Santiago acapara casi el 25 % de los proyectos innovadores de FP

Elisa Álvarez González
E. Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

EDUCACIÓN

El hogar digital fue uno de los proyectos premiados del Politécnico en ediciones anteriores.
El hogar digital fue uno de los proyectos premiados del Politécnico en ediciones anteriores. Á. Ballesteros< / span>

Solo el CIFP Politécnico cuenta con 8 de las 38 propuestas presentadas

16 feb 2015 . Actualizado a las 09:51 h.

En el año 2011, el Ministerio de Educación creó los premios de innovación en formación profesional y a partir del 2012 la Consellería cogió el testigo. Este año se han presentado 38 proyectos en toda Galicia. De ellos, en casi la cuarta parte, nueve, están implicados centros compostelanos. Lo cierto es que el CIFP Politécnico acapara ocho, y el IES As Fontiñas completa el cupo de Santiago con uno.

Los proyectos se engloban en dos categorías, innovación tecnológica o científica o didáctica, y el presupuesto máximo es de 40.000 euros por iniciativa, aunque algunas de las propuestas se desarrollan en varias ediciones al ser más ambiciosas. Los premios reconocen la adecuación a los ciclos formativos, la participación del alumnado o el hecho de mejorar la inserción laboral y la empleabilidad. Tras la resolución, el proyecto debe resolverse durante este año.

El Politécnico ha presentado en este 2015 ocho propuestas, cinco de la modalidad científica y tres de la didáctica. En dos de ellas, una relacionada con los ciclos de madera y otra con los de soldadura, los coordinadores son otros institutos, en concreto el IES de Ortigueira y el CIFP Valentín Paz Andrade respectivamente. ¿Y cuál es el objetivo? En el primero de ellos, elaborar elementos de ebanistería y carpintería en 3D, mientras que en el segundo, los docentes buscan incorporar al sistema educativo las tecnologías de última generación en técnicas de soldadura, lo que permitiría un ahorro del 56 % en tiempos de taller y del 68 % en costes.

Santiago Díaz, secretario del Politécnico, asegura que algunos proyectos son aplicables a todas las familias del centro, por lo que pueden beneficiar al alumnado en general y mejorar su empleabilidad. Con los recursos obtenidos, en caso de ser seleccionados, se adquieren tecnologías para poder implementarlos.

No todos los proyectos son puramente científicos. Ramón Tojo coordina uno que tiene espíritu musical. Se desarrolla en colaboración con el Conservatorio Profesional de Música de Santiago y con un estudio de grabación lucense. «Queremos poner en contacto dos mundos que parecen estar alejados y deberían ser más próximos: los músicos profesionales y los técnicos», dice. De lo que se trata es de que los alumnos de los ciclos de FP se acerquen a los instrumentos desde la visión de los músicos, de cara a convertirse en futuros técnicos de sonido y viceversa, es decir, que los solistas e instrumentistas puedan tener nociones sobre las condiciones acústicas del local.

Para Santiago Díaz, uno de los éxitos de la participación del centro se debe a la colaboración del profesorado, «más o menos la mitad están implicados en estos proyectos», apunta. La necesidad de llevar a cabo este tipo de iniciativas responde, según Díaz, a que cada vez los alumnos necesitan una formación más integral y especializada para favorecer la inserción laboral, que en el centro ronda el 81 %.