La quiebra del Silicon Valley Bank vuelve a poner en cuestión la supervisión de los bancos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Xinhua vía Europa Press | EUROPAPRESS

La consultora KPMG dio el visto bueno a sus cuentas y las del quebrado Signature días antes del colapso

14 mar 2023 . Actualizado a las 12:46 h.

La crisis bancaria que han desencadenado las quiebras del Silvergate, Signature y Silicon Valley Bank (SVB) ha vuelto todas las miradas hacia los responsables de su supervisión. No solo las autoridades nacionales -el presidente estadounidense, Joe Biden, acusó a su predecesor, Donald Trump, de flexibilizar las labores de vigilancia-, también las compañías encargadas de auditar sus cuentas. ¿Quién pasó la lupa a los balances de las entidades declaradas en bancarrota? 

La consultora KPMG fue la encargada de estudiar las del Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank. Las últimas auditorías las realizó hace 14 y 11 días, respectivamente, según informó este lunes The Wall Street Journal.

Dichas auditorías pasaron revista al ejercicio del 2022, por lo que KPMG podría haber detectado los riesgos que precipitaron la crisis: la escasa diversificación de su portafolio, invertido mayoritariamente en bonos del Tesoro de baja rentabilidad a 10 años. 

Investigación en marcha y primeras demandas

SVB tuvo un pico de depósitos en el primer trimestre del 2022 y estos cayeron un 13 % en los últimos nueve meses del año, recoge Efe. El período coincide con la acusada subida de los tipos de interés decretada por la Reserva Federal, una maniobra que obligó a muchos depositantes a acudir al banco a recoger su dinero para seguir invirtiendo en sus gastos y proyectos, secando la caja de efectivo. En el ejercicio actual, KPMG divulgó el pasado 8 de marzo que los clientes estaban «quemando efectivo» a un nivel alto que se «incrementó más en febrero», señaló.

Los posibles errores de KPMG previsiblemente formarán parte de la investigación anunciada por la Reserva Federal sobre su propia supervisión de SVB, con fecha de publicación prevista el 1 de mayo, y de las demandas que han empezado a interponer los clientes contra la entidad, por supuesto «fraude».

La consultora ha rechazado cualquier responsabilidad en torno a los acontecimientos posteriores a la última auditoría. 

El SVB anunció el pasado miércoles que buscaba una ampliación de capital para cubrir un agujero financiero, lo que llevó a muchos depositarios a solicitar la retirada de hasta 42.000 millones de dólares en un solo día. 

Como consecuencia, las autoridades cerraron e intervinieron el banco el viernes por falta de liquidez.

Signature Bank, que tiene menos activos que SVB, también fue víctima de «pánico bancario» la semana pasada y fue intervenido por los reguladores el domingo.

Las autoridades estadounidenses desplegaron ese mismo día un programa de rescate para proteger los depósitos de ambas entidades, incluidos los depósitos no garantizados, y dijeron que los clientes podrían sacar su dinero este lunes. Dicho fondo también respaldará a otros bancos que pudieran atravesar problemas financieros. 

El temor a una crisis financiera hundió ayer la cotización de los bancos de todo el mundo, con fuertes caídas como las del First Republic Bank, que perdió casi el 62 % de su valor, y cuyas cuentas han sido también auditadas por KPMG. 

El Ibex 35 despidió la jornada en rojo (-3,51 %), lastrado por sus seis bancos, que este martes han amortiguado las caídas, aunque solo las acciones de Bankinter y Caixabank están en verde. 

Las pérdidas en el selectivo las lidera Repsol. El barril de brent cotizaba el pasado viernes en los 82,6 dólares, pero este martes ya se sitúa por debajo del umbral de los 80 dólares.