Adiós a los cajeros del paro tras veinte años en funcionamiento

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán Ramón Alvite MAZARICOS / LA VOZ

ECONOMÍA

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Problemas con la identificación digital y la posibilidad de hacer los trámites por vía telemática lleva a retirar unos 200 terminales

01 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los puntos de información del Servicio Público de Empleo de Galicia, los más conocidos como cajeros del paro, tienen los días contados. De hecho, durante las próximas semanas personal adscrito a la Axencia para la Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega) los desconectarán y retirarán definitivamente tras casi dos décadas en funcionamiento.

Así se lo ha comunicado la Consellería de Emprego al centenar largo de ayuntamientos que todavía disponen de unos de estos terminales. Quedan 154 ubicados en dependencias municipales y cerca de medio centenar más en las 58 oficinas de empleo repartidas por la comunidad.

Las restricciones legislativas en el ámbito de la protección de datos relativas a la identificación biométrica, concretamente la huella digital —principal sistema de validación en estos cajeros—, junto al hecho de que prácticamente el 100 % de los trámites de las personas demandantes de empleo en la comunidad puedan realizarse ya de forma telemática, han llevado a la Xunta a retirar unos aparatos muy valorados por la ciudadanía.

Su entrada en servicio tuvo lugar, de forma mayoritaria, entre los años 2006 y 2007, y supuso un enorme avance para los demandantes de empleo, principalmente aquellos que residían en entornos rurales o tenían dificultades de movilidad, y que hasta entonces se veían obligados a desplazarse hasta la oficina de empleo que tenían asignada para completar cualquier trámite. Sin ir más lejos, cada tres meses debían personarse en esas dependencias administrativas —en algunas, el horario para este procedimiento se reducía a un par de horas diarias— para simplemente sellar su credencial de demandante de empleo.

En este sentido, la instalación de estos cajeros en los municipios no solo evitó desplazamientos largos a los parados, sino que también les permitió cierta flexibilidad horaria para renovar su demanda, pues su horario era el mismo que el de las oficinas municipales. Del mismo modo, a medida que se fueron implementando otras funcionalidades, estos terminales también empezaron a permitir realizar otros trámites como la solicitud de citas o la consulta de legislación y de ofertas de formación o empleo. Para llevar a cabo alguno de estos procedimientos era necesario autentificarse con la huella digital que, previamente, tiene que estar registrada en la oficina de empleo. Solo durante la pandemia se sustituyó esta forma de acceso, con el fin de evitar al máximo el contacto entre personas, por un número personal de identificación que se facilitaba a cada demandante.

Es cierto que, durante los últimos años, el uso de estos cajeros ha ido disminuyendo a medida que se habilitó la posibilidad de renovar la demanda y demás trámites a través de cualquier dispositivo con acceso a internet. Una circunstancia de la que se benefician aquellos demandantes de empleo más jóvenes y habituados al uso de las nuevas tecnologías.

Con todo en municipios con población más envejecida y rural, los cajeros seguían teniendo su público: «Non todo o mundo se manexa co ordenador ou co móbil para poder facer eses trámites polo que este caixeiro élles de moita utilidade. Se o quitan, tentaremos axudarlles facéndolles os trámites que necesiten a través da páxina do Servizo Galego de Emprego, como xa facemos con outros organismos, principalmente no caso daquelas persoas mais maiores e menos acostumadas ao uso das novas tecnoloxías», apunta Fernando Rial, informático y uno de los responsables de atención al vecino del consistorio de Mazaricos.

Por su parte, desde la Consellería de Emprego señalan su compromiso de seguir impulsando medidas para modernizar el Servizo Público de Emprego de Galicia, poniendo en marcha nuevos servicios orientados a los demandantes de empleo.