El Gobierno paraliza la Lomce y permite graduarse en la ESO con dos suspensos

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

CARMELA QUEIJEIRO

El ministerio lima diferencias con las comunidades para lograr el pacto por la educación

19 abr 2017 . Actualizado a las 07:42 h.

Nadie podrá acusar a Íñigo Méndez de Vigo de regatear esfuerzos para conseguir el ansiado pacto de Estado social y político por la educación. El equipo del ministerio ha consensuado con las comunidades, según la agencia Efe, un borrador de decreto que echa más tierra sobre la Lomce: los alumnos que terminen ESO con menos de un 5 de media o hasta con dos suspensas -si no son a la vez Matemáticas y Lengua Castellana (o Lingua Galega, en su caso)- podrán obtener el título de secundaria.

Esto supone volver al sistema anterior a la Lomce en lo que corresponde a este asunto, ya que la LOE, la ley del 2006, permitía pasar de etapa con dos suspensas, e incluso tres, si el claustro consideraba que el alumno tenía las competencias básicas y los objetivos de la ESO a pesar de sus insuficientes. Después llegó José Ignacio Wert y estipuló que los alumnos que quisiesen titularse en ESO -hay que recordar que son los estudios obligatorios en España- deberían tener aprobadas todas las asignaturas, y ni siquiera así se garantizaba su condición de titulados, porque además del aprobado en su colegio o instituto tenían que pasar una prueba externa, la famosa reválida. Ese examen, que tantas manifestaciones protagonizó entre el 2013 y el 2016, quedó arrinconada el pasado diciembre con el real decreto que determinaba su voluntariedad. Sin embargo, todavía quedaba el fleco de tener que superar todas las asignaturas para titularse.

Andalucía, del lado del pacto

De cuál es el objetivo de Méndez de Vigo con este nuevo paso hacia la derogación de facto de la Lomce da idea la reacción de la consejera de Educación de Andalucía, Adelaida de la Calle. Según recoge la agencia Europa Press, De la Calle se felicitó por el decreto, ya que imprime «flexibilidad al sistema y oportunidades para que todo el mundo pueda seguir sus estudios».

Andalucía es uno de los azotes del Gobierno del PP en materia de educación, solo superada por Cataluña, donde impera el componente lingüístico. Por eso las declaraciones de De la Calle son tan importantes. De hecho, desde el ministerio se explicaba ayer el matiz más repetido de la era Méndez de Vigo: la suspensión de las condiciones Lomce es mientras se negocia el pacto. La política del ministro es atraerse a los consejeros aprovechando sus puntos débiles y en Andalucía la permanencia de los alumnos en el sistema es uno de los mayores, con una tasa de abandono temprano (dejan los estudios tras la ESO) del 24 %, muy lejos del 15 % gallego. Las cifras educativas andaluzas caerían todavía más si se mantenía la exigencia de aprobarlo todo para titularse.

Abrir la mano en el título

Es posible que el próximo anuncio en este desmantelamiento sistemático de la Lomce vaya por donde apuntaba esta misma semana el conselleiro de Educación de Galicia, Román Rodríguez: su departamento negocia con las asociaciones de personas con discapacidad poder certificar las habilidades de los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE), muchos de los cuales no pueden titularse en ESO con el actual sistema al tener el currículo adaptado, algo que les cierra la puerta a otras enseñanzas, como la FP.

Los directores ven lógica la medida tras haberse anulado la reválida en diciembre

El presidente de la Federación de Asociaciones de Centros Educativos Públicos (Fedadi), Alberto Arriazu, afirmó ayer a Europa Press que sin la evaluación final de la ESO de la Lomce obligatoria «lo lógico» era dejar el sistema de obtención del título de la etapa como estaba hasta ahora, es decir, sin la obligación de obtener una calificación mínima de cinco puntos en la ESO y con la posibilidad de pasar a bachillerato con dos suspensos.

Arriazu explicó que, aunque desde enero los institutos contaban con que la titulación se mantendría prácticamente como hasta ahora -tras la aprobación en diciembre del decreto ley que modificaba la Lomce y eliminaba los efectos académicos de las reválidas-, parece increíble que «a un mes de acabar el curso todavía no haya una norma aprobada». Además, añadió que la nota de 5 en ESO para obtener el título «dejó de tener sentido si ya no hay una evaluación obligatoria», para recordar que se puede sacar una media de notable con dos suspensos y no llegar al aprobado si se suspende una asignatura.