España: adiós al sueño de la equidad

EDUCACIÓN

La crisis pulió el ascenso social por la educación. Incluso Galicia, situada en lo más alto, empeoró con respecto a los alumnos de familias migrantes y las chicas

29 oct 2018 . Actualizado a las 09:52 h.

El estudio Equidad en la Educación: rompiendo barreras hacia la movilidad social de la OCDE con datos de PISA indica que en España los alumnos de entornos más acomodados (el 25% más rico) pueden estar hasta tres cursos por encima de los grupos menos favorecidos (el 25% más pobre), una brecha que no se reduce, algo que sí está ocurriendo en Dinamarca o en Alemania.

España es el 31.º país en equidad por la diferencia de nota entre los estudiantes de los grupos más favorecidos y los de menos. La media en Ciencias en PISA 2015 ha sido de 493 puntos, pero eso es precisamente, la media. En este sentido, la clase social es el mejor predictivo de las notas de un alumno (no la titularidad del colegio al que acude ni tan siquiera la comunidad de referencia). Por ejemplo, los niños de familias más acomodadas sacan una media de 600 puntos en Ciencias y los de familias con pocos recursos, una media de 450 euros. Son 150 puntos que sitúan a España en el grupo de países muy poco equitativos.

En España, más de la mitad de los alumnos de familias desfavorecidas repite; nacer en un entorno humilde hace que las posibilidades de estancarse en un curso se multipliquen por cinco frente a un compañero que vive en un entorno acomodado. Y repetir no es un buen indicativo en PISA. Por ejemplo, el 34% de los repetidores gallegos «suspendió» la prueba de Ciencias mientras que solo fue el 3% de los que no repitieron ni una vez; en el otro extremo, la excelencia, ocurre exactamente lo contrario y el 11% de los alumnos que van en su curso natural sacó «sobresaliente» mientras que del otro grupo no hay ningún caso. Los datos de Galicia son de los mejores del país, ya que la comunidad está a la cabeza de España en equidad, pero aún así se ha detectado un aumento de la desigualdad en las pruebas gallegas desde el 2006 a hoy con respecto a las mujeres y el alumnado migrante.

La movilidad social cae entre los menores de 35 años

En España, el gran salto en movilidad social se dio entre los que tienen sobre 50 años frente a los que tienen 60; la tendencia siguió creciendo en los años noventa, pero mucho menos, y los españoles de 40 años mejoraron solo ligeramente con respecto a los anteriores; pero el cuarto grupo, el de los que rondan los 30 años y por tanto su formación superior y trabajos coincidieron con la crisis, se han quedado a medio camino entre los de 40 y 50, cuando lo lógico era que superasen a ambos en este incremento de la movilidad social positiva.

En general, los Estados ricos (y España lo es) se beneficiaron en el siglo XX de una mayor mejora en la educación, que fue un primer paso para eliminar la desigualdad por razón de nacimiento. Pero eso solo no llega. El ejemplo de Singapur frente al de Italia así lo explica: Singapur había una diferencia de 55 puntos entre ricos y pobres que hoy es de 36, y en Italia aumentó, de 52 a 60 puntos, aunque ambos países aumentaron sus notas.150 puntos de diferencia.

«En más de diez años no ha habido cambios en términos de las desigualdades económicas en educación»

Tal vez lo peor no sean los datos que exhibe España, sino que no ha mejorado en los últimos 15 años. Nueva Zelanda, Emiratos, Turquía, Israel... hay muchos ejemplos de países que corrigieron su tendencia en este milenio, pero en España apenas hay variaciones. Y esas diferencias ricos-pobres ya se perfilan desde la infancia, cuando se hacen las pruebas TIMSS y PIRLS (mátemáticas y lengua en cuarto de primaria). Parece que se está convirtiendo en algo estructural. «En el caso español, esa brecha de aprendizaje se mantenido sin cambios en el tiempo desde 2006, año de las pruebas más antiguas que tenemos de ciencias. Es decir, en más de diez años no ha habido cambios en términos de las desigualdades económicas en educación», explicó a Europa Press el investigador encargado del estudio, Daniel Guzmán.

Pobres en escuelas de pobres

Los estudiantes de clases desfavorecidas repiten más y abandonan más las aulas,en parte porque el 50,5%  se concentra en escuelas de entornos pobres. Solo algo menos del 3% acude a escuelas de barrios ricos; en Galicia, un récord dentro de España, solo el 15% del alumnado con menos recursos está en una clase de estudiantes de ese mismo entorno (lo normal es que la escuela refleje fielmente la diversidad social de su población). Esta concentración de alumnos con problemas socioeconómicos explica en parte por qué a estas escuelas les va siempre peor en PISA. Y es que las pruebas de la OCDE son fáciles pero muy largas, exigen atención durante mucho rato, y si los alumnos de un centro saben que al final el colegio o la comunidad autónoma va a tener mala nota, tiran la toalla antes de terminar. En los colegios y comunidades más ricas ocurre exactamente lo contrario: los estudiantes saben que si se esfuerzan, su centro o entorno van a quedar muy bien situados en los ránkings, y ese es el plus de ánimo que necesitan para persistir en la atención. El entorno es tan potente que, como explica Daniel Guzmán, «en el caso de España en particular, vemos que en los colegios desfavorecidos los estudiantes llegan tarde a clase con mayor frecuencia, lo que se traduce en pérdida de tiempo de aprendizaje».