El fantasma de la recesión siembra el pánico en las bolsas de todo el mundo

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID | LA VOZ

ECONOMÍA

RICARDO RUBIO / EUROPA PRESS

El tsunami de ventas se llevó por delante en dos días 47.500 millones del Ibex

05 abr 2025 . Actualizado a las 10:21 h.

El dinero es miedoso, tolera mal la incertidumbre. Y precisamente el miedo a que la guerra comercial declarada por Donald Trump desencadene una recesión global sembró este viernes el pánico en las bolsas mundiales. Los mercados no comparten la optimista visión del presidente estadounidense, que en una analogía médica, aseguraba en la noche del jueves que el paciente (Estados Unidos) había sido intevenido con éxito en el Día de la Liberación y se recuperaba bien. Lo afirmó tras una primera jornada convulsa en las bolsas, con los índices americanos teñidos de rojo, en una reacción de clara desconfianza hacia su agresiva política comercial. Lejos de la interpretación de Trump, el miedo no solo no amainó hoy, sino que se agudizó, provocando un tsunami de ventas en todas las plazas de Asia, Europa y América.

La volatilidad extrema se contagió a todos los mercados en un viernes negro en el que los principales índices mundiales registraron sus pérdidas más abultadas desde la pandemia, hace cinco años.

Es el caso del selectivo español, que no pudo mantener la serenidad de la víspera, cuando —con una caída del 1,19 %— fue el mercado europeo menos castigado. Hoy las tornas cambiaron, y el Ibex 35 cerró cediendo casi un 6 % (el 5,83 % concretamente), que en algunos momentos de la jornada rebasó de largo el 6 %, como cuando en el medio día China anunció su contraataque arancelario frente a las tasas de Estados Unidos.

En los dos días que han pasado desde que Trump declarara la guerra comercial al mundo, en el parqué nacional se esfumaron prácticamente 47.500 millones de capitalización bursátil, es decir, de valor de las empresas que cotizan en el Ibex.

¿Por qué el castigo a la banca?

La banca está siendo el sector más castigado. ¿El motivo? Básicamente, que las entidades financieras ganan más cuanto más altos están los tipos de interés, pero una recesión —como la que parece que los mercados descuentan que provocará la política arancelaria de Trump— obligará a los bancos centrales a bajarlos, como modo de estimular el crecimiento económico (pese al inminente riesgo inflacionario). A ello se suma también, como señalan los analistas de Barclays, que aunque los bancos no sufran el impacto directo de la subida de los gravámenes comerciales, sí están expuestos a cada industria que los padecerá.

En cualquier caso, esa tormenta perfecta del miedo volatizó nada menos que 22.730 millones de euros de la capitalización bursátil de los bancos españoles, que registraron caídas medias de en torno al 10 %.

Banco Sabadell fue el que mayor cataclismo soportó, con unas pérdidas del 11 % que dejan su cotización en 2,30 euros. Le siguieron Unicaja (-10,5 %) y CaixaBank (-10,6 %), mientras que BBVA y Bankinter se dejaron más de un 9,3 %, y Santander —coincidiendo con su junta general de accionistas— perdió un 8,7 %.

Ni las buenas cifras de creación de empleo en Estados Unidos (228.000 puestos de trabajo, rebasando los 150.000 previstos), que se conocieron a media sesión, consiguieron templar el ánimo de los inversores. La apertura de Wall Street, ya teñido de rojo, no hizo más que agudizar el miedo en Europa.

Así, el resto de plazas europeas también registraron abultados retrocesos. Milán perdió un 6,53 %, mientras que Fráncfort y Londres cedieron prácticamente un 5 % y París cerró conteniendo algo las pérdidas: en el 4,26 %.

¿Será una corrección pasajera, como sostienen desde la administración estadounidense? Indicadores adelantados de recesión global, como el precio del petróleo, parecen indicar lo contrario, es decir, que el dinero saldrá de la bolsa y buscará refugios más seguros. Eso explica, por ejemplo, el repunte de la renta fija, ya que los inversores se ponen a cubierto comprando bonos, que, en consecuencia, bajan su rentabilidad. El interés del bono estadounidense a diez años ha caído por debajo del 4 %, mientras que el alemán —principal referencia en Europa— ha retrocedido 15 puntos, hasta el 2,49 %.

Paralelamente, también el dólar continua depreciándose frente al dólar y Wall Street seguía teñido de rojo. Al cierre de la sesión, su principales índices, el Dow Jones y el tecnológico Nasdaq, cedían respectivamente un 5,82 % y un 5,5 %.