
La Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de A Coruña advierte que la apertura de negocios sin personal está destruyendo empleo en el sector
28 ago 2023 . Actualizado a las 11:56 h.La Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de A Coruña advierte de la acelerada pérdida de puestos de trabajo en el sector por la proliferación de gasolineras sin expendedores de combustible, un modelo que se está imponiendo en las aperturas de nuevos negocios desde el 2021. La entidad ha realizado un estudio sobre este problema que ha revelado que el año pasado se destruyeron en la provincia 109 puestos de trabajo en el sector pese a crecer el número de instalaciones. «Desde los años 80, cada vez que abría una nueva estación de servicio en la provincia de A Coruña, tradicional y atendida, se creaban más de seis puestos de trabajo directos en la zona. Esto era así hasta el año 2021, pero a partir de ahí todo cambió, por las nuevas aperturas de estaciones de servicio sin expendedores», explica Julio López, presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio. López detalla que durante el 2022 abrieron cinco gasolineras en A Coruña hasta un total de 285, sin embargo, añade que el total de empleados descendió hasta los 1.518 trabajadores, frente a los 1.627 del 2021.
La patronal aclara que la media de personal en las estaciones de servicio integradas en la asociación provincial se mantiene en 6,25 personas trabajadoras por instalación; en cambio, las plantillas en las gasolineras no integradas en la entidad se sitúa en 3,08 trabajadores, por el efecto de las nuevas aperturas de estaciones de servicio que se han producido desde el año 2021, en su mayoría instalaciones sin expendedores, y por la automatización.
«En Galicia, donde se ha facilitado su implantación por parte de las administraciones, casi todas las aperturas son de gasolineras automáticas y, además, están en proyecto de implantación un número muy significativo, especialmente en la provincia coruñesa», expone Julio López.
La asociación también advierte del riesgo de este modelo para la supervivencia de las gasolineras de menor tamaño, especialmente en zonas rurales, que pueden verse abocadas al cierre o a la transformación en instalaciones automáticas sin expendedores, con la consiguiente pérdida de empleos, el deterioro del servicio y el peligro de que se creen zonas de sombra energética o desabastecimiento. «La implantación de gasolineras de autoservicio se da, sobre todo, en ciudades o cabeceras de comarca, pero pueden afectar a las gasolineras tradicionales del rural gallego, que estos últimos años están sufriendo una importante reducción de beneficios, llegando muchas de ellas a entrar en pérdidas y tener que cesar su actividad», expone.