Repsol afirma que con la caída del impuesto «el problema ha terminado» y reactiva sus inversiones en España
ECONOMÍA
La empresa recortó sus ganancias hasta septiembre en un 36 % por el bajo precio del crudo y del gas
31 oct 2024 . Actualizado a las 16:59 h.El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha considerado que con la caída del impuesto extraordinario a las energéticas, que vencía el próximo 31 de diciembre, «el problema se ha terminado» y ha dado por reactivado el compromiso con las inversiones que tenía programadas la compañía en su plan estratégico para España y sus centros industriales. En una conferencia con analistas para presentar los resultados de los nueve primeros meses del año, Imaz señaló que «en este nuevo ambiente de estabilidad regulatoria», después de que el Gobierno acordara este miércoles con Junts y el PNV «tumbar» la posibilidad de hacer permanente este gravamen, se puede así levantar la situación de stand by en que se encontraban estas inversiones.
De hecho, el primer ejecutivo de Repsol indicó que las primeras decisiones finales de inversión (FID, por sus siglas en inglés), tras las «positivas noticias» de la caída del denominado «impuestazo» por el sector, se podrían empezar a tomar en 2025 para los proyectos previstos para impulsar el hidrógeno renovable en Cartagena, Bilbao y la Ecoplanta en Tarragona. «Ahora es el momento para nosotros de enfocarnos en el futuro y las oportunidades que están por venir. Y esta positiva decisión que vimos ayer nos permite avanzar con las inversiones industriales que tenemos planificadas en España», dijo. De esta manera, Imaz aseguró que ahora Repsol se focalizará en preparar estas inversiones para «asegurarse de que se van a ejecutar con éxito en el futuro».
Repsol ha sido el grupo más damnificado del sector energético en estos dos años por este gravamen especial, con el abono de casi 800 millones de euros -444 millones en 2023 y unos 335 millones de euros este ejercicio-. Inicialmente aprobado para dos ejercicios -2023 y 2024- debido al impacto por la crisis por la guerra en Ucrania, el Gobierno ha ingresado más de 2.400 millones de euros del sector energético en estos dos años por esta partida.
Inversiones por unos 1.500 millones
Este impuesto hizo que Repsol decidiera congelar inversiones cercanas a unos 1.500 millones de euros que podían afectar a proyectos en cartera del grupo en Euskadi, Tarragona (Cataluña) y Cartagena (Murcia), ante la inestabilidad regulatoria que consideraba que existía en el país. También en Tarragona, la energética prevé instalar, dentro de la estrategia de conversión de sus polígonos industriales hacia la descarbonización, el mayor electrolizador de España con una capacidad de 150 megavatios (MW), con una inversión de unos 300 millones de euros.
En Cartagena, otro de sus grandes centros industriales en España, prevé la instalación de un electrolizador de 100 MW, con una inversión de unos 200 millones de euros. A estos proyectos se unen los previstos por el grupo en Euskadi para impulsar allí una cadena de valor para el hidrógeno, que pasan por una inversión de en torno a 200 millones de euros para poner en marcha un electrolizador de 100 megavatios (MW) en la refinería de Petronor.
Repsol recorta un 36 % sus ganancias a septiembre, hasta 1.792 millones, y sigue impulsando su dividendo
Repsol obtuvo un beneficio neto de 1.792 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa una caída del 35,7 % con respecto al mismo período del ejercicio anterior, en un contexto marcado por los bajos precios de los hidrocarburos y unos menores márgenes de refino, informó la compañía. Mientras, el resultado neto ajustado del grupo, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 2.684 millones de euros a cierre de septiembre, un 29,7 % inferior a los nueve primeros meses de 2023.
Con estos resultados, la compañía ha anunciado que acelera en su política de retribución a los accionistas con la distribución de un dividendo en efectivo de 0,475 euros brutos por acción en enero de 2025, frente a los 0,4 euros brutos por título del año anterior. En el ejercicio 2024 la compañía ha abonado 0,9 euros brutos por acción en efectivo, lo que representa un alza aproximada del 30 % respecto a 2023. Además, en julio la compañía ya amortizó 40 millones de acciones propias, representativos del 3,29 % del capital social previo a la reducción, tras completar un primer programa de recompra de acciones. Ese mismo mes, acordó amortizar 20 millones de títulos adicionales, para lo cual se puso en marcha el 7 de agosto un nuevo plan de recompra de acciones actualmente vigente.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacó que el grupo está «dando pasos importantes» en la ejecución de sus objetivos estratégicos, «orientados a una transición energética rentable y justa». Asimismo, puso en valor que la compañía defiende «con firmeza que sus actividades industriales y energéticas son motores de riqueza, empleo y prosperidad que merecen apoyo institucional».
La deuda neta del grupo al cierre de septiembre se situaba en los 5.532 millones de euros, 937 millones de euros más que la cifra a finales de junio de este año, debido principalmente a las inversiones, el dividendo en caja de julio, la adquisición de acciones propias dentro de los programas de recompra de acciones y al segundo pago del gravamen temporal a las energéticas en España.
En el período, la compañía ha seguido avanzando en su plan estratégico 2024-2027, lanzado el pasado mes de febrero en la apuesta por ser una multienergética y priorizar la remuneración a sus accionistas. A este respecto, puso en marcha en Cartagena la primera planta dedicada exclusivamente a la producción de combustibles 100 % renovables a escala industrial de la Península Ibérica y avanzó en la comercialización de estos combustibles en más de 580 estaciones de servicio en España y Portugal. Durante el ejercicio, Repsol ya ha vendido más de 33 millones de litros de este combustible.