La quiebra de Barreras no fue culpa de nadie

ECONOMÍA

Una vista del astillero Barreras desde el otro lado del puerto
Una vista del astillero Barreras desde el otro lado del puerto Oscar Vázquez

El concurso de liquidación del astillero fue fortuito, según el auto judicial

02 mar 2023 . Actualizado a las 19:22 h.

El centenario astillero vigués Hijos de J. Barreras desapareció oficialmente el 6 de julio del 2022 cuando el Juzgado Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, emitió un auto en el que declaró disuelta la entidad mercantil y ordenó la liquidación. A muchos, en especial al centenar de trabajadores que se tuvieron que ir al paro, vía ERE extinción, presentado por la sociedad vinculada a The Ritz Carlton Yacht Collection que compró el astillero en el 2020, les quedaba la esperanza de que la intervención judicial de la empresa, cuando esta daba ya los últimos coletazos, sirviera para buscar culpables y pedir responsabilidades. Pero el auto emitido por la jueza Amelia Pérez fechado el 28 de febrero concluye que la quiebra de Barreras no tiene culpables.

La magistrada se basa en los informes coincidentes presentados por la administración concursal del astillero y el Ministerio Fiscal, en los que determinan que el concurso de extinción que acabó en la quiebra y liquidación del astillero fue fortuito, para archivar la última fase del procedimiento (sección sexta).

Según el escrito fiscal, «a pesar de las medidas adoptadas, a finales del 2021 la concursada se muestra en situación de insolvencia, obligada a presentar concurso voluntario, y a fecha de presentación del concurso continuaba manteniendo deudas vencidas por importe total de 7.708.620,08 euros con proveedores».

Por causas naturales

Sostiene el fiscal que «del informe emitido por la administración concursal se desprende que no concurre ninguna de las causas legales que hagan presumir la existencia de culpabilidad en el concursado», y en su análisis de los hechos relatados y documentados en todo el proceso concluye que «las dificultades económicas de la empresa no se deben a una mala gestión del deudor concursado, sino a un desgaste progresivo implementado por causas naturales de la actividad de la concursada y por causas externas marcada por la coyuntura de la crisis sanitaria, que, a la postre, fueron avaladas por administración concursal».

Desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) han explicado que el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra ha declarado fortuito el proceso «porque no tenía otra opción, pues al demandar esa declaración el administrador concursal y el fiscal, la jueza no tiene ninguna capacidad de modificarlo (así lo establece la ley)». 

Añade el TSXG a modo de aclaración que la declaración de concurso fortuito «no quiere decir que no existan responsabilidades, pues aquellas personas o entidades que se sientan perjudicadas por los administradores sociales de Barreras tienen la posibilidad de ejercitar acciones de responsabilidad frente a ellos por incumplimiento de los deberes fiduciarios a los que estaban obligados en el ejercicio de sus funciones».

En mayo del 2020, el astillero vigués se acogió al preconcurso de acreedores, arrastrado por el sobrecoste del crucero Evrima, encargado por The Ritz Carlton. El armador americano constituyó Cruise Yacht, una sociedad con sede en Malta, para rescatar el astillero y salvar la construcción de su barco. Primero compró el 75,5 % del capital social (el 51 % a Pemex, y el 24,5 % a Albacora) y acabó adquiriendo el 100 % con la salida de García Costas y la toma de su 24,5 %.

En mayo del 2022, tras la quiebra, Armón se hace con la unidad productiva con 14,9 millones.