Premios a los profesores: ¿sí o no?

S. C.

EDUCACIÓN

David Calle, Xuxo Ruiz y César Bona han sido los tres españoles finalistas del Global Teacher Prize
David Calle, Xuxo Ruiz y César Bona han sido los tres españoles finalistas del Global Teacher Prize

El próximo fin de semana Dubai acoge un foro de la educación en el que dará a conocer quién es su profesor del año, y volverá la polémica: ¿Son buenos los premios a los docentes?

18 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Global Teacher Prize se entrega a finales de marzo en Dubái: un millón de dólares para reconocer el trabajo de un profesor en concreto. Cada año se presentan miles de candidatos y solo cincuenta llegan a la final, lo que les da una repercusión notable a nivel local e internacional. El premio se convoca desde el 2013 y han estado en la final tres españoles: César Bona, David Calle y Xuxo Ruiz. En los dos primeros casos hubo una enorme polémica por la elección, ya que Bona apenas tenía experiencia en las aulas (que abandonó para convertirse en coach) y David Calle no es un profesor al uso sino que crea vídeos con explicaciones de física y química; Xuxo Ruiz, aunque también es tachado de gurú despectivamente, sigue en su clase de primaria en Cádiz de lunes a viernes.

Pero si el Global Teacher Prize es el premio más señalado, en dotación está muy lejos del Yidan Prize, que se otorga en Hong Kong en diciembre y que está valorado en 4 millones de dólares (la mitad en efectivo y la otra mitad para un proyecto). En cada edición (solo ha habido dos) se entregan dos premios, uno de investigación y otro de práctica. En el 2017 lo ganaron Carol S. Dweck, profesora en Stanford y Vicky Colbert, creadora de la Fundación Nueva Escuela de Colombia; en el 2018 fueron Larry Hedges, de la Northwestern University y Anant Agarwal, fundador de la empresa (edX) que da cursos en línea al amparo de Harvard y el MIT (uno de ellos, sobre circuitos, tuvo 155.000 estudiantes).

El tercer premio en importancia es el WISE, que se otorga en Catar en junio. El WISE tiene una cuantía más discreta, medio millón de dólares americanos, porque sobre todo se considera un espacio de reflexión sobre la educación y sus valores a nivel mundial. Curiosamente la colombiana Vicky Colbert también ganó el WISE por haber cambiado la educación rural de su país. Otros nombres que recibieron el galardón son Patrick Awuah (impulsor de la universidad en Ghana), Sakena Yacoobi (que da clases a niñas en Afganistán) o Ann Cotton (que extendió una red de escuelas en el cono sur africano.

Los premios en España

En España hay premios a los mejores profesores (en Castilla y León se otorga uno desde la Junta) pero no tienen la repercusión mediática de los anteriores y por supuesto están muy lejos en dotación económica. Abanca patrocina el de Premios Educa al Mejor Docente de España, que se dieron el mes pasado en Santiago y la Fundación Atresmedia apuesta por Grandes Profes. También hay opciones que superan el personalismo, como el galardón que convoca el Ministerio de Educación, denominado Francisco Giner de los Ríos (dotado con 24.000 euros gracias al apoyo del BBVA) y que se da a proyectos educativos; o el Premio Acción Magistral, que se otorga a colegios. Ese es el espíritu del gallego Proyecta Innovación, que la plataforma InspiraTICs -formada por la Fundación Amancio Ortega y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre- convoca desde el 2013.

A favor o en contra

El premio personalista y millonario es el que posiblemente destapa más críticas. Quienes lo apoyan resaltan sus ventajas: pone la educación en positivo en la agenda social y mediática; reivindica el valor de un solo profesor para cambiar la vida de sus alumnos; anima a quienes trabajan en las peores condiciones; fomenta la competencia positiva; permite ampliar iniciativas buenas... Quienes lo señalan como negativo tienen otra visión: estimula el trabajo de llanero solitario cuando la educación debe tener un enfoque institucional; fomenta el personalismo frente al trabajo en equipo; retira a buenos profesores del aula para convertirlos en conferenciantes; se limita a blanquear la imagen de organizaciones millonarias; o exige hacer una campaña que resta tiempo y esfuerzo en el aula...