Premio extraordinario de FP a los 43

EDUCACIÓN

lolita vázquez

La valdeorresa Ana Barrio decidió volver al instituto tras comprobar que el mercado laboral en su zona de residencia era casi inaccesible para una licenciada en Biología

06 jul 2017 . Actualizado a las 20:25 h.

El esfuerzo tiene recompensa. Es una frase que escucha todo estudiante -muchas veces y por momentos de manera incluso incesante- a lo largo de su vida entre libros. Y normalmente el premio llega al fin con el título (y en la niñez, probablemente con una bici o un ordenador). Aunque hay para quien viene con más; como en el caso de la barquense Ana Belén Barrio, encantada de saber que su esfuerzo como alumna del ciclo superior de Administración y Finanzas en el IES Lauro Olmo le ha valido un buenísimo expediente académico (con una media de 9,92) y 850 euros, que se gastará invitando a su familia a comer. «Se lo debo», dice esta estudiante premiada después de la que ha sido su última experiencia académica, pero no la única.

Barrio hace años que se licenció en Biología. También realizó estudios máster y varios cursos. Pero siempre quiso vivir en su Valdeorras natal, y su titulación no le aportaba muchas salidas laborales en el oriente ourensano, según ella misma apunta. Tuvo alguna experiencia profesional como bióloga, pero la mayoría de los trabajos no tenían mucho que ver con eso. Un día, pensando en cómo mejorar esa situación, tras dos años en el paro, recaló en la formación profesional. «Administración y Finanzas era de los estudios que más contratos formalizaba, y además los había aquí», relata. Así que se decidió. Le ayudó a dar ese paso que el IES Lauro Olmo «tenía buena fama».

Fueron dos cursos intensos, para los que confiesa que tuvo que mentalizarse. Y es que ¿cómo es eso de compartir pupitre de nuevo, y con personas mucho más jóvenes? «Fue complicado porque es volver al instituto, a las normas, a tener un recreo... Además, aunque había gente de 30 años, la mayoría eran de 20; y yo tengo 43 -explica-. Son personas que manejan otros objetivos distintos a los tuyos, menos a corto plazo; y yo tenía menos tiempo que perder», recuerda. No escatimó dedicación entre los libros para sacar las mejores notas posibles. Dice que fueron muchas horas, muchas de ellas acompañadas de su perro, sobre el que bromea diciendo que domina la contabilidad. «Aunque solo sea por el tiempo que echó conmigo estudiando, tiene que saber tanto como yo», apunta divertida.

Compromisos a un lado

Cuenta que volver a los libros supuso una gran exigencia personal, para ella y para su familia. «Dejas muchas responsabilidades y compromisos a un lado para poder estudiar», admite, por eso asegura que sin el apoyo de sus padres y de su pareja esta empresa habría sido imposible. Fue por ello que este último año -inmediatamente después de concluir- lo ha dedicado a una tarea que ella califica muy gráficamente: «Recuperar mi vida». Se casó y ahora está de reformas en casa.

Tras celebrarlo con esa comida con la que agasajará a sus seres más cercanos, toca ponerse de nuevo a buscar trabajo, empeño en el que ahora espera tener más suerte. Y entonces es cuando no se ahorra las críticas hacia el sistema educativo. «Me llevé una decepción, porque creo que los centros de formación profesional deberían mover los expedientes entre las empresas de la zona», señala Barrio. Lo explica: «Yo puedo enviar mi currículo, pero en él no va mi expediente; y creo que el propio centro podría hacer más en ese sentido». Pero no funciona así, lamenta. «Lo único que tengo es algún contacto esporádico con algún profesor que puedo encontrarme en la calle, pero nada más». Cree que con ese apoyo desde los propios centros de formación profesional sería más fácil lograr la inserción laboral de los estudiantes.

Un 9,9 de media

Para poder optar a los premios extraordinarios es preciso alcanzar una media superior a 8,5 puntos; una cifra que Barrio vio que superaba ampliamente (con un 9,92) y por eso no dudó en presentarse cuando supo de la convocatoria. Ahora, mientras disfruta del premio y del título, espera que este -por fin- le sirva para conseguir una salida profesional que su paso por la universidad no le ha dado hasta el momento.