La banca digiere la caída de tipos con un recorte en la retribución de los depósitos
ECONOMÍA
El sector registra beneficios récord, pero la rentabilidad por cliente empieza a caer
02 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La foto principal que han dejado los resultados de los grandes bancos cotizados invita a pensar que el sector está logrando capear el temporal de las bajadas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) de una forma mucho más holgada de lo esperado. Frente a los pésimos augurios que a principios de año anticipaban los principales directivos del sector, los seis grandes del Ibex 35 (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) han cerrado los nueve primeros meses con un beneficio histórico de 23.600 millones de euros, un 19,6 % más. Y, lo más importante, el margen de intereses (que mide la diferencia entre la rentabilidad de lo que ingresa el banco por dar préstamos y lo que paga por los depósitos) se mantiene a raya en 68.542 millones de euros, un 8 % más.
Pero ¡cuidado! Si se baja un escalón y la comparativa se hace trimestre a trimestre, ya se puede observar cómo las cifras flojean entre julio y septiembre en algunos casos, cuando el giro de la política monetaria ya era patente. En ese trimestre estanco, y teniendo en cuenta el efecto estacional que supone el mes de agosto, de menor actividad, el beneficio del sector cayó un 2,8 % respecto al segundo trimestre, con algunas excepciones de entidades que sí han mejorado ganancias respecto a las obtenidas entre abril y junio.
Y pasa lo mismo con los márgenes, que retroceden un 3,8 %. Esto ha provocado que la rentabilidad que la banca genera por cada cliente haya iniciado cierta tendencia a la baja, con un par de entidades por debajo ya de la barrera del 3 % que habían logrado mantener en los últimos tiempos. «Surge una interrogante sobre la capacidad del sector para mantener el ritmo actual de crecimiento en ingresos y beneficios», indica Javier Molina, analista de eToro. «La cuestión se centra en si los bancos podrán compensar esta presión mediante la diversificación en nuevas áreas de negocio o a través de una optimización de costos sostenida», añade. De momento, el sector en bloque perfila su estrategia para gestionar márgenes y mantener los beneficios récord.
Y el camino es doble: por un lado, buscan crecer en volúmenes, comisiones y número de clientes para compensar el menor interés al que se ofrecerán las hipotecas y otros préstamos con la caída del euríbor. Por otro, intentarán ajustar la remuneración del ahorro para evitar romper ese equilibrio entre lo que se paga por los depósitos y lo que se ingresa por los préstamos. Por ahora nadie se atreve a tocar las condiciones de productos como las cuentas remuneradas, focalizando ese recorte más inmediato en la rentabilidad del ahorro a plazo y reduciendo su peso respecto al dinero en las cuentas.
Condiciones y estrategias
Bankinter ha sido el más claro en este sentido, calculando que casi dos tercios de sus depósitos a plazo vencen antes de diciembre de este año y un 18 % durante los tres primeros meses de 2025. Tal y como indicó la consejera delegada, Gloria Ortiz, los nuevos productos se ofrecerán a una rentabilidad menor. «Hemos acortado la duración de los depósitos para que la repreciación fuera más rápida», añadió la directiva hace unos días, durante la presentación de cuentas al mercado. Esa estrategia será generalizada en el sector, según vayan venciendo los depósitos que en su día se contrataron con los tipos más altos.
Pero existen otros caminos adicionales. Banco Santander, por ejemplo, ha apostado por concentrar a sus clientes en aquellos productos donde la entidad es más competitiva. «La repreciación que se está produciendo a la baja la estamos gestionando bien, con menor tendencia a que el cliente mueva el dinero de las cuentas a los depósitos a plazo, porque cada vez hay menos rentabilidad», reconocía esta semana José García Cantera, director financiero del banco cántabro.
Los datos del Banco de España también reflejan esta tendencia. La rentabilidad media de los depósitos a plazo se encuentra en el 2,60 %, por debajo del 2,65 % de junio, cuando se inició los recortes de tipos. Mientras, en el resto de la zona euro, la rentabilidad de los depósitos se ha situado muy por delante de la banca española, con tipos que han superado ampliamente el 3 %.
Trasladar el ahorro de los depósitos hacia otros productos como los fondos de inversión es otra de las opciones que se ofrecen al cliente español, con un perfil muy conservador. Bajo la promesa de algo más de rentabilidad, las entidades también consiguen con estos productos mayores ingresos por comisiones, clave para mejorar sus márgenes.
La competencia se acelera en medio de la opa del BBVA al Sabadell
«A río revuelto, ganancia de pescadores». Estas palabras pronunciadas el pasado julio por el consejero delegado del Banco Santander, Héctor Grisi, reflejan el interés de las grandes entidades por captar clientes en pleno proceso de opa de BBVA sobre Banco Sabadell. Aunque públicamente no lo reconocen, en los corrillos financieros se descuenta que todas las entidades buscan rascar cuota de mercado en los huecos que pueda dejar la operación. «Estos movimientos se notan más cuando se produce la fusión, cuando llegan los momentos más complicados derivados de la integración tecnológica, etcétera», explican desde Bankinter. No obstante, el robo de clientes no es nuevo para un sector acostumbrado a mover ficha cuando alguien lo hace primero.
Objetivo, pymes
De momento, tanto BBVA como Sabadell no ceden terreno. Según sus informes financieros del tercer trimestre, la entidad de origen catalán cerró septiembre con un volumen de 42.000 millones de euros de crédito vivo a pymes y grandes empresas, un 3 % más en lo que va de año —y un 1,3 % en términos interanuales— en uno de los segmentos más disputados ahora mismo en este sector. El banco vasco, por su parte, también crece en pequeñas y medianas empresas en más de un 5 % en España.
«Nuestra obligación es ser competitivos y crecer», indican desde otra entidad que, no obstante, matiza no existe una actitud beligerante por parte del resto de operadores, en el sentido de que exista una orden de ir a cazar al cliente descontentos de los dos bancos inmersos en la opa, sino que se trata de la dinámica general en un sector con un elevado nivel de competencia. «Todos queremos ganar cuota de mercado», resumen esas fuentes.