La banca europea restringe el crédito a la mayor velocidad desde la crisis del euro del 2011

c. alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo BCE

Ponen más condiciones, exigen mejores perfiles y, en algunos casos, encarecen la oferta

19 may 2023 . Actualizado a las 20:43 h.

Temor a un mayor riesgo de morosidad por parte de los bancos y mucha incertidumbre entre familias y empresas. Un cóctel explosivo que ha provocado un fuerte parón de la actividad crediticia en la zona euro en el primer trimestre y que amenaza con intensificarse a partir de ahora. Los bancos no quieren asumir riesgos y llevan tiempo siendo mucho más escrupulosos con el tipo de clientes a los que facilitan financiación. Ponen más condiciones, exigen mejores perfiles y, en algunos casos, encarecen la oferta para asegurarse de que solo aquellos que pueden pagar con solvencia entrarán en su cartera.

«El endurecimiento de los préstamos a empresas y para la compra de vivienda fue más fuerte de lo que esperaban los bancos en el trimestre anterior y apunta a un debilitamiento persistente de la dinámica crediticia», reconoce el Banco Central Europeo (BCE) en su última encuesta de préstamos bancarios. El documento publicado este martes no deja lugar a dudas del frenazo crediticio que vive la región, coincidiendo además con el estallido de la crisis de confianza bancaria en EE. UU.

Los expertos ya anticipaban que el shock que se vivió en marzo con el colapso de Silicon Valley Bank —y que en Europa tuvo su reflejo en la caída de Credit Suisse— provocaría una desaceleración del crédito. Pero el parón ha sido incluso mayor de lo anticipado al sumarse el propio ciclo de subida de los tipos de interés, el debilitamiento de las perspectivas para el mercado inmobiliario y la caída de la confianza de los consumidores. Se endurecen las hipotecas, cuya demanda también se mantiene en mínimos de la serie histórica de la encuesta. Pero, sobre todo, afecta al crédito empresarial. «Las normas crediticias, es decir, las directrices internas de las entidades o sus criterios de aprobación a empresas se endurecieron sustancialmente», constata el banco central.

En concreto, el porcentaje de entidades que reconoció esos mayores requisitos se situó en el 27 %. «Desde una perspectiva histórica, ese ritmo se mantiene en el nivel más alto desde la crisis de la deuda soberana de la zona del euro en el 2011», explica la institución.

Se enfría la demanda

A eso se suma la brusca caída de la demanda, incluso «más fuerte de lo esperado por los bancos y la más fuerte desde la crisis financiera mundial» del 2008 por el encarecimiento de los préstamos en el actual entorno de subida de tipos. El indicador al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España acaba de cumplir un año en positivo, pasando del 0,013 % en abril del 2022 al 3,757 % en el mismo mes de este ejercicio. Una velocidad de subida sin precedentes que no solo ha encarecido los préstamos a tipo variable, sino que también está dejando esas condiciones mucho más duras en las nuevas hipotecas.

Y lo peor estaría por llegar. La encuesta detecta que los bancos también esperan una «fuerte disminución» adicional para este segundo trimestre, con condiciones más duras que podrían traducirse en hipotecas y préstamos más caros. El propio Banco de España explicaba recientemente que las entidades nacionales apenas habían trasladado aún el 30 % de la subida del euríbor al coste de sus préstamos para vivienda.