«El líder de las mejores universidades de EE. UU. estudió de forma cooperativa»

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira SANTIAGO / LA VOZ

EDUCACIÓN

SANDRA ALONSO

El sistema de Roger y David Johnson es el más aplaudido. Dicen que la clave es una buena formación del profesor y que este confíe en sus estudiantes

17 dic 2018 . Actualizado a las 08:23 h.

David Johnson (Indiana, 1940) y su hermano Roger fundaron en 1969 el Cooperative Learning Institute (Instituto de Aprendizaje Cooperativo) en Minnesota. Desde ahí, y desde las aulas de la universidad local, han extendido la filosofía del aprendizaje cooperativo por todo el mundo. Esta metodología supone que los alumnos trabajan en grupos de tres o cuatro, en los que cada uno tiene una función determinada y rotatoria. Es el sistema más aplaudido porque, además, resulta imprescindible para la integración, y Galicia tiene al 90 % del alumnado con necesidades educativas especiales integrado en las aulas regulares. Ellos impartieron un curso en Santiago para profesores de Escolas Católicas llegados de toda la comunidad, un curso que se desarrolló presencialmente pero también en línea. De Compostela quedaron impresionados con la antigüedad de la catedral -ya les maravillaba que tuviese 200 años, cuanto más 800- y con que sus «alumnos» en el taller venían en grupos de cuatro o más profesores por colegio.

-Desde que empezaron con esta forma de aprender hasta hoy, la sociedad ha cambiado mucho. ¿Han notado que a los niños ahora, que están más protegidos y mimados en general, les cuesta más trabajar en equipo?

-Roger J. Los niños de ahora también se divierten, y tienen amigos con los que juegan juntos. En los colegios donde se implementa este aprendizaje a los niños se les ayuda con esto, y se adaptan mejor a la sociedad. También ayuda a las familias a abrirse a la sociedad.

-¿Qué tiene que olvidar un maestro para trabajar en aprendizaje cooperativo?

-R. J. No sé si olvidar, pero es más fácil si lo pone en práctica después de haber entrenado antes. Necesitas una buena formación teórica y práctica para hacerlo bien. A partir de ahí, creo que necesitan tener más confianza en sus alumnos, en su capacidad. Y continuidad, claro, no deben abandonarlo todo al primer problema, tienen que seguir. Los profesores aprenden al principio algo básico [el llamado libro verde] y después pasan a la especialización [libro marrón]. Es posible que un profesor tarde unos dos años, más o menos, en dominar este sistema.

-De hecho, ustedes en sus manuales aconsejan que no se deshagan los grupos que van mal, que se intente sacarlos adelante.

-David J. Uno de los aspectos clave del aprendizaje cooperativo es que gracias a las relaciones entre las personas se aprende más. Y lo ideal es que todos los alumnos trabajen con todos: así aprenderán a tratar a personas diferentes. Es algo que se entrena. Con este sistema no solo aprenden contenidos, sino también, y es muy importante, habilidades sociales.

-¿Cuánto tiempo tarda un alumno en aprender a trabajar de esta manera?

-R. J. Cuanto más lo usan, mayor es el grado de desarrollo de las habilidades sociales.

-Dicen ustedes que debe usarse el aprendizaje cooperativo en el 60-80 % de la clase. ¿Cómo se plantea el resto del tiempo, que puede ser del 40 %?

-R. J. Los estudiantes pueden trabajar solos, sobre todo preparando un proyecto o testándolo. A veces se necesita un momento para trabajar solo [cuando, por ejemplo, cada alumno prepara una parte del trabajo que después tienen que unir], y otras veces es en equipo.

-¿Se aprende como persona más si se trabaja en equipo?

-D. J. Siempre es más fácil aprender a través del grupo que solo. Cuando se hace pura cooperación en la mayor parte del tiempo, es mejor para el individuo. Es más fuerte el avance que si lo haces, si intentas aprender, de forma individual.

-¿No hay competitividad?

-R. J. Hacer las cosas de forma diferente no significa que estés compitiendo, sino que cada uno tiene talentos diferentes y unos ayudan a otros en algún momento.

-Pongamos que un alumno estudia toda la primaria y secundaria de forma cooperativa. Después llegan la selectividad y la universidad, y allí se enfrenta a otros alumnos entrenados en la competición. ¿Cómo le irá?

-R. J. La mejor manera de competir es estudiar en grupo. Te prepara para hacerlo mejor y te hace más fuerte como individuo. En las mejores universidades de Estados Unidos, cuando empieza el curso, se busca a los que serán los líderes de las clases y siempre salen alumnos que han aprendido, durante su etapa escolar, de forma cooperativa. Estudios constantes desde los años sesenta y setenta así lo demuestran, parece una conclusión correcta.

«Si un grupo de tu colegio trabaja en equipo, se va extendiendo esa forma de colaborar»

Los profesores que prueban el sistema cooperativo consideran que ya no hay marcha atrás en la educación. Es difícil adaptarse, pero resulta muy enriquecedor, y eso lo tienen claro los Johnson.

- ¿Se puede ser profesor de aprendizaje cooperativo y no trabajar en equipo con tus compañeros?

- R. J. Es mucho mejor que los profesores se organicen en equipos. Esto funciona como cuando tiras una piedra a un lago y empieza a hacer círculos cada vez mayores. Si un pequeño grupo en tu colegio trabaja en equipo y lo lleva a las aulas, se va extendiendo esa forma de trabajar y ya no lo harán solo en el colegio; lo harán también en los equipos de deporte, en la banda, en donde sea.

- D. J. Los alumnos deben trabajar de forma cooperativa; los profesores, fomentar estas prácticas; los directivos, crear espacios... y así cada uno, ampliando el círculo social.

- Han hecho un curso en Galicia. ¿Qué les han parecido sus alumnos, que son los profesores?

- D. J. Es muy importante que profesores de diferentes lugares y diferentes colegios se reúnan y trabajen juntos, que se conozcan en este tipo de encuentros para intercambiar experiencias. En este caso, además, me ha impresionado que de cada colegio no ha venido un profesor solo, han llegado cuatro, seis o diez maestros. Esto es importantísimo para implantar una cultura de centro, para que se estabilicen estas prácticas.