El PSOE y Sumar pactan gravar los seguros de salud privados y un IVA del 21 % a los alquileres turísticos

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Acuerdan crear un impuesto para bienes de lujo y subir dos puntos el IRPF a las rentas de capital de más de 300.000 euros

12 nov 2024 . Actualizado a las 14:40 h.

PSOE y Sumar, los dos partidos que sostienen el Gobierno de coalición, llegaron ayer a un acuerdo para que la formación de Yolanda Díaz apoye la reforma fiscal que impulsa la parte socialista del Ejecutivo y que es uno de los compromisos acordados con la Comisión Europea a cambio del quinto desembolso de los fondos de recuperación, que se solicitará antes de que acabe el año.

En virtud del acuerdo, Sumar acepta prorrogar solo el impuesto temporal a la banca y permitir que decaiga el que gravaba a las grandes energéticas, que gracias a la presión ejercida por petroleras y eléctricas amenazando con congelar inversiones millonarias en Cataluña y el País Vasco, han conseguido asegurar el apoyo decisivo de Junts y el PNV en contra de la continuidad del tributo. No tendrán la misma suerte las entidades financieras, ya que tanto los partidos nacionalistas primero, como ahora la coalición de la vicepresidenta segunda aceptan «mantener el impuesto a la banca para que estas entidades, que solo pagan menos del 3 % de sus beneficios en impuestos y que están obteniendo beneficios récords, contribuyan de manera justa al sostenimiento de la sociedad de la que tantos beneficios obtienen al igual que el resto de empresas y ciudadanos», según reza el documento consensuado por PSOE y Sumar.

A cambio de ese apoyo, el socio minoritario de la coalición consigue colar en el paquete legislativo alguna de sus reivindicaciones en material fiscal, como la supresión de la exención fiscal a los seguros de salud, lo que implicaría que pasarían a estar gravados con el impuesto sobre las primas de seguro, al igual que ocurre con los de hogar o coche, lo que encarecería un 8 % los recibos. Una medida que Sumar defiende argumentando que la actual exención «tiene un claro sesgo regresivo, beneficiando fundamentalmente a las personas y familias de renta alta». Sin embargo, el acuerdo no recoge la supresión de la exención del IVA de la que disfruta la educación privada, que también reclamaba el partido de Yolanda Díaz con argumentos casi calcados a los del sector sanitario.

En medio de una grave crisis política por el acceso a la vivienda, los dos socios del Gobierno han acordado endurecer la tributación de los alquileres turísticos, a los que se aplicará un IVA del 21 %, «con el fin de recortar su rentabilidad» y forzar a sus dueños a pasarlos al mercado del alquiler de larga duración, lo que ayudaría a incrementar la oferta de pisos en las zonas tensionadas.

También en este apartado, se ha acordado suprimir el régimen fiscal especial del que disfrutan las socimis (sociedades anónimas cotizadas de inversión en el mercado inmobiliarios), que actualmente solo tributan al 1 % en el impuesto de sociedades, un caramelo fiscal que, a juicio de Sumar, «no ha servido para mejorar la oferta de viviendas».

Gravar los bienes suntuarios

El pacto fiscal entre PSOE y Sumar incluye también la creación de un nuevo «impuesto sobre los bienes suntuarios», como aviones privados, yates o coches de lujo.

Además, los socialistas han accedido a la presión de sus socios para endurecer la tributación de las rentas del ahorro de los contribuyentes más adinerados, elevando el tipo máximo del IRPF de las rentas del capital superiores a 300.000 euros, que pasará del pasaría del 28 % al 30 %, en lugar de al 29 % que proponían desde el PSOE.

En cualquier caso, el pacto alcanzado con Sumar, al igual que el cerrado hace dos semanas con el PNV y Junts, puede quedar en papel mojado si Hacienda no consigue el apoyo decisivo del resto de socios de investidura, como Podemos, Bildu o ERC. De hecho, la presión de los independentistas catalanes, que no aceptan que no se prorrogue el impuesto a las energéticas, obligó a aplazar ayer la reunión de la comisión del Congreso en la que se debían aprobar las enmiendas a la ley para luego elevar la norma al pleno, que deberá retrasar el debate hasta la semana que viene.