
Una de las alegaciones de la constructora para trasladar su sede fuera de España es que desde los Países Bajos todo es más fácil
12 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando un sector económico nace normalmente lo integran cientos de empresas que, poco a poco, a medida que ese sector se hace maduro, van reduciéndose hasta que quedan en el mercado dos o tres compañías. Sirvan como ejemplo bancos y eléctricas. Quizá Ferrovial, que en cuatro semanas votará en junta de accionistas su marcha a los Países Bajos, haya ido un paso más allá en ese nacimiento y desarrollo de las compañías (quizá), siguiendo un camino natural. Pero el Gobierno no lo vio así y, nada más conocerse la decisión, inició duros ataques personales contra Rafael del Pino, presidente de la constructora. El Mundo asegura que, incluso, intentará dinamitar la decisión del traslado desde dentro de la junta de accionistas. Mientras tanto, la CNMV está analizando posibles limitaciones que pudiera haber para empresas españolas que quieran cotizar en Estados Unidos permaneciendo también en el mercado español. Porque esa es precisamente una de las alegaciones de Ferrovial para trasladar su sede fuera de España: desde Holanda todo es más fácil.
¿Estaba el Gobierno advertido de que grandes empresas podían tomar decisiones tan trascendentales? ¿Hizo algo al respecto? Pues sí, estaba advertido y todo parece indicar que no, no tomó medidas para evitarlo.
La Oficina Económica de España en La Haya y el Instituto de Comercio Exterior (Icex) dieron la voz de alarma ya en el 2020. Concretamente el Icex actualizó un documento que, en su página 27 dice: «En los últimos años multitud de empresas extranjeras han trasladado su domicilio legal a los Países Bajos. Esto se debe a que aquí se encuentran un régimen de Sociedades más flexible que en su país de origen. La constitución de una sociedad de responsabilidad limitada es sencilla y rápida. La sociedad anónima permite un régimen flexible en el tratamiento de los beneficios de las filiales y, además, otorga a los principales accionistas y a la dirección un mayor control de la empresa por medio de acciones con más derechos de voto». Y continúa: «Los cargos de presidente del consejo de administración y del consejo de supervisión pueden combinarse, y no existe una representación obligatoria de los accionistas minoritarios en el consejo de administración o en el consejo de supervisión. Las empresa que cotizan en Bolsa también tienen numerosas opciones para protegerse contra adquisiciones hostiles. Como consecuencia, numerosas compañías extranjeras mantienen su actividad, su sede y su carga tributaria en el país de origen y solo realizan un cambio de domicilio legal». ¿Será este el caso de Ferrovial? No lo parece. La competencia fiscal y económica existe dentro de la UE. España no ha estado atenta, y ahora teme que otras empresas puedan imitar a Ferrovial. No sería extraño. ¿Por qué? Lo dice el Icex, organismo público: el elevado número de convenios de doble imposición internacional que los Países Bajos ha firmado con otros países del mundo refuerza las ventajas fiscales de establecerse en el país. Según la revista Fortune, el 40 % de las 550 mayores empresas de EE.UU., 245 multinacionales japonesas y 2.485 multinacionales europeas (entre ellas, el 90 % de las empresas que cotizan en el Ibex) tienen constituidas sociedades en los Países Bajos.
En definitiva, Ferrovial sabe lo que hace y va a hacerlo.