El IPC cede ocho décimas y consolida el final de la crisis de precios
27 sep 2024 . Actualizado a las 18:39 h.España consolida su camino hacia la estabilidad de precios y pone fin a la crisis inflacionista que en los últimos años ha golpeado el bolsillo de los ciudadanos. Según los datos avanzados por el INE este viernes, la inflación bajó de forma brusca en septiembre hasta el 1,5 %, ocho décimas menos que en agosto y su tasa más baja en los últimos tres años y medio.
Hay que remontarse a marzo del 2021, justo antes del inicio de la espiral inflacionista derivada de la escalada de los costes energéticos, para encontrar una subida de precios tan moderada. De hecho, el indice de precios de consumo (IPC) se sitúa ya por debajo del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), establecido en el 2 %, por primera vez desde junio del 2023, cuando rondaba el 1,9 %.
La caída —que es, además, la mayor del último año— ha venido propiciada sobre todo por el descenso de los precios de las gasolinas. También por el de los alimentos y la electricidad, aunque en menor medida, pues sus datos se comparan con la subida experimentada por estas partidas en septiembre del 2023. «También influyen ocio y cultura, cuyos precios bajan con mayor intensidad que en el mismo mes del año anterior», indican desde el INE.
Hay que tener en cuenta que los carburantes se encuentran en niveles previos a la guerra de Ucrania, y la electricidad y los alimentos también se han visto favorecidos por el efecto base, ya que en septiembre del 2023 el IPC se había acelerado nueve décimas.
En todo caso, en este período no solo se han moderado los componentes más volátiles de la cesta de la compra. La inflación subyacente —aquella que excluye de su cálculo los alimentos frescos y la energía— también desciende tres décimas, hasta el 2,4 %, su menor tasa desde enero del 2022.
«La reducción continuada de la inflación pone de manifiesto la eficacia de las medidas de política económica y la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento entre los principales países de la zona euro, cuatro veces superior a la media de la zona euro», indican desde el Ministerio de Economía. «Estos factores, junto con la positiva evolución del mercado laboral, están permitiendo mejorar la capacidad de compra de los ciudadanos y la renta real de los hogares», añaden.
Quebradero de cabeza
A pesar de que bienes como la vivienda o incluso la cesta de la compra siguen suponiendo un quebradero de cabeza para los consumidores, la realidad de los números es que la tendencia a la moderación de los precios es ya una realidad, se mire por donde se mire.
Si se toma como referencia la comparativa mensual, los precios de consumo cayeron en septiembre un 0,6 % respecto a agosto. Ese mes, marcado por las vacaciones y una mayor demanda de servicios, se había mantenido estable, tras un descenso del 0,5 % en julio. Es decir, incluso en el período de verano, la moderación de la inflación ha sido constante. Y la misma tendencia se observa en la tasa subyacente, con un descenso de cuatro décimas respecto a agosto.
Es cierto que los analistas esperan cierto repunte de los precios a partir de octubre debido al efecto base, al comparar los datos con el último trimestre del 2023, cuando ya se empezaba a notar cierta atenuación de la inflación. Pero los datos adelantados conocidos este viernes —que el INE confirmará en un par de semanas— indican que España puede despedirse ya de esta crisis, después de cuatro meses seguidos de moderación en el IPC.
Una tendencia clave para que el BCE pueda seguir recortando sus tipos de interés y así estimular el crecimiento económico, y, entre otras cosas, abaratar el euríbor y préstamos como las hipotecas.