Peio Belausteguigoitia: «Este año hemos financiado a empresas gallegas con 3.000 millones, un 14 % más»
ECONOMÍA

«Tenemos puesto el foco en el apoyo a las familias y al tejido empresarial», asegura el «country manager» de BBVA en España
19 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Peio Belausteguigoitia (Bilbao, 1973), country manager de BBVA en España, conoce bien Galicia. Trabajó durante años en la Dirección Territorial Noroeste del banco, vivió en A Coruña, y hasta tiene una hija que nació en la ciudad herculina. Eso fue en el 2009, cuando él era director de red de empresas de la Dirección Territorial Noroeste, de la que después fue director regional.
Esta semana ha pisado territorio gallego, con motivo de la reunión del comité de dirección de la entidad en España celebrado en A Coruña. El motivo: hacer balance del año y poner sobre la mesa los objetivos y prioridades estratégicas del banco para el año 2024. También para repasar las perspectivas macroeconómicas que manejan en BBVA, desgranadas con anterioridad en esta entrevista, celebrada el pasado lunes.
—Con una guerra que dura ya más de un año en territorio Europeo, de la que ya casi nadie habla, pero que sigue estando ahí; y otra recién desatada en Oriente Medio, con todo lo que ambas suponen en términos de riesgo energético, ¿qué podemos esperar del 2024?
—Para el año que viene prevemos que la economía española crezca un 1,8 %, muy por encima de la media de la UE, que estará en el 0,1 %. A nivel europeo sí se ve cierta ralentización en muchos país y prácticamente todos los sectores. Y el punto de mayor incertidumbre es todo lo que tiene que ver con la inflación. En España esperamos que cierre este año en el 3,9 %; y el que viene, en el 3,7 %. Aunque hay riesgo de que pueda ir a peor en el caso de los precios energéticos por todo lo que está ocurriendo en Oriente Medio. De momento no se ha traducido en una escalada de la cotización del petróleo y no ha afectado ni a los mercados, ni a la economía. Pero el riesgo existe. Sobre todo si hay una escalada del conflicto y entran en escena otros países como Irán.
—Con la inflación, si no bajo control, más o menos encauzada, ¿qué dirección seguirán los tipos de interés? ¿Bajarán pronto?
—Tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal han tenido que subir relativamente rápido los tipos de interés para contener la inflación. No se espera que lo hagan mucho más. Y es muy posible que, a partir de la segunda mitad del año que vienes, veamos ya alguna rebaja.
—En cualquier caso, no parece que la inflación haya hecho demasiada mella en el consumo
—Desde que comenzó este episodio de fuerte inflación a finales del 2021, acelerado después por la invasión de Ucrania en febrero del 2022, en España, y yo diría también que en Europa, y en prácticamente todas las economías desarrolladas, lo que se ha comportado muy positivamente ha sido el empleo. Está muy fuerte. En cifras históricas. Y eso no deja de influir en la inflación.
—¿Y en Galicia?
—La previsión para este año es un poco más baja que para el conjunto de España y, sin embargo, para el próximo, es más alta: del 2,1 %, frente al 1,8%. En la economía gallega vemos signos positivos diferenciales. Destacaría que las exportaciones y la importación de bienes de equipo se están comportando muy positivamente, muy por encima de los niveles del 2019. También el turismo está teniendo una evolución muy favorable. Aunque en Galicia este sector no tiene tanto peso como en otras regiones como Andalucía o la Comunidad Valencia, en estas la ocupación todavía no ha recuperado los niveles del 2019, y en Galicia ya los ha superado y se está incrementando a un ritmo acelerado. A favor de la economía gallega juega también el hecho de que las cuentas de la Xunta están saneadas. La comunidad está menos endeudada que otras regiones y eso siempre es positivo, llegado el caso de que la inversión pública tenga que sustituir o complementar a la privada. El nivel de deuda de empresas y familias, en general; y especialmente, en Galicia, no tiene nada que ver con el de épocas pasadas. Eso hace más fácil resistir en un contexto de rápida subida de los tipos de interés. Nada que ver con la situación que había en el 2007 y el 2008.
—Los efectos de la subida de tipos acometida por el BCE para embridar la inflación llevan ya algún tiempo dejándose notar en las economías familiares y en las empresas. Y parece que, a la vista de los últimos datos conocidos, ese impacto no se está traduciendo en una mayor morosidad. O al menos no en cifras preocupantes. ¿Prevén un cambio significativo más adelante?
—No y no por dos motivos, fundamentales: el empleo está muy fuerte porque España está creciendo muy por encima de la media europea, y los niveles de deuda y de ahorro son muy, muy distintos, a los de épocas anteriores. A nivel empresarial, cuando ves los niveles de deuda; o lo que sería la otra cara de la moneda, los niveles de iliquidez, lo cierto es que el contexto no tiene nada que ver con lo que pudimos vivir en otras etapas.
—Ahora que, desde el punto de vista de la banca, los tipos de interés se han normalizado, tras un largo período en niveles anómalos, dónde tiene puesto BBVA el foco para crecer.
—La subida de tipos nos ha permitido cubrir el coste de capital tras una larga etapa de tipos de interés cero, y el foco lo tenemos puesto donde siempre: el cliente. Como clientes de cualquier industria, no solo de los bancos, todos hemos cambiado mucho en los últimos tiempos. Conceptos como la conveniencia, la inmediatez, la personalización o la especialización son cada vez más importantes en la manera en cómo medimos a aquella empresa con la que queremos trabajar. Al final es hacer un banco que sea 100 % conveniente para el cliente, que sea inmediato en términos de respuesta, capaz de personalizar la oferta en función del conocimiento que tiene de sus clientes; y de, unas vez cubiertas esas tareas más del día a día, más transaccionales, ser capaz también de atender otras necesidades más específicas mediante un asesoramiento especializado. Son los cuatro conceptos clave en los que apalancarse para resultar atractivos para el cliente.
—Y, en Galicia, ¿cuáles son las prioridades?
—El apoyo a familias y empresas, al emprendimiento, la innovación, el crecimiento rentable y sostenible, y la captación y vinculación de clientes. Las pymes son un objetivo a nivel nacional y, por supuesto, en Galicia. En lo que va de año hemos financiado a las empresas gallegas con 3.000 millones de euros. Eso es un 14 % más que en los nueve primeros meses del 2022. Cerca del 25 % es financiación sostenible en el largo plazo. Y hemos captado 2.300 pymes nuevas en la comunidad, un 36 % más que entre enero y septiembre del 2022.
[En conjunto, sin contar las Administraciones y entidades a las que también financia, las empresas a las que BBVA ha prestado apoyo en Galicia emplean a más de 310.000 personas].
«El objetivo es que cuando un cliente piense en invertir en sostenibilidad, piense en nosotros»
El crecimiento sostenible continuará formando parte de la hoja de ruta de la entidad en el 2024. Así lo puso de manifiesto Peio Belausteguigoitia en el comité de dirección de BBVA en España celebrado esta semana en A Coruña. «Nuestro objetivo —resumió en ese encuentro— es que cuando un cliente piense en invertir en soluciones de sostenibilidad, el primer proveedor financiero que le venga a la cabeza sea BBVA. Para ello tendremos que seguir innovando y desarrollando soluciones financieras y de asesoramiento a medida que avanza la tecnología», destacó.
—La transición energética es todo un desafío. También económico, y el sector financiero está llamado a ser pieza clave...
—Todo lo que tiene que ver con ese concepto de descarbonización de la economía nos afecta a todos: tanto a personas físicas como a empresas. Conseguir llegar al 2050 con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero requiere de mucha inversión, de mucha innovación y de mucha colaboración público-privada. Hay muchos cálculos respecto al montante total de inversión que se requerirá. Hay consultoras que hablan del 8 % del PIB mundial cada año de manera recurrente hasta el 2050 para lograr alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Y digo que requiere también de mucha innovación porque hoy en día hay todavía determinadas tecnologías verdes que no son rentables y que hay que seguir mejorándolas hasta conseguir que lo sean. Y en esa transición hay que ver también qué papel juegan las instituciones públicas. La banca juega un papel fundamental. Trabajamos con todas las empresas de los distintos sectores y, por tanto, somos pieza clave en el proceso de transición de esas empresas hasta convertirse en más sostenibles en los próximos años.
Fuimos de los primeros en asumir ese papel fundamental que juega la banca en la transición, en el asesoramiento y acompañamiento a las empresas y a los individuos para lograr un mundo más sostenible, y en apoyar a aquellas tecnologías que son más respetuosas con el medio ambiente y más eficientes también en términos de costes. Nosotros colocamos la sostenibilidad en el primer nivel de nuestra estrategia y de nuestro organigrama, y formamos a todo el equipo comercial en ese campo. Y las cifras nos han acompañado, incrementándose año a año. Este año llevamos algo más de 22.000 millones de financiación sostenible, un 32 % más que en los primeros nueve meses del 2022.