoz María Jesus Montero, hoy tras la reunión del Consejo de Ministros JUAN CARLOS HIDALGO

La ministra dice que en un año habrá una reforma de la docencia y el primer paso a la gratuidad de la etapa de 0 a 3 años

03 mar 2020 . Actualizado a las 19:05 h.

El Consejo de Ministros aprobó esta mañana un nuevo proyecto de ley de educación llamada Lomloe (Ley Orgánica que Modifica la LOE) y que la ministra, Isabel Celaá, presentó tras la reunión del Ejecutivo. La normativa echará por tierra la Lomce -la ley presentada por Wert (PP) y en vigor desde el 2013-  y precisamente la ministra dio una serie de datos sobre esa ley: aumentó en un 24% el número de titulados de ESO con materias suspensas, se incrementó un 26% el gasto de las familias en educación, creció un 15% el porcentaje de repetidores en primaria (del que España ya era líder en Europa), y se redujo en 1,6 puntos la graduación en ESO y en 2 puntos la de bachillerato.

Frente a estos datos, Isabel Celaá habló de que el objetivo de su ley es ofrecer a los alumnos una educación personalizada -«es el corazón de la ley», añadió- al ser una norma que tratará «la diversidad del talento y a partir del talento de cada alumno, hacerlo progresar». Frente a las bifurcaciones de la Lomce,dijo refiriéndose a los itinerarios (FP y bachillerato) y el PMAR de la ESO, la Lomloe «es una ancha avenida con diferentes caminos hacia el título de ESO para que todo el mundo progrese».

Anunció la ministra que en el plazo de un año el Gobierno presentará una reforma de la docencia, especialmente centrada en la formación inicial del profesorado y su práctica en la escuela (lo que se llamado mir educativo, un término que no gusta hoy en Moncloa, y también en ese plazo de tiempo se impulsará la conversión de la etapa 0-3 a un carácter educativo -más allá del cuidado de los niños-  y sin decirlo expresamente, se fomentará la gratuidad de esta etapa para los colectivos más desfavorecidos. Hay que tener en cuenta que tanto la parte de bienestar como de educación están transferidas a las comunidades autónomas. 

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros Celaá abordó un asunto que estaba quedando en segundo lugar por su inconcreción: el reparto equitativo de alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) entre centros públicos y concertados. Sobre esto, Celaá explicó que «ningún niño o niña puede ser segregado por razón de su extracción socioeconómica o ninguna otra causa» y para eso las comunidades autónomas (que son las que se encargan de la educación) tratarán «entre todos los centros sostenidos con fondos públicos las necesidades que requieren más esfuerzo del sistema» y así habrá una «presencia equitativa del alumnado» en todos los centros. Esto, dice Celaá «no puede ser confundido con una resta de libertad. Es libertad para todos, más allá de sus circunstancias». Pero no explicó cómo se va a llevar a cabo, entre otras cosas porque en gran parte dependerá de las comunidades autónomas.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, fue preguntada por su opinión de la ley -que es bastante suave para los postulados de Unidas Podemos en asuntos como los colegios que segregan por sexo y tienen subvenciones o en la asignatura de Religión-, pero no quiso entrar en ningún debate: «No tengo nada que añadir a lo que dijo la ministra».