El BCE también cuestiona el impuesto extraordinario a la banca en Italia

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

RONALD WITTEK | EFE

El organismo alerta de que este tipo de tasas pueden dañar la confianza de los inversores y poner en peligro la estabilidad financiera

13 sep 2023 . Actualizado a las 12:54 h.

El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a cargar este miércoles contra los impuestos extraordinarios a la banca que se han introducido en algunos países europeos para compensar los márgenes de beneficio que han obtenido con la rápida subida de los tipos de interés

En esta ocasión ha sido Italia el foco de las críticas del organismo, que ha alertado de que la tasa introducida podría poner en peligro a los bancos de menor tamaño cuyo negocio se enfoca hacia la concesión de préstamos. 

En una nota divulgada esta mañana, la institución presidida por Christine Lagarde, subraya que las autoridades nacionales no acompañaron la introducción de este impuesto con un análisis que justificara de forma racional su necesidad. Además, tampoco tuvieron en cuenta el ciclo económico. Y es que, cuando sube el coste de financiación a hogares y empresas también aumentan las pérdidas en los portafolios de los bancos (por impagos), lo que les obliga a aumentar sus provisiones de capital, crucial para hacer frente a un potencial deterioro de sus activos. 

En este sentido, el BCE cree que el impuesto italiano (y español) a la banca puede afectar a la rentabilidad de las entidades y poner en peligro la estabilidad financiera en caso de turbulencias graves en la economía. 

Por eso pide «prudencia» a la hora de desplegar estas medidas recaudatorias que podrían dañar la capacidad de los bancos de prestar dinero y, en consecuencia, cercenar el crecimiento potencial de la economía. «Estos impuestos extraordinarios podrían tener efectos económicos negativos al limitar la capacidad de las instituciones de crédito de dar préstamos, contribuyendo a unas condiciones menos favorables para los consumidores», advierte en el comunicado. 

Ahuyenta a los inversores

Otra de las consecuencias de las que alerta el BCE es de la inseguridad jurídica que está generando esta tasa. «La introducción indebida de un impuesto ad hoc retroactivo aumenta la incertidumbre respecto a la política fiscal, dañando la confianza de los inversores, lo que podría tener también un coste de financiación para las sociedades no financieras. Además, su carácter retroactivo puede alimentar la percepción de que la fiscalidad no es clara, dando lugar a litigios y problemas de inseguridad jurídica». También detecta riesgos en torno a la «doble imposición del crédito».