Carlos Cuerpo destaca la «reconocida competencia en asuntos monetarios y bancarios» del ministro de Transición Digital, y El PP censura que sea «ministro por la mañana y gobernador por la tarde»
04 sep 2024 . Actualizado a las 19:27 h.Las cartas estaban ayer boca arriba cuando el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, compareció en el Congreso para defender el nombramiento del todavía ministro de Transformación Digital , José Luis Escrivá, como gobernador del Banco de España, y ni las críticas expresadas por el PP, Vox o Podemos ni las dudas más contenidas mostradas por el PNV hicieron cambiar el rumbo de las cosas. Escrivá es el «candidato idóneo», defendió Cuerpo, y su perfil «se ajusta de manera perfecta a las funciones del Banco de España», que empezará a ejercer el 12 de septiembre —el día 11 expira el mandato de la subgobernadora Margarita Delegado— asistiendo en Fráncfort a la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo.
Durante su intervención, Carlos Cuerpo puso de relieve que la Ley de Autonomía del Banco de España exige de manera explícita que la persona que lo dirija tenga «reconocida competencia en asuntos monetarios y bancarios». Y defendió que Escrivá reúne estas características no solo por su trayectoria como trabajador público del organismo regulador y presidente que fue de la AIReF, sino por su «conocimiento de las instituciones europeas», de manera especial del BCE.
Arguyó el responsable de Economía que se intentó desde el pasado junio llegar a un acuerdo en torno a este nombramiento con el PP, que «estuvo ventado durante dos meses la capacidad del presidente del Gobierno» para usar su prerrogativa e imponer un nombre. Con todo, Cuerpo dirigió buena parte de su intervención a desgranar el currículo de Escrivá para reafirmar su «experiencia» y su «capacidad».
Y abundó que tanto la «capacidad técnica suficiente», como el «conocimiento y experiencia en instituciones europeas», son cualidades «indispensables» que ha de reunir el gobernador del Banco de España, y que Escrivá cumple los requisitos de forma sobrada, como aseguró que los reunía su antecesor en el cargo, Pablo Hernández de Cos, de quien dijo que era «ejemplo de todos los atributos que acabo de citar».
Falta de independencia
Pero lo que se afanó en cuestionar la oposición fue la falta de independencia del aún ministro para el cargo. «No lo impide la ley», pero «puede afectar a la independencia porque aún es ministro», objetó contenida Idoia Sagastizábal (PNV).
Más contundentes se mostraron el PP y Vox, que hablaron de «colonización» de las instituciones por parte de Pedro Sánchez. El popular Jaime de Olano cuestionó la idoneidad y oportunidad del nombramiento. «No se puede ser ministro por la mañana y gobernador por la tarde», denunció, antes de afear la «calidad ética» de la decisión y de tildar a Escrivá de «mal servidor público».
Y es que De Olano se preguntó si va a tener la independencia necesaria para calificar desde el Banco de España los presupuestos del propio ministerio de Escrivá, o emitir un informe sobre la reforma de las pensiones, impulsada por él mismo. Y concluyó objetando que el ministro de Transformación Digital va a ser colocado al frente del regulador financiero con un solo objetivo: «Convertirlo en el banco de Sánchez, y hablaremos del Banco de España como del CIS de Tezanos», zanjó.
Carlos Cuerpo alegó que la independencia estaba preservada por el actual «marco institucional y jurídico» y avanzó que el resto de los nombramientos del Banco de España se conocerán en las próximas semanas. Por lo de pronto, el puesto que dejará Escrivá al frente del ministerio la ocupará Óscar López, jefe del Gabinete de Pedro Sánchez, que le dará el relevo a Diego Rubio, secretario general de Políticas Públicas y Asuntos Europeos.