Se convierte en el primer país del mundo en vetar los trayectos aéreos en aras de reducir así las emisiones de CO2
25 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Francia es el primer país del mundo que prohíbe, desde ayer, los vuelos nacionales que tengan una alternativa en tren de menos de dos horas y media de duración. Esta medida está incluida en la ley del clima aprobada en agosto del 2021, pero no había entrado en vigor aún, y su objetivo es luchar contra el cambio climático a través de la reducción de emisiones de CO2 generadas por estos vuelos cortos.
Será una medida que se aplicará, de momento, durante tres años para, posteriormente, evaluar su efectividad. Eso sí, los trayectos en tren que obliguen a suprimir los vuelos entre dos ciudades cercanas deberán tener «frecuencias suficientes y horarios adecuados», además de que la conexión permita al pasajero estar al menos en ocho horas en el destino.
Desde el Ministerio de Transportes galo celebran la medida como un «paso esencial» y un «fuerte símbolo» en la política de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. «Es una primicia mundial y está totalmente en línea con la política del Gobierno de fomentar el uso de modos de transporte que emitan menos gases de efecto invernadero», destacó el ministerio en un comunicado.
Sin embargo, las asociaciones aéreas están en contra de la decisión. Desde IATA, su director general, Willie Walsh, calificó la medida de «completamente absurda», y aseguró que «no sirve para nada». Según los cálculos de Eurocontrol citados por la asociación, si se eliminaran todas las rutas de menos de 500 kilómetros en Europa, se suprimiría el 24 % de los vuelos, pero las emisiones de CO2 caerían solo un 3,8 %.
Desde la española Asociación de Líneas Aéreas (ALA) explicaron hace unas semanas que las aerolíneas no ven al tren como un competidor, sino como un medio de transporte «complementario». Durante la presentación de sus previsiones de ocupación para la temporada de verano, su presidente, Javier Gándara, señaló que las cinco rutas españolas que tienen alternativa de alta velocidad (Madrid hacia Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia y Alicante) suman unos cuatro millones de pasajeros al año de los 275 millones del total.
En su opinión, la mayoría coge el avión en lugar del tren por precio, o porque son pasajeros en conexión cuyo destino final no es esa ciudad, sino la escala a otro destino. Por ello, consideró que esta sería una medida ineficaz en España, donde solo reduciría un 0,9 % las emisiones de CO2, pero supondría un «problema de conectividad» para algunos viajeros que lo necesitan.
En cambio, señalan que existen otras medidas mucho más eficientes, como los combustibles sostenibles de aviación (SAF), que permitirían reducir hasta un 80 % las emisiones.