Alumnos de FP unen a empresas y estudiantes para resolver retos

MONTSE CARNEIRO A CORUÑA / LA VOZ

EDUCACIÓN

MARCOS MÍGUEZ

La plataforma tecnológica creada por el equipo del Urbano Lugrís y el Fernando Wirtz, premiada por la Fundación Repsol

30 abr 2018 . Actualizado a las 21:52 h.

En menos de dos meses y al mismo tiempo que atendían sus clases en los ciclos superiores de FP en los que están matriculados, Marcos Martínez, Andrés Lage, Benigno Rosua y Juan Manuel Paz llevaron adelante un proyecto portentoso que esta semana recibió el premio Emprendimiento en FP convocado por la Fundación Repsol.

El equipo, apoyado por Begoña García, profesora del IES Urbano Lugrís, se impuso a otros 12 grupos de estudiantes que aceptaron el convite de Repsol para embarcarse en una experiencia formativa y creadora que los retaba a desarrollar un modelo de negocio viable, innovador y comprometido socialmente. El grupo también se impuso a fuerzas mayores, como el sanedrín de exdirectivos de grandes empresas que fueron sus mentores desde el inicio del proceso, poniendo peros a todo cuanto les proponían. Era su función. Mostrarles lo difícil de triunfar ahí fuera y saber cuán seguros estaban los chavales de su luminosa idea.

«Las empresas no os van ni a recibir, nos decían. Todo era no. Cuando decían sí a algo se hacía un silencio tremendo», explica Andrés, líder del grupo -junto con Marcos-, por decisión del equipo del consultor Néstor Guerra, gurú del emprendimiento que dirigió la fase de formación de los chavales en competencias tan valiosas como liderazgo y gestión de equipos, creatividad y desing thinking, diseño y variación de modelos de negocios, finanzas para emprendedores, márketing y marca, comunicación y defensa de proyectos, en fin, las técnicas que se encuentran detrás de los aciertos.

Con este batiburrillo y una idea embrionaria -más bien, un problema: la fuga de talento y la desconexión entre el sistema educativo y el mercado laboral-, los cuatro estudiantes fueron afinando expectativas, corrigiendo errores, superando fracasos, hasta concebir un negocio que no solo tumbó los malos augurios de los bienintencionados mentores -las compañías Gas Natural Unión Fenosa, Estrella Galicia, Calvo, Eulen o ABN Pipes los recibieron y validaron-, sino que despertó el interés real de algunas de estas firmas y representantes educativos para ponerlo en marcha.

¿El producto? Un plataforma tecnológica que conecta a empresas con necesidades por resolver con estudiantes aplicados en la tarea: ellas planteando problemas de su día a día y ofreciendo donaciones a cambio de solución; ellos, dando respuestas desde equipos multidisciplinares. «Está todo pensado. Solo falta que encontremos financiación o una aceleradora de start-up».