El Xulián Magariños de Negreira presenta a padres de alumnos de FP su proyecto para dejar los móviles en una caja

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

La idea se ha puesto ya en marcha en centros educativos de Madrid

18 sep 2017 . Actualizado a las 08:50 h.

El curso 2017-2018 echó ayer a rodar en los centros de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) de toda Galicia. En el instituto Xulián Magariños, de Negreira, los profesores aprovecharon para presentar a los padres de los alumnos de algunas aulas de ciclos formativos de FP una idea que ahora baraja implantar Francia, pero que ya practican centros de otras comunidades como la de Madrid: dejar los teléfonos móviles a la entrada del aula. La idea es no tener que llegar al extremo de tener que llamar a alguno de los progenitores para que vaya a recuperar el smartphone de su hijo después de que este le fuera confiscado por haberlo usado sin permiso durante la clase. La medida, dicen desde el centro, fue bien acogida por los padres.

El método

¿Por qué? Porque no se trata de prohibir el uso del teléfono. Únicamente los chavales tendrán que dejarlo a la entrada del aula en una caja repartida en compartimentos para que cada uno pueda dejar su teléfono y no volverse loco para buscarlo al volver a casa. «La idea es que la caja se guarde dentro del aula para que, en caso de que un profesor quiera usarlos con fines didácticos, puedan recuperarse rápidamente», explica el director del centro, Adelino Pose. Para poder usarlos así, los docentes han de contar con la aprobación del consello escolar.

Un decreto aprobado por la Xunta en el 2015 prohíbe el uso del teléfono móvil durante las clases, a menos que este aparato tecnológico tenga que usarse por demanda del profesor con un objetivo educativo.