Solo Anatomía Patolóxica tiene 400 personas del cupo de bachiller en lista de espera
18 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Estudiar un ciclo superior de formación profesional ha dejado de ser una solución para quienes no acceden a la universidad. Ayer se dieron a conocer las listas de admitidos en los ciclos de FP, tanto de grado medio como de grado superior, y destacaban los de la rama sanitaria. Para acceder a estos estudios (de ciclo superior) desde bachillerato, en un gran porcentaje hay que certificar estudios de la rama científica, y en 23 de los títulos se debe tener más de un 6 de media. Incluso puede ser necesario tener un 7 o más, como ocurre en ocho de las enseñanzas que se ofrecen en Galicia. Son notas provisionales, porque ahora queda matricularse, y tal vez algunos alumnos no lo hagan por diferentes motivos (haber pedido varios ciclos, estar pendientes de una titulación universitaria...) y se muevan las listas.
De las plazas de FP de ciclo superior, el 70 % están destinadas a estudiantes de bachillerato. En este grupo tienen preferencia aquellos que hayan cursado la rama vinculada a la titulación, y solo cuando entran todos los aspirantes de este cupo se tiene en cuenta a los que llegan de otras modalidades. Por eso en el caso de la rama biosanitaria resulta llamativo el nivel exigido. El ciclo más solicitado es el de Anatomía Patolóxica que ofrece el IES Lamas de Abade, de Santiago, cuyas plazas de bachillerato están ocupadas por estudiantes de entre 9,24 y 8,05 de media en la modalidad científica.
Esta titulación es sin duda la estrella de la oferta, porque en los cuatro centros públicos en los que se imparte la exigencia a los bachilleres es de notable. Solo en el centro privado Aloya, de Vigo, la nota del último admitido este año es inferior, de 6,33, aunque tampoco baja; y el primer anotado está en el 8,35.
Pendientes de la lista
Y no solo eso. En A Coruña hay unos 120 bachilleres en lista de espera, 110 en Santiago, 100 en Vigo y 50 en Pontevedra.
Otro tanto ocurre con el ciclo de Radioterapia, aunque en este caso con la peculiaridad de que solo se ofrece en el Ánxel Casal, de Monte Alto, A Coruña, y por tanto tiene un corte muy exigente: los convocados en junio procedentes de bachillerato tenían entre 8,55 y 7,5 de nota, y eso en la modalidad científica. Tiene 106 alumnos de bachillerato (de ciencias y otras modalidades) en lista de espera, además de 36 estudiantes que llegan de ciclo medio y 46 que han cursado otro ciclo superior.
Menos movilidad
El de Laboratorio Clínico es otro de los grados con más demanda. En los siete institutos donde se imparte la exigencia va del 7,19 de A Coruña al 6,05 de Noia, y es el centro privado vigués el único que baja de esta marca (y para eso se queda en el 5,81).
En FP hay que tener en cuenta que, a pesar de tratarse del mismo grupo de edad que en la universidad, los estudiantes son más reacios a cambiar de ciudad, y por eso se puede ver una variación importante de notas según el lugar que se analice. Las ciudades son, por definición, las que tienen medias más exigentes. Eso explica que en el ciclo de Laboratorio Clínico haya una lista de 129 nombres de bachilleres en A Coruña, algunos de la modalidad de ciencias, mientras que en Noia solo sean tres y todos de otras ramas.
Diferencias entre ciudades
Solo hay un ciclo superior de FP sanitario, el de Audioloxía Protésica, que se puede cursar el próximo año desde bachiller sin pasar de seis de media. En el Ánxel Casal entró en esta primera convocatoria un aspirante con un 5,89 de media en su bachillerato (científico). En otros ciclos también es posible, pero hay que elegir bien el instituto en el que uno se anota. Por ejemplo, Dietética resultó más duro este año en A Coruña (las notas oscilaron entre 9,66 y 7,14) que en el CIFP A Carballeira, de Ourense, con una horquilla que se quedó entre el 7,81 y el 5,63.
El ciclo de Educación Infantil despunta en las ciudades
Los ciclos de la rama biosanitaria son los que en conjunto tienen más tirón, pero en Galicia hay cada vez más titulaciones superiores con éxito. Es el caso de la de Laboratorio de Análise e de Control de Calidade. En la titulación que imparte el IES Lamas de Abade de Santiago los bachilleres que entraron tenían entre 8,1 y 7,15 de nota media en la rama de ciencias, y quedaron 47 en lista de espera, además de 21 con una FP superior que no pudieron entrar y hasta tres titulados universitarios.
En el CIFP Manuel Antonio, de Vigo, esta titulación se movió entre el 8,80 y el 6,50, con unas 20 personas procedentes de bachillerato que se han quedado sin plaza, al menos momentáneamente. Y en el IES de A Sardiñeira, en A Coruña, las notas de acceso oscilaron entre el 7,76 y el 5,86, y 29 aspirantes están pendientes de que se mueva la lista para poder estudiar el ciclo.
El de Educación Infantil es otro de los ciclos que tiene bastante éxito en las ciudades. Por ejemplo, en Santiago (CIFP Compostela) el arco de bachillerato va del 8,6 al 6,8; en A Coruña (Ánxel Casal) se mueve entre el 9,16 y el 6,9; en Pontevedra (CIFP A Xunqueira) oscila del 9,43 al 6,62; y en Ourense (CIFP Portovello) del 8,24 al 6,05. En Ferrol (CIFP Ferrolterra), de 8,95 a 5,9; en Lugo (CIFP Politécnico) va del 7,76 al 6,19, y en el IES de Chapela entraron con entre el 7,16 y el 5,6.
Unos 700 sin plaza
Contando los centros privados que hay en A Coruña y Vigo y todos los institutos, hay unas 700 personas con título de bachillerato que ahora mismo no han podido entrar en Educación Infantil. De este grupo destaca por su volumen la lista de A Coruña, con 173 aspirantes al Ánxel Casal, la de Santiago (157) y la de Pontevedra (100).
Pero hay más grados de FP superior que tienen exceso de demanda. Los hay adaptados a los nuevos tiempos -Animacións 3D, Xogos e Contornos Interactivos, del IES Someso, de A Coruña, ha tenido una primera nota mínima de bachillerato en 6,95 y 123 aspirantes sin plaza- y otros clásicos que han revivido en los últimos tiempos, como el de Patronaxe e Moda, en el CIFP Paseo dasPontes, de A Coruña, con expedientes que van del 8,33 al 5,95, y una lista de espera de 50 personas.