Las pensiones mínimas subirán hasta los 1.180 euros al mes en cuatro años

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Isabel Infantes | EUROPAPRESS

El incremento, del 22?%, se incluye en el segundo bloque de la reforma

16 mar 2023 . Actualizado a las 14:59 h.

Con tres meses de retraso sobre el calendario previsto y con modificaciones y añadidos hasta casi el último día, el acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos para dar luz verde al segundo bloque de la reforma del sistema de pensiones se escenificó este miércoles sin sorpresas, es decir, con la ausencia de los empresarios. La patronal CEOE llevaba días anunciando su rechazo a unas medidas que considera que cargan sobre trabajadores y empresas todo el esfuerzo contributivo y que, a su juicio, no servirán para resolver el problema de la sostenibilidad del sistema, en contra de lo que defiende el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá.

Un Consejo de Ministros extraordinario, a partir de las 9 de la mañana de este jueves, aprobará el real decreto ley que culminará la reforma de las pensiones, como exige la Comisión Europea para desbloquear el siguiente tramo de fondos, de 10.000 millones. Las medidas de la reforma, que Escrivá sostiene que «refuerzan los principios de suficiencia, equidad y sostenibilidad» del sistema, van en una doble vía: elevar los ingresos, así como mejorar y modernizar las prestaciones. Estos son los principales cambios:

 

las pensiones más bajas

Subida de las mínimas hasta casi los 1.200 euros. Durante su comparecencia en la Comisión del Pacto de Toledo, en el Congreso, para explicar cómo el contenido de la reforma se adapta a las recomendaciones formuladas por la citada comisión, el ministro destacó que la norma incluye «una senda de subidas de las pensiones más bajas, mínimas y no contributivas, que se van a robustecer en los próximos años». Detalló que el Gobierno se ha inspirado en la progresión de subidas del salario mínimo interprofesional (SMI), que acaba de alcanzar el 60 % del salario medio, tal y como fijaba la Carta Social Europea. Por lo tanto, las pensiones mínimas se irán elevando hasta que en el 2027 alcancen el objetivo del umbral de la pobreza, es decir, el 60 % de la renta mediana de un hogar de dos adultos, mientras que las pensiones no contributivas ese mismo año convergerán con el 75 % del umbral de la pobreza para un hogar unipersonal.

Las subidas suponen un 22 % en cuatro años, según los cálculos del ministerio, que usa como referencia la pensión mínima de jubilación con cónyuge a cargo, que actualmente está en los 13.500 euros anuales, 964 euros al mes. Con el incremento previsto, Escrivá estima que pasarán a unos 16.500 euros anuales, es decir, unos 1.180 euros al mes.

En el caso de las no contributivas, las proyecciones de la Seguridad Social esperan una subida desde los 6.800 euros anuales de hoy a los casi 8.300 en el 2027, es decir, unos 593 euros mensuales, que suponen un aumento de hasta el 22 %.

El ministro recordó también que, además de estos incrementos adicionales, las pensiones mínimas se revalorizarán anualmente con el IPC, una medida aprobada en el primer bloque de la reforma, con el consenso de patronal y sindicatos, con el objetivo de mantener la tasa de reposición (el porcentaje que la prestación supone respecto al último salario cobrado por el trabajador), que es del 80 % y que con la reforma del Partido Popular (PP), del 2013, habría caído al 50 %.

 

período de cómputo

Esquema dual para elegir durante 20 años. Una de las patatas calientes de este tramo de la reforma era el relativo a la ampliación del período de cómputo para calcular la pensión. Finalmente, el Ministerio de Seguridad Social cedió a las exigencias de los sindicatos, que reclamaban moverlo mínimamente. Así, para reforzar el principio de equidad, Escrivá explicó que la nueva norma pondrá en marcha «un esquema dual del período de cómputo para calcular la pensión, que permitirá a cada pensionista elegir el modelo que más le beneficie». De este modo, durante los próximos 20 años podrán escoger entre mantener los actuales últimos 25 años o elegir el nuevo sistema, que supone ampliarlos a los últimos 29 años de vida laboral, descartando los dos peores.

brecha de género

Subida adicional. Al complemento de brecha de género se le añadirá en el 2024 y el 2025, además de la subida anual del IPC, un 10 % adicional.

 

lagunas de cotización

Hasta cinco años de vacío. También se incluye una mejora en el tratamiento de las lagunas de cotización para mujeres, de modo que se cubrirán hasta cinco años de vacío de cotización con el 100 % de la base mínima, frente a los cuatro actuales. El sexto y el séptimo año sin cotizar se cubrirán con un 80 % de la base, frente al 50 % actual.

La brecha entre la subida de la base y el retiro máximo se corregirá con alzas adicionales de hasta el 20 % en el 2065

Una de las críticas recurrentes que ha recibido la reforma es que la subida de la base máxima de cotización, que Escrivá insistió ayer que tenía un nivel más bajo que el resto de países europeos, no iría acompañada del incremento correspondiente en la pensión de jubilación que perciban sus cotizantes, puesto que los ingresos adicionales que se generen se usarán para sufragar el pago de las prestaciones en el momento de mayor tensión financiera del sistema: cuando se jubile la generación del baby boom, la más numerosa.

Así, mientras que la base máxima subirá hasta el 2050 un 38 % (a razón del IPC anual más un 1,2 % desde el próximo año y hasta el 2050), las pensiones más altas solo lo harán un 3 %, lo que CEOE criticaba porque suponía trabajar y pagar más para cobrar, en el mejor de los casos, casi lo mismo que ahora.

Para cerrar la brecha entre la subida de las cotizaciones y los retiros más altos habrá que esperar hasta el 2051, porque será a partir de ese año cuando la normativa establezca que el «incremento adicional aplicable para determinar la cuantía máxima inicial de las pensiones causadas desde ese año y hasta el 2065» se elevará progresivamente desde el 3,2 % que se aplicará en el 2051 y el 20 % previsto para el 2065.

Ese último año «en el marco del diálogo social se valorará la conveniencia de mantener el proceso de convergencia hasta alcanzar un incremento total de 30 puntos porcentuales», recoge el decreto en la disposición transitoria trigésimo novena.

Escrivá ofrece tramitar el decreto como proyecto de ley para incluir enmiendas

Aunque la reforma se aprobará en el Consejo de Ministros extraordinario como real decreto ley para que entre en vigor cuanto antes, durante su intervención en la Comisión del Pacto de Toledo, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se mostró abierto a tramitarla como proyecto de ley en el Congreso.

Esto supondrá que los diferentes grupos parlamentarios podrán presentar y negociar la introducción de enmiendas al texto legal durante su tramitación parlamentaria.

Así lo señaló Escrivá después de escuchar numerosas críticas vinculadas a la forma en la que se ha negociado la reforma, directamente con Bruselas y prácticamente de espaldas a la meda de diálogo social, a la que se presentó el pasado viernes un texto con las propuestas prácticamente cerradas.

El PP dice que la modificará

Mientras que el ministro y los líderes de Comisiones Obreras (CC.OO.) y UGT calificaron de «histórica» la reforma del sistema público de pensiones durante la firma bilateral del texto, el PP reiteró su rechazo a la misma y avanzó que, si llega a gobernar, la modificará.

Y lo hará porque —argumenta— no garantiza la sostenibilidad del sistema y «afecta directamente a la generación de empleo y la competitividad de las empresas», según aseguró el vicesecretario general de Economía del PP, Juan Bravo, insistiendo en que es «un impuesto al trabajo y al talento». En ese análisis, el principal partido de la oposición coincide con la patronal.

Así las cosas, desde el PP aseguraron que reformarán el sistema planteado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez si llegan a la Moncloa, ya que no están de acuerdo con la subida de cotizaciones sociales prevista.

Crear 1,7 millones de empleos

Frente a este planteamiento, abogan por un modelo que impulse la creación de 1,7 millones de empleos, que permitiría una recaudación de 16.000 millones en cotizaciones sociales.

Además, la mejora del sistema de pensiones pasaría también, según el modelo del PP, por el impulso del talento y la atracción de los llamados «nómadas digitales»; la natalidad y el empuje de la productividad de la economía.

Por contra, los socios del Gobierno se han mostrado —en mayor o menor medida— favorables al contenido del segundo bloque de la reforma del sistema.