Alejandro Miras: «En el sector de la piedra natural daremos un salto en proyección global si nos lo creemos más desde Galicia»

ECONOMÍA

El director de la feria Stonegal aconseja que competir contra Asia en calidad y no en precios
06 may 2025 . Actualizado a las 01:34 h.El sector de la piedra natural de Galicia considera que ha llegado su momento. La industria está decidida a dar un salto en proyección internacional y demostrar todo lo que es capaz de aportar. Stonegal es uno de los pilares que sostienen esta estrategia, al erigirse en un evento de referencia que congregará en Vigo a más de cien empresas y 3.000 profesionales. Su director, Alejandro Miras, lo tiene claro: «Nos toca poner en valor la belleza de la piedra natural, sus características únicas y su eternidad. No existe una igual». La primera edición se celebrará del 3 al 5 de junio en el recinto ferial del Ifevi.
—¿Cómo surge la idea de poner en marcha una feria dedicada a la piedra natural?
—Es un camino que venimos recorriendo desde hace dos años y medio. En España, hasta ahora, no existía un evento exclusivo de la piedra natural, porque en todos han tenido cabida los sintéticos. Sin embargo, estos materiales empezaron conformando una oferta minoritaria y, hoy en día, de alguna manera, ya amenaza el mercado de la piedra no orgánica. De ahí nuestro interés por diferenciar lo natural de lo artificial. Además, Galicia es toda una potencia en piedra natural. Junto con el norte de Portugal, esta región produce el 50 % del granito de Europa y el 90 % de la pizarra. En los últimos treinta años aquí ha madurado un importante ecosistema empresarial que ha evolucionado con las crisis. Todo esto genera que la nuestra sea una comunidad muy interesante para un evento propio.
—La piedra gallega está en edificios y construcciones de medio mundo. ¿Qué falta para dar un salto en proyección internacional?
—Daremos ese salto si nos lo creemos más desde dentro, desde Galicia. Lo que está claro es que contamos con un grupo de empresas que han pasado por varias fases en función del crecimiento del mercado. En un principio no tenían competencia, pero después vinieron varias recesiones, desde la crisis de las hipotecas subprime, que provocaron en el sector un parón muy grande. Sin embargo, no desaparecieron, ni mucho menos, la mayoría de estas compañías, que son familiares y más resilientes frente a la incertidumbre. De hecho, todo eso desembocó en la consolidación de un importante tejido industrial alrededor de la piedra natural que apuesta por la innovación.
—¿Falta inversión en tecnología?
—Estamos en ello, pero hay que tener en cuenta que en este caso se trata fundamentalmente de iniciativa privada, que es mucho menos rimbombante, pero es más real y más constante. Stonegal tendrá una zona de presentaciones comerciales que conocemos como las Stone Talks. Serán encuentros para abordar las novedades tecnológicas. Galicia es pionera en este sentido porque exportamos maquinaria de automatización de procesos productivos, brazos robóticos o sistemas de elaboración y de corte. El sector ya es consciente de que invertir en tecnología hace que las fábricas, al fin y al cabo, sean mucho más rentables.
—En los últimos años, la piedra en Galicia ha avanzado en cuanto a consolidar todo su proceso productivo, desde la extracción hasta la comercialización. ¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta ahora el sector?
—Disponer de una marca que identifique nuestra procedencia, una especie de denominación de origen. Pero también romper la dinámica de competir a la baja, de competir solo en precio, y posicionarnos como productores de bienes de mayor calidad.
—El sector en varias ocasiones ha puesto en valor el modelo italiano...
—Sí, los italianos son los que generalmente hacen esto bien con sus productos. Estampan una etiqueta de tres colores y esa bandera ya les da un plus de calidad. Bueno, pues vamos a intentar hacer algo parecido desde Galicia que refleje el saber hacer de nuestro sector y de la materia prima. Nosotros somos una industria europea con características de industria europea: costes laborales, protección del medio ambiente y regulaciones.
—¿Quiénes son sus principales competidores?
—Como en casi todo, hay dos operadores enormes, que son China y la India. Cada uno tiene un modelo distinto.
—En el catálogo del granito gallego hay casi medio centenar de referencias. ¿Eso colma las expectativas del consumidor o hace falta avanzar?
—En una misma zona geográfica no se puede disponer de una variedad infinita. Aquí tenemos un rosa Porriño que presume de unas tonalidades únicas y que se valora muchísimo en mercados foráneos, porque además de bonito es muy resistente. No es común saberlo, pero Marruecos es el segundo comprador del mundo de este material. Además, en el sur de Galicia se consiguen unos grises que también tienen unas características físico-mecánicas propias, sin competencia. No hace falta tener todo el catálogo de granitos donde se realiza la producción, porque hasta aquí, a través del puerto de Vigo, traemos bloques de Angola o Brasil, por ejemplo, que la industria corta en tabla, los pule y les saca brillo. Estos países tienen una variedad de granitos preciosos con unas vetas muy pronunciadas y unos colores muy saturados rojos o verdes. Lo importante, más bien, es ser un operador de referencia en este mercado y disponer de conexiones con las geografías de origen, con sus canteras, para traer el material hasta aquí y saber aplicarles valor añadido, como sabemos.
«La industria local de la piedra natural será anfitriona en un evento internacional»
La primera edición de Stonegal ocupará dos pabellones del recinto ferial de Vigo y se celebrará sobre ochenta expositores. Alejandro Miras pone en valor que la organización ha logrado extender un convenio de colaboración con la entidad italiana Cofindustria, «lo que nos permitirá contar con un amplio expositor de maquinaria de este país», histórica proveedora de las fábricas gallegas. Además, durante el desarrollo de la feria habrá un congreso «con un cartel muy importante de arquitectos», otro gremio al que quiere acercarse el sector por tratarse de «las personas que determinan cuál y cómo va a ser el uso de la piedra natural en una obra». Entre los nombres confirmados destacan Eduardo Souto de Moura, premio Pritzker 2011; Antón García-Abril, arquitecto y profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT); Belén Moneo, cofundadora de Moneo Brock Studio y referente en diseño sostenible; y Carme Pinós, Premio Nacional de Arquitectura 2021.