Fue decano de Educación en Santiago a principios de los 80
05 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Juan Manuel Escudero Muñoz (Cáceres, 1947) es un testigo privilegiado del panorama educativo español. Desde su licenciatura en Pedagogía por la Universidad de Salamanca a principios de los 70 hasta ayer, en que se convirtió en doctor honoris causa de la Universidade de Santiago, pasó por varias instituciones académicas superiores del país y mantuvo siempre una postura activa en su sector. Su relación con la USC se remonta a principios de los 80, cuando fue decano de Educación varios meses, y sigue muy unido a través de colaboraciones y tesis. En la actualidad es catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Murcia y de su impronta habla la multitud de docentes de toda España que ayer lo arroparon en Fonseca.
-¿Cuáles fueron los mayores avances educativos en estas cuatro décadas?
-Se avanzó bastante y se cubrieron etapas determinantes hasta conseguir el acceso de toda la población a la escolarización. Esta penetración educativa se dio en todas los niveles y eso hay que valorarlo.
-Habrá algún suspenso.
-Claro. La asignatura pendiente es la alta tasa de fracaso escolar, sobre todo en las etapas obligatorias. Nuestros problemas no son los informes -menciona expresamente PISA-, es la realidad, que está ahí y que arroja fracasos preocupantes.
-Esos logros de los que hablaba suenan a lejanos.
-Recientemente también se han conseguido éxitos, pero no terminamos de dar ese paso firme que convierta a la educación en algo más justo y democrático.
-¿Y ustedes, que de alguna manera pueden ver el futuro en los ojos de sus alumnos, qué creen que se nos viene encima?
-En la comunidad educativa hay inquietud por algunos planteamientos que se están haciendo -la Lomce- que no auguran buenos resultados. Va a quedar más gente a su suerte, y eso es muy negativo.
-¿Ve frustración en el profesorado por la coyuntura de los últimos años?
-Los recortes y los ajustes afectan a todos, y el profesorado también se resiente. Y sí, veo cierta frustración porque se han tocado cuestiones que ponen en duda el valor de los docentes. Desde la Administración desde luego, pero también desde la sociedad.