Sindicatos y patronal dan la espalda a Díaz y negociarán solos la reducción de jornada

L. Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Ministerio de Trabajo y Economía Social | EFE

El Gobierno advierte que vigilará los avances y anuncia que elevará las sanciones a las empresas que incumplan el registro horario

25 ene 2024 . Actualizado a las 20:28 h.

Sindicatos y patronal se han aliado para dejar fuera al Gobierno, más concretamente a la vicepresidenta Yolanda Díaz, en la negociación para reducir la jornada semanal máxima. Los agentes sociales han esgrimido que el artículo 83 del Estatuto de los Trabajadores establece que la jornada laboral es potestad del diálogo bipartito, por lo que el Ministerio de Trabajo ha accedido a dejarles un margen para negociar solos, aunque rindiendo cuentas de los avances a una mesa en la que sí estará el Ejecutivo y que funcionará «en paralelo».

Así lo explicaron ayer los representantes de UGT y de CC.OO. tras la primera reunión para negociar una de las medidas estrella de la legislatura: la reducción de la jornada laboral tras más de 40 años congelada.

El final de este proceso ya se conoce: el tiempo máximo de trabajo semanal se recortará este año de las 40 horas actuales a 38,5 horas y, ya en el 2025 quedará establecido en 37,5 horas, puesto que así consta en el acuerdo de coalición entre el PSOE y Sumar. Pero lo que negociarán ahora sindicatos y empresarios sin la injerencia del ministerio es en cómo se puede llegar a aplicar, para lo que analizarán el impacto por sectores y abordarán también los descansos o la articulación de los permisos retribuidos, entre otros asuntos colaterales.

Esta exigencia de dejar fuera a Díaz partió de la CEOE, pero fue bien acogida por los dos sindicatos mayoritarios, puesto que los interlocutores sociales han acusado en los últimos meses al Gobierno de boicotear la negociación colectiva, puesto que ha anunciado medidas que deben tomarse en el seno del diálogo social sin ni tan siquiera consultarles. No obstante, para tratar de evitar que suponga un retraso en la puesta en marcha de esta medida, los sindicatos le han puesto un plazo de un mes a la patronal para tratar de alcanzar un acuerdo. «Vamos a negociar el cómo, pero no el dónde ni el cuándo», advirtió Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical de UGT, quien admitió que «discutiendo en el ámbito bipartito es posible que podamos hacerlo de manera más sencilla»

Cruce de reproches

La ausencia de Díaz en las negociaciones puede servir para agilizar una negociación que había comenzado ya con mal pie, puesto que la ministra ya dio por hecho días antes de que comenzara el no de la patronal a esta medida después del rechazo a la subida del salario mínimo. Los reproches entre la vicepresidenta y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, no han cesado en estos últimos días, lo que pone en evidencia que las relaciones entre el Gobierno y los empresarios están en la cuerda floja.

Pero en esta mesa no solo se negociará la reducción de jornada. El Gobierno quiere aprovechar esta norma para dar una vuelta de tuerca a otra medida que impulsó y que no está teniendo los efectos que quería: el registro horario. Pese a que todas las empresas, sin excepción, están obligadas desde el 12 de mayo del 2019 a registrar diariamente la jornada de sus trabajadores, son todavía muchas las que no lo hacen.

Para ello, el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, da por sentado que una de las formas de hacerlo será endurecer las sanciones para aquellas compañías que no lo cumplen. «Como es sabido, las sanciones en materia de tiempo de trabajo en la legislación no son suficientemente disuasorias para evitar conductas incumplidoras. El endurecimiento obviamente forma parte de las perspectivas reformadoras de este Gobierno», admitió.

Los sindicatos, además, pedirán que se pongan en marcha medidas de control efectivo y, para ello, instarán a que el registro de jornada deje de poder hacerse de forma manual y en papel, porque es ahí donde se están registrando los fraudes. «Hay que utilizar las nuevas tecnologías para que efectivamente ese control horario no se pueda modificar, no se pueda falsificar», exigió Mari Cruz Vicente, secretaria de Empleo y Acción Sindical de CC.OO.