El Reino Unido interviene la filial de Silicon Valley Bank para evitar un contagio global

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

NATHAN FRANDINO | REUTERS

El Banco de Inglatera, que este sábado ha declarado insolvente la filial de la entidad, asegura que el SVB «tiene una presencia limitada» en el país

13 mar 2023 . Actualizado a las 07:39 h.

El seísmo que ha provocado el colapso del Silicon Valley Bank (SVB) ya se está dejando notar en algunos países. El primero en tomar decisiones de calado ha sido el Banco de Inglaterra, que ayer decidió declarar insolvente a la filial de la entidad. La decisión se produjo menos de 24 horas después de la crisis de la matriz estadounidense, que se convierte ya en el segundo mayor colapso financiero en la historia de Estados Unidos desde el año 2008. No en vano, SVB gestionaba unos 209.000 millones de dólares en activos. El epicentro del terremoto se generó el viernes, después de que los reguladores financieros de EE.UU. anunciaran el cierre del SVB por falta de liquidez y decidieran poner en marcha medidas para garantizar la protección de todos sus depósitos asegurados.

Ahora, el banco central británico ha tomado el relevo. Su decisión permitirá a los clientes de la entidad cobrar los depósitos hasta el límite garantizado por las autoridades. Así, la declaración de insolvencia permitirá que entre en juego el Programa de compensación de los servicios financieros (FSCS por sus siglas en inglés), que podrá abonar cuanto antes a los depositantes hasta el máximo protegido de 85.000 libras (96.000 euros) o 170.000 libras en el caso de cuentas conjuntas. El problema es que, al igual que sucede en Estados Unidos, la gran mayoría de los clientes del SVB (más del 96 % en el país americano) eran clientes corporativos y, por tanto, tenían cuentas o depósitos por encima de esa cantidad.

Mensaje de calma

Las autoridades británicas han lanzado un mensaje de calma. Así, el Banco de Inglaterra quiso matizar que el SVB —especializado en la financiación de empresas tecnológicas emergentes— «tiene una presencia limitada en el Reino Unido y no tiene funciones críticas dentro del sistema financiero».

En la misma línea se movieron las declaraciones del Ministerio de Economía, que aseguraba ayer que se encuentra en contacto con su banco central para tratar de «minimizar» el efecto que pueda tener la quiebra en suelo británico. También insistieron en que la situación de la entidad estadounidense no representa una amenaza para el sector bancario del país.