La economía de la eurozona acelera y los precios bajan, aflojando la soga del BCE

Edurne Martínez MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

RONALD WITTEK | EFE

Francia rebota con fuerza, Alemania se estanca y el PIB de Italia cae un 0,3 %

31 jul 2023 . Actualizado a las 20:22 h.

La economía de la zona euro creció más de lo esperado en primavera. El producto interior bruto (PIB) de los países que comparten la moneda única experimentó una expansión del 0,3 % en el segundo trimestre tras el estancamiento (0 %) del primer cuarto del año, según adelantó ayer la oficina estadística comunitaria Eurostat.

Un ritmo de crecimiento ligeramente menor al que registró España en este mismo período, del 0,4 %, que sorprendió a la baja pese al repunte de la demanda nacional, lastrada en los meses previos por la escalada de la inflación. Espoleada por la moderación en los precios, la economía española fue una de las que tuvieron un mejor desempeño entre abril y junio. Solo la superaron —de los países que ya han remitido sus datos— Francia (0,5 %), Lituania (2,8) e Irlanda (3,3), mientras que potencias como Alemania, Portugal o Italia han visto cómo su actividad económica se ha estancado de abril a junio o, incluso, ha retrocedido.

Este último es el caso de Italia, que registró una caída del 0,3 % de su PIB frente al crecimiento del 0,6 % con el que cerró el primer trimestre. Alemania, por su parte, se estancó (0 %) después de la contracción del 0,1 % entre enero y marzo. Portugal también presentó un crecimiento nulo de abril a junio (0 %) tras la expansión del 1,6 % en los tres primeros meses del año.

Unas tasas de evolución de la actividad en las que influye bastante el nivel de la inflación de cada país, pues el consumo de las familias fluctúa en función de cuánto suben los precios. En el conjunto de la eurozona, la tasa interanual del IPC se ha moderado al 5,3 % en julio, dos décimas menos que el mes anterior y el valor más bajo desde enero del 2022, aunque la subyacente —que excluye energía y alimentos frescos y, por tanto, es la que mejor refleja la subida de precios del día a día— sigue sin ceder y se mantuvo en el 5,5 %, según los datos publicados ayer también por Eurostat.

La reducción de los costes energéticos (-6,1 %) sigue siendo la principal razón de la desaceleración de los precios en los países del euro, ya que los alimentos se encarecieron a un ritmo anual del 9,2 %, dos décimas más que el mes anterior. En un mes turístico como es julio, también se encarecieron los servicios, un 5,6 % respecto a los precios de hace un año, dos décimas más que en junio.

El panorama es muy distinto al de hace un año, en julio del 2022, cuando el precio de la energía aumentaba a un ritmo del 40 %, disparando la inflación a niveles récord. Aun así, el comportamiento de los precios sigue siendo muy dispar en los países del euro, lo que dificulta los intentos del Banco Central Europeo (BCE) por contener la inflación por debajo del 2 %. España (2,1 %) se mantiene entre los países con menor incremento de precios, solo por detrás de Luxemburgo (2) y Bélgica (1,6), aunque es el único de los analizados por Eurostat en el que el coste de la vida aumentó el mes pasado.

En el este de Europa, en cambio, la tasa supera el doble dígito y se sitúa en torno al 10 % en Eslovaquia y Lituania. Entre las grandes potencias, Alemania e Italia registraron una fuerte subida de los precios del entorno del 6,5 %.

Pérdida de competitividad

El dato de inflación de julio confirma los augurios del BCE, que hace solo unos días volvió a subir los tipos de interés hasta el 4,25 % con el objetivo de embridar la inflación enfriando la demanda. En algunos países como España está teniendo ya su efecto, aunque los expertos vaticinan que el gran impacto de la subida de tipos llegará en la segunda mitad del año.

De hecho, la brecha positiva de inflación entre España y el resto de la UE ha favorecido la competitividad de las empresas exportadoras, pero el repunte del IPC ha recortado en siete décimas el diferencial de precios. Una ventaja que podría ir a menos si la inflación repunta en España los próximos meses, como prevén los expertos.

Pese a todos esos temores, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, sugirió la semana pasada, tras la última subida de tipos, que en la próxima reunión que el consejo de gobierno del organismo celebrará en septiembre podría producirse al fin una pausa en el incremento del precio del dinero, un horizonte favorecido ahora por la progresiva relajación de los precios en las grandes economías del euro.

El PIB gallego creció un 1,4 % en un año, cuatro décimas menos que la media estatal

El producto interior bruto (PIB) gallego aumentó un 1,4 % en el segundo trimestre respecto al mismo período del año anterior, según la estimación publicada ayer por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), lo que supone un crecimiento cuatro décimas inferior a la media española, que se sitúa en un 1,8 % interanual.

Según el informe del organismo fiscalizador, las comunidades donde más se ha acelerado la economía son Baleares (con un alza del PIB del 3,6 % en doce meses), Canarias (3,1 %), Madrid (2,1 %) y Cataluña (1,8 %). Por debajo de la media española, el informe de la AIReF sitúa a Andalucía (1,7); Murcia y Castilla-La Mancha (1,6); Navarra (1,5): Castilla y León, Galicia y Comunidad Valenciana (1,4); Extremadura y Aragón (1,3); País Vasco y La Rioja (1,1); Cantabria (0,9) y Asturias (0,8).

En cuanto al crecimiento intertrimestral, en el segundo cuarto del 2023 el PIB gallego aumentó en un 0,4 % respecto a la actividad registrada entre enero y marzo, un dato idéntico a la media del país.