Galicia cuenta ya con un completo protocolo para alumnos con dislexia

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

Unidad de dislexia en la facultad de Ciencias da Educación de la USC
Unidad de dislexia en la facultad de Ciencias da Educación de la USC SANDRA ALONSO

Educación y Agadix trabajaron en una guía de detección y actuación para familias y educadores

03 feb 2020 . Actualizado a las 23:15 h.

Galicia ya tiene un protocolo para la atención de estudiantes con dislexia y otras dificultades específicas del aprendizaje. Lo firmaron hoy la conselleira de Educación, Carmen Pomar, y la presidenta de la Asociación Galega de Dislexia (Agadix), Esther López Carbajales.

Dividido en nueve epígrafes, el protocolo marca una serie de pautas para el equipo docente y las familias. Analiza primero las características de las dificultades del aprendizaje para centrare después en el proceso de identificación del estudiante. Aquí es interesante la información que ofrece, ya que sirve de guía práctica, como por ejemplo, que el estudiante debe mostrar errores fonológicos (no reconocer los sonidos constitutivos de las palabras), cambiar el orden de las secuencias silábicas (carceiniro por carniceiro), dificultades para denominar colores y formas, problemas para aprender rimas y canciones, para contar en voz alta, así como para recortar o usar el punzón, por ejemplo.

Toda la información es completa y científicamente validada, por lo que sirve de excelente guía para las familias, ya no solo para los profesionales. Por ejemplo, como indicadores para la familia se enumeran: que en educación infantil desconozcan la partes del cuerpo y su localización, tengan torpeza motora, alternen el uso de manos y pies, falta de atención, atraso en el desarrollo del lenguaje; que entre los seis y ocho años no distingan entre derecha e izquierda, o tengan dificultades para aprender el alfabeto o las tablas de multiplicar; no entender el reloj, tener falta de planificación o complicaciones para seguir las instrucciones orales son signos de alerta entre los menores de 9 a 12 años; y en los grupos mayores, no recordar lo que acaba de leer, tener dificultades para hablar lenguas extranjeras, resultarles muy complicado seguir instrucciones orales o tener una escritura desordenada e incluso ilegible. Para los profesores hay otra lista de indicadores de riesgo para cada edad.

En el protocolo se establecen los pasos a seguir a la hora de intervenir con estos estudiantes (como consensuar en el centro la elección de los métodos de lectura y escritura, así como su temporalidad) y también se explica cómo evaluar a los alumnos en las diferentes etapas (por ejemplo, en los exámenes favorecer las preguntas de respuesta sencilla, sin mucha elaboración). No faltan los recursos TIC y hasta bibliografía. El protocolo termina con listados de indicadores y su valoración.