Marc Murtra, un hombre de partido para «emprender una nueva etapa» en Telefónica
ECONOMÍA

Cercano a los socialistas catalanes, su designación para la presidencia de Indra ya desató la polémica
19 ene 2025 . Actualizado a las 12:24 h.El Gobierno vuelve a mover ficha en el ecosistema económico español, con el objetivo de «emprender una nueva etapa» en una compañía tan estratégica para el país como Telefónica, y de nuevo el movimiento se realiza con Marc Murtra como ariete. Este ingeniero industrial catalán, de 52 años, llegó a la presidencia de Indra en el 2021, un nombramiento no exento de controversia, dado que atesora un perfil y una trayectoria que rebasan el marco de la neutralidad política. Con un currículo laboral a medio camino entre el sector público y la empresa privada, Murtra siempre ha sido un hombre próximo a los socialistas en Cataluña, hoy de nuevo al frente de la Generalitat con Salvador Illa tras los años más críticos del procés. Sus primeras armas en las moquetas ministeriales las veló como jefe de gabinete de Joan Clos, durante el tiempo en el que el exalcalde de Barcelona se desempeñó como ministro de Industria en el Gobierno de Zapatero, para ser más tarde responsable de Educación, Cultura y Deportes en el Ayuntamiento de Barcelona. A partir de ahí, montó su propia gestora de fondos de inversión, Closa Investments.
A esta hoja de vida sumó hace poco más de tres años su cargo al frente de Indra. En el 2021 recibió una llamada de la Moncloa, ya bajo el mandato de Pedro Sánchez. Alguien del Gobierno —todas las miradas se dirigieron a Raül Blanco, el por aquel entonces secretario de Estado de Industria y recién dimitido presidente de Renfe— levantó el teléfono para ofrecerle el sillón. La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), principal accionista de la cotizada en el Ibex, necesitaba un perfil cercano al Ejecutivo para apuntalar el liderazgo de la compañía en el sector industrial español.
Escasa proyección
Murtra aceptó el cargo, pero, víctima del síndrome del impostor, ha descuidado durante estos años en la presidencia de Indra su proyección pública. Su tormentosa llegada a la compañía, vista con recelo por su fuerte vinculación política, le ha llevado a un estilo caracterizado por la discreción, limitando sus apariciones más allá de las responsabilidades vinculadas a su puesto y, con ello, su exposición mediática.
Durante su gestión, Indra ha reforzado su posición en sectores como la defensa y la digitalización. Sin embargo, también ha afrontado críticas por una falta de transparencia en algunas decisiones clave, así como por una percepción de excesiva influencia gubernamental en el diseño de su estrategia. No obstante, la habilidad de Murtra para conectar diferentes mundos como la política, los negocios y la tecnología, resulta indudable. Desde ahora se sentará en otro consejo de administración, nuevo no solo para él, sino también en su composición por todos los cambios que en los próximos meses va a experimentar el órgano de dirección de Telefónica en un momento de crisis en el sector de las telecomunicaciones.
El ingeniero catalán consuma así el salto de una empresa estratégica del Ibex a otra. Su trayectoria y bajo perfil en Indra contrastan con la repercusión internacional que ha adquirido José María Álvarez-Pallete al frente de la compañía en la que se formó y curtió. Álvarez-Pallete, reconocido en los círculos empresariales, se ha erigido en cabeza visible de la patronal de las telecomunicaciones y organizadora del Mobile World Congress, la GSMA. La incógnita es si Murtra heredará también ese cargo.