Las ayudas recibidas por la crisis tributan en la declaración

clara alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

11 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos de los que hasta ahora no presentaban la declaración de la renta se estrenarán en la campaña que comienza hoy. ¿El motivo? El despliegue de algunas de las ayudas públicas que el Gobierno acometió el pasado año para hacer frente a la crisis y que habrá que plasmar en la declaración que se realice este año.

Según datos del Ministerio de Hacienda, el Gobierno ha destinado unos 35.000 millones de euros en sus planes anticrisis, más otros 10.000 en avales a empresas. De la cifra total, unos 22.000 millones serían imputables al 2022. Si se eliminan las rebajas fiscales —como la del IVA de la luz y el gas—, en ayudas directas se habrían desembolsado 15.500 millones, de los que las destinadas directamente a hogares, implicaron un gasto de 6.216 millones.

Ahora, los beneficiarios de algunas de esas ayudas o prestaciones deberán tributar en la declaración de la renta, ya que la mayoría no están exentas.

Desde el sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) recuerdan que lo primero de todo debe ser «comprobar que las ayudas o subvenciones recibidas constan en el borrador para rectificarlo e incluirlas» en caso de que no aparezcan. En este sentido, insisten en que «ayudas como la de los 200 euros aprobados en julio para personas con ingresos inferiores a los 14.000 euros, los 400 euros del bono cultural o el bono alquiler joven (de hasta 250 euros al mes) deben declararse como ganancias patrimoniales» que tributan en el IRPF.

En el caso del cheque de 200 euros y del bono cultural, Hacienda decidió, no obstante, que solo deben declararla aquellos obligados a presentar la declaración (los que ingresen más de 22.000 euros anuales procedentes de un único pagador), al tratarse de pagos únicos que no superan los 1.000 euros anuales. En el caso de la subvención al alquiler, los colectivos vulnerables también estarán exentos de tributación.

El problema aquí es que hay ciudadanos que, aunque no estén obligados a presentar la declaración, lo hacen porque al comprobar el borrador salen ganando en algunos casos como, por ejemplo, si les han retenido en nómina más de lo que corresponde o se pueden beneficiar de deducciones autonómicas por alquiler de vivienda o aportación a un plan de pensiones, entre otras.