Masorange incluye a la plantilla de R en un ERE voluntario para 800 empleados

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

La teleco que dirige Meinrad Spenger cuenta con 135 trabajadores en Galicia

03 sep 2024 . Actualizado a las 18:27 h.

Solo seis meses después de hacerse efectiva la fusión de MasMóvil y Orange, el grupo resultante de la operación ha anunciado que pondrá en marcha un importante ajuste de personal. Masorange informaba este martes a todos sus empleados a través de un comunicado interno de su intención de realizar un plan de ajuste organizativo. Es decir, un ERE que, según las cifras anunciadas este martes afectará a cerca del 10 % del total de la plantilla del grupo, que conforman algo más de 8.000 personas. Con estos datos, se prevé que el expediente de regulación de empleo se salde con la extinción de unos 800 puestos. Eso sí, tal y como recoge el texto, la intención de la empresa es que la voluntariedad sea el criterio que rija en la salida de los trabajadores: «Va a ser el primer y preferente criterio de adhesión», asegura el comunicado, en el que también alegan que tras estos primeros meses de funcionamiento, han comprobado que «aún existen ciertas duplicidades organizativas como consecuencia de la integración de las plantillas de ambos grupos». Masorange espera que el proceso de negociación con los sindicatos finalice a mediados de octubre, momento a partir del cual se abrirá el proceso de adhesión al plan de salidas voluntarias.

Y Galicia no escapará a esta circunstancia. Porque la teleco asegura que dentro de este ajuste se incluirá a las principales sociedades del grupo, entre las que se encuentran R Cable, Orange España, Lorca Telecom, Euskaltel y Telecable, entre otras firmas. Quedarán excluidos del ERE las tiendas propias y los call center, así como algunas áreas funcionales de la compañía. «Nosotros vamos a esforzarnos para hacerlo bien y hemos elegido esta fórmula [la del ERE], porque su implementación es relativamente rápida con los plazos legales predefinidos, sus condiciones se negocian de manera transparente en el marco del diálogo social, y, sobre todo, porque ofrece todas las garantías legales para nuestros empleados y la compañía», resume el comunicado.

Los representantes de los trabajadores de la gallega R Cable —que cuenta en la actualidad con una plantilla de 135 personas— se mostraban este martes totalmente en contra del ajuste anunciado y aseguraban que el personal con el que cuenta actualmente la compañía en la comunidad «hace falta y está trabajando muy duro». En la misma línea se han movido las declaraciones del presidente del comité de empresa de Euskaltel, Javier del Blanco, que recordaba las «promesas reiteradas de los últimos meses» por parte del consejero delegado de Masorange, Meinrad Spenger, y de la cúpula directiva referidas a que no habría «ningún ERE».

Proyecto de crecimiento

De hecho, el propio Spenger aseguró en una entrevista publicada en La Voz el pasado mes de junio que el suyo era un «proyecto de crecimiento»: «Y, si crecemos, vamos a intentar mantener o aumentar el empleo. En Galicia no hay ningún plan de reducción de personal, de hecho estamos trabajando con universidades para la incorporación de talento joven, para asegurar que tengamos una plantilla estable».

Por su parte, el Gobierno aseguraba este martes que espera que el ERE sea «lo menos doloroso posible» y que esté pactado con los sindicatos. Sin embargo, la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González Veracruz, no quiso desvelar si el Ejecutivo se reunirá con los representantes de los trabajadores para abordar esta cuestión. «Nosotros hemos liderado en los últimos años una reordenación del sector que era clave, que además ha sido impulsada desde el ámbito privado», aseguró González Veracruz, para luego añadir que dicha reordenación del sector trae consecuencias: «Como, por desgracia, los ERE que hemos vivido y los que estamos viendo», en referencia a los expedientes de regulación previos de otros grupos como Vodafone o Telefónica.

MásMóvil se comprometió a mantener la sede de R y el empleo hasta el 2026

La plantilla de la cablera gallega R vuelve a tener que hacer frente a la incertidumbre. No es la primera vez. Las turbulencias se suceden desde el 2015, cuando la operadora vasca Euskaltel se hacía con el control de la compañía con sede en A Coruña por un precio que ascendía a los 1.190 millones de euros.

Poco duraba la tranquilidad. En el 2019, volvían a notarse los temblores después de que el fondo de inversión Zegona se convirtiera en el primer propietario de Euskaltel y, por tanto, de R. No aguantó mucho el control de las telecos en manos del fondo británico. En el 2021, Zegona salía del capital de las compañías tras la opa de MásMóvil por 3.500 millones de euros. Por aquel entonces, el equipo de Meinrad Spenger se comprometía a garantizar la continuidad de la plantilla de R y a mantener abierta la sede herculina por un período de cinco años. Es decir, hasta el 2026. Parecía que el compromiso se mantenía en el momento de la fusión de MásMóvil y Orange. Aunque, esos sí, ya en su momento los responsables de la firma declinaron concretar qué pasaría a partir de esa fecha.

Gestionar adecuadamente

A lo que sí se comprometen ahora los responsables de Masorange, según el comunicado trasladado este martes a la plantilla es a «gestionar adecuadamente este proceso necesario para la compañía». «El equipo y su bienestar va a seguir siendo nuestra principal prioridad. Como sabéis, tener el mejor talento es parte de nuestra visión», aseguran en el documento.