Los alimentos y los paquetes turísticos, lo que más sube para los gallegos

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Eduardo Briones | EUROPAPRESS

El IPC escala al 2,1% y la previsión es que este mes alcance el 2,5%

11 ago 2023 . Actualizado a las 18:26 h.

Lo peor de la crisis energética ha pasado, los cuellos de botella en el transporte global ya se han resuelto —los precios de los fletes se han hundido un 84 % desde su máximo histórico en noviembre del 2021—, pero la vida de los gallegos se sigue encareciendo.

La culpa la tienen los alimentos y bebidas no alcohólicas, que nos costaron en julio un 10,4% más que hace exactamente un año. Es la partida de gasto que más ha subido, solo superada por los paquetes turísticos, que cuestan casi un 27% más, alcanzando umbrales desorbitados para los bolsillos más humildes, que también deben pagar más por los billetes de avión en territorio nacional.

Los precios en su conjunto (IPC) han medrado un 2,1% en la comunidad, según el Instituto Galego de Estadística (IGE) —un 6,4% si se excluye del cálculo la energía y los productos no elaborados—. Son siete décimas más de lo que preveían los expertos, quienes anticipan además que la inflación no dará tregua y volverá a subir en el mes de agosto, hasta el 2,5%. Pero, ¿por dónde se nos está escapando el dinero a los gallegos?

En la cesta de la compra hay varios productos básicos, de los que no puede prescindir ningún hogar, que están disparando la factura del supermercado. Los huevos y la leche están un 10,9 y un 18,4 % más caros. Y eso que ambos, al igual que los cereales —se han encarecido un 10,7 %—, disfrutan de un IVA rebajado del 0 %. Al menos hasta final de año. Esa misma tasa es la que se aplica a la harina, el pan, el queso o las frutas y legumbres, que también se han encarecido un 8,6 y un 6 %, respectivamente. Y qué decir de los aceites, que ya cuestan un 20,7 % más que hace un año, a pesar de que, como a la pasta, se le aplica un IVA del 5 %, en lugar del 10 %.

No obstante, el producto que se lleva la medalla de oro en esta carrera casi olímpica de precios es el azúcar, que ha subido un 58,2% en cuestión de un año. También crece a dos dígitos el precio de la carne de cerdo (12,4%), por encima de la de vacuno (8,8%). Más asequible para la cartera de los gallegos parece el pescado fresco, que apenas ha repuntado un 1,1% y sigue excluido de la cesta de básicos del Gobierno central, a pesar de las reiteradas demandas de la flota y la Xunta.

¿Por qué los precios de los alimentos siguen en ascenso si la energía está un 24,2 % más barata que hace un año? Esta misma semana, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) rechazó el argumento de que la gran distribución esté absorbiendo la rebaja del IVA a los productos básicos, una medida que activó el Gobierno el pasado 1 de enero para aliviar la inflación.

En su lugar, el organismo abrazó los argumentos del sector: la culpa la tienen la falta de agua y los precios del pienso. En el caso de la leche y los lácteos, «han sufrido los efectos de una sequía prolongada que ha reducido la disponibilidad de pastos y agravado la dependencia de los piensos. En este contexto de alza de los costes y evolución positiva del precio de la carne, muchos productores han destinado parte del ganado a la producción de carne de vacuno. Esto se ha traducido en una reducción del censo de vacas y de la producción de leche, lo que ha podido ser otro factor que haya impulsado el precio de la leche cruda en origen», explica. Y eso ha ido permeando a otros productos elaborados que dependen de estos insumos.

Los datos más recientes del Observatorio de márgenes empresariales indican que estos casi se duplicaron entre el cuarto trimestre del 2022 y el primero del 2023, cuando se empezó a aplicar la rebaja del IVA. No obstante, el organismo defiende que los márgenes se han empezado a recuperar porque en el período 2021-2022 se hundieron un 25% a causa del encarecimiento de las materias primas.

Facturas del hogar

Hay otras partidas de gasto que han conseguido templar las subidas de precios. Un ejemplo de ello son los recibos del gas y la luz de las viviendas, que han adelgazado un 17,2% respecto a julio del 2022, cuando un simple gesto como poner la lavadora obligaba a muchos gallegos a sacar el reloj y la calculadora.

También se ha abaratado el precio de los carburantes y, con ello, el transporte particular (-3,2%), claro que el año pasado los conductores podían repostar con ayuda estatal —20 céntimos por litro—, lo que en la práctica suponía un ahorro de 11 euros para un vehículo con un depósito de 55 litros.

Con todo ello, Galicia es la sexta comunidad, junto con Asturias y La Rioja, que más ha contenido la inflación, solo superada por Aragón (1,8%), Castilla y León (1,9%), Castilla-La Mancha (1,8%), Extremadura (1,9%) y Madrid (2%).

Peticiones al Gobierno para subir el importe de los 200 euros del cheque comida

El caso de Galicia no es único. La inflación en el conjunto de España ha vuelto a repuntar hasta el 2,3%. Y, lo que es más preocupante, la subyacente —excluye el precio de la energía y productos no elaborados— ha aumentado tres décimas, hasta el 6,2 %, con los alimentos añadiendo más presión sobre la hucha de las familias, especialmente las más vulnerables.

Por eso organizaciones de consumidores como la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) y también la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) exigieron este viernes al Gobierno en funciones que aumente la intensidad de las ayudas y el número de beneficiarios del cheque comida de 200 euros que puso en marcha a principios de año.

Estaba previsto que la ayuda beneficiara a 4,2 millones de familias con rentas inferiores a 27.000 euros anuales y un patrimonio de menos de 75.000 euros —sin incluir la vivienda habitual—. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda todavía no dispone de las cifras del número de hogares que han recibido el cheque. «Los datos aún se están recopilando, dado que algunas (solicitudes) se están resolviendo aún. Cuestiones como la necesidad de esperar al fin de la campaña de la Renta para analizar algunas han influido en ello», indican.

IVA del pescado

Otra de las reclamaciones que ha hecho la OCU es una larga reivindicación del sector pesquero: bajar el IVA del pescado al 0 %, pues se trata de un alimento básico para una dieta saludable. El Gobierno se negó ya a finales del 2022 a hacerlo con el argumento de que los precios no habían subido de forma tan acusada. La OCU considera «urgente» que se revise ese criterio.

Lo mismo ocurre con la carne. A pesar de ser una fuente de proteínas clave en la dieta de los españoles, el Ejecutivo central rechaza rebajar su IVA al 0 %.

El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, ha calificado de «errónea» la política económica del Ejecutivo de Sánchez, al que culpó del repunte de la inflación. También, como las asociaciones de consumidores, le ha reclamado que rebaje el IVA al pescado y la carne «para ayudar a las familias a llegar a fin de mes».