Europa decide entre penalizar la competencia desleal de los coches chinos o sucumbir a su invasión

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Toby Melville | REUTERS

Los países votan sin consenso: Alemania y España, en contra de los aranceles definitivos, se distancian de Francia, a favor

04 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los países de la Unión Europea (UE) están convocados hoy a una votación para decidir si la subida de aranceles que se aplica desde el pasado mes de julio a las importaciones de vehículos eléctricos chinos sigue adelante con carácter definitivo. No será un mero trámite. La medida, a modo de penalización por las ayudas de Estado que reciben las marcas chinas y la consiguiente competencia desleal sobre la producción europea, fue aplaudida con contundencia en un primer momento en el seno comunitario.

En la votación no vinculante de mediados de julio, España se inclinó a favor de la medida junto a Francia, Italia y otros nueve países, mientras que Alemania y otros diez se abstuvieron, y Hungría, Eslovaquia, Malta y Chipre votaron en contra. Pero las posiciones de los países productores de vehículos han ido variando, hasta el punto de defender ahora tesis opuestas.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ya avanzó el martes su decisión contraria a la del canciller alemán, Olaf Scholz, al defender la propuesta de la Comisión Europea (CE) de aprobar aranceles, iniciativa a la que se opone el Gobierno germano. «Cuando actúas en el mismo mercado con gente que compite contigo con tanto nivel de subsidios que hacen que el mercado esté desequilibrado para tus empresas, tienes que corregirlo. Por eso apoyo la iniciativa de la Comisión Europea sobre los aranceles a los vehículos eléctricos de China», dijo Macron.

Pero, al contrario que Francia, con fuerte presencia industrial de los grupos Renault y Stellantis, Alemania, cuya economía se apoya considerablemente en las exportaciones, quiere evitar más aranceles sobre los coches eléctricos, pues es uno de los principales suministradores de componentes para los vehículos chinos. Además, teme que las represalias que ha prometido el gigante asiático afecten a otros sectores. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se acercó a la postura de su homólogo alemán, cuando durante un viaje oficial a China pidió a Bruselas que reconsiderase su posición.

Para que la propuesta comunitaria prospere deben pronunciarse a favor un 55 % de los Estados miembros que representen a un 65 % de la población europea (si esa misma cantidad está en contra, la iniciativa decaería).

Si no se alcanza ese margen ni a favor ni en contra de la propuesta, la Comisión puede afinarla —cambiando, por ejemplo, los porcentajes de aranceles adicionales a cada marca— y volver a plantearla a los Estados miembros.

Dependiendo del nivel de subvenciones públicas que las diferentes marcas hayan recibido de Pekín, la CE recomienda aplicar diferentes tasas: un 7,4 % a BYD, un 20 % a Geely y un 38,1 % a SAIC. Asimismo, las marcas occidentales que produzcan en China (Telsa, Dacio o BMW) serían gravadas en un 21 %.