El fundador de EiDF cobrará este año 200.000 euros de retribución fija, el doble que en el 2022

F. F. LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

La empresa continúa suspendida de cotización desde mediados de abril por las dudas de la CNMV sobre sus cuentas

24 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los diez miembros del consejo de administración de la empresa gallega EiDF, suspendida de cotización desde mediados de abril, cobrarán este año 442.000 euros de retribución fija, esto es, de salario base, al que hay que sumar otros ingresos adicionales por presidir o asistir a las comisiones, entre otros.

Así figura en el informe sobre el sueldo que percibirá este año el órgano de administración de la compañía y que forma parte del orden del día de la junta general de accionistas convocada para el 21 de septiembre. 

Ese dinero base se reparte del siguiente modo: cada miembro cobrará 24.000 euros anuales, mientras que el presidente de consejo, Fernando Romero, uno de los dos consejeros ejecutivos, ingresará 200.000.

En ambos casos es exactamente el doble de dinero que percibieron en el 2022. Así, en el informe de retribuciones correspondiente a ese ejercicio, figura que seis de los entonces ocho consejeros percibieron 12.000 euros de sueldo fijo anual, mientras que los otros dos, 6.000. Por su parte, Romero cobró 100.000 euros. Además, el consejero delegado ingresó como retribución variable una cantidad equivalente a un 1 % del ebitda sobre los objetivos del plan de negocio; vehículo, tarjeta y gastos de desplazamiento.

La propuesta salarial del consejo para este 2023 incluye que se incorporen al contrato del también fundador y principal accionista del grupo las siguientes partidas como retribución variable: 210.000 euros más sobre objetivos tanto de ebitda como de capitalización del grupo; un plan de pensiones por importe anual de 20.000; un vehículo, una tarjeta y gastos de desplazamiento.

Además, cada consejero no ejecutivo (ocho de los diez) cobrarán otra retribución fija anual de 6.000 euros; los presidentes de las dos comisiones de la empresa, 10.000 euros cada uno; y 1.500 más los consejeros por reunión de la comisión a la que asistan.

Fuentes del grupo gallego explicaron que esa revisión salarial está dentro de la media del sector y es «normal en el proceso de crecimiento de una empresa que deja de ser una pyme y factura como una grande». Las cuentas reformuladas del 2022 arrojan unas pérdidas de 2,7 millones, aunque la facturación fue de casi 300 millones, frente a los 48 del ejercicio anterior.

Fernando Romero es presidente y consejero delegado de la compañía, aunque está previsto contratar a un directivo que ejerza esas últimas funciones, de modo que no todo el poder ejecutivo esté concentrado en una sola persona. 

La CNMV suspendió la cotización de la compañía porque esta no formuló en plazo los resultados auditados del 2022. A pesar de que ya lo ha hecho, con el plácet, con salvedades, de la auditora PwC, el supervisor mantiene, de momento, esa suspensión, y ha pedido información adicional al grupo gallego. Entre ella, el informe forense elaborado por Deloitte sobre las incidencias contables y operativas detectadas previamente por PwC y que motivaron que esta última auditora se negara a avalar las cuentas. EiDF no ha atendido todavía esa última petición. En cambio, sí ha emitido información sobre la situación del fondo de maniobra (que indica la liquidez a corto plazo) de la sociedad. PwC asegura en su informe de las cuentas que ese fondo es negativo en 21 millones de euros. En cambio, la compañía defiende que el año pasado hubiera sido positivo en 3,3 millones si se tienen en cuenta las medidas correctoras que ha puesto en marcha en los últimos meses para adecuarse a las recomendaciones de Deloitte para enderezar el rumbo contable y de gestión de la sociedad.